21/11/2024
En el primer artículo de esta serie, publicado en el mes de julio, mostré la abrumadora presencia de multinacionales, bancos y fundaciones empresarias en la Conferencia Mundial de Educación Superior 2022 de la UNESCO, celebrada en Barcelona en mayo de este año.
Representantes de universidades públicas latinoamericanas discreparon con el enfoque privatista y mercantil de la UNESCO, hoy similar al del Banco Mundial, el FMI y la Organización Mundial del Comercio.
Hubo también otras valientes objeciones. Koumbou Boly Barry, ex ministra de Educación de Burkina Faso, denunció en forma clara y enérgica la sostenida tendencia a la mercantilización de la educación y el riesgo de que su virtualización creciente permita la irrupción masiva de empresas privadas. Resaltó como contrapartida la importancia de la educación superior pública y gratuita. En la misma línea, Stephen Sterling, de la universidad de Plymouth, Reino Unido, sostuvo que la UNESCO no está cumpliendo con los objetivos que declara.
Pero esas voces fueron minoritarias en la conferencia de Barcelona. La presencia arrolladora de las grandes empresas en la mayoría de las sesiones constituyó una amenaza no sólo para el futuro de la educación sino para el futuro de la humanidad.
La mayor parte de los universitarios argentinos considera que los problemas que señalamos en el primer artículo y que acabamos de resumir aquí no afectan significativamente a nuestra educación superior.
En términos históricos y generales esa visión es correcta. Las universidades públicas están financiadas centralmente por el Estado, son gratuitas, están gobernadas por organismos colegiados con representación de los diferentes claustros; existe libertad de cátedra y de organización gremial para estudiantes, docentes y no docentes y se proclama que su objetivo es formar profesionales e investigadores con conciencia y perspectiva social. También existe consenso en la defensa de la autonomía, necesaria para el mejor desarrollo de la actividad pedagógica y científica, sin injerencia directa de los gobiernos ni de los intereses corporativos o confesionales. Estos principios, que se iniciaron con la Reforma de 1918 en Córdoba, se mantienen también en Uruguay, mientras en el resto de Latinoamérica y el Caribe, con la excepción de Cuba, la privatización avanzó en forma alarmante.
Por otro lado, si bien en nuestro país la Ley de Educación Superior (LES) otorga a las universidades privadas un status similar a las estatales, aquí su peso relativo es minoritario. Tres cuartas partes de la matrícula total se concentra en las estatales. En el resto del continente esa proporción se invierte.
El financiamiento estatal, la tradición democrática, la gratuidad y el rigor científico son conquistas que fueron defendidas muchas veces heroicamente por los estudiantes, los docentes y los no docentes, y en más de una ocasión obtuvieron significativas victorias. Esa defensa debe ser mantenida.
No es el objetivo de este artículo reseñar las virtudes de las universidades públicas argentinas, que son importantes; la calidad de la mayoría de sus docentes, el nivel de sus graduados o los significativos aportes de sus investigadores. Sí, en cambio, me interesa señalar los síntomas alarmantes de mercantilización que, aunque minoritarios, ya existen. Aparecen como esas manchas sospechosas que observa el médico en una imagen radiológica, inicialmente pequeñas, pero que si crecieran afectarían los órganos vitales del paciente y pondrían en riesgo su vida.
Describiremos aquí sólo algunos ejemplos que consideramos peligrosos. En un próximo artículo nos detendremos en la historia de las universidades privadas argentinas, de los sectores que las financian y de la orientación de sus graduados, que constituye otro peligro para el sistema educativo argentino.
Muchas universidades estatales se presentan hoy en público con una imagen semejante a una empresa. Sus sitios web tienen colores vistosos y una diagramación veloz y cambiante, al estilo de la publicidad televisiva. Se promocionan como una “marca”, con logotipos o abreviaturas como los productos comerciales. La Universidad de Buenos Aires se presenta como “.UBA200”, una nomenclatura que puede resultar enigmática para un joven ingresante, que quizá no sepa que la UBA cumplió hace poco 200 años de existencia. Pero suena “moderna”, lo mismo que la utilización de un lenguaje que pertenece al mundo de los negocios más que al de la academia, como “gestión”, “cliente” o “mercado”.
El Banco de Santander es una de las mayores entidades financieras del mundo y tanto en España como en la Argentina es el mayor banco privado. En el año 2000 patrocinó la creación de Universia, una red de 1.401 universidades en 20 países de Iberoamérica. Javier Roglá, director global de Santander Universidades y CEO de Universia, afirma que “Queremos ser una plataforma sostenible para servicios no financieros, ser útiles y convertirnos en el banco elegido por los estudiantes universitarios”[1].
“Los principales ejes de actuación que tenemos en Universia son orientación académica, empleo y transformación digital universitaria.
Orientación académica: se puede acceder a asesoramiento educativo especializado, centrado en las necesidades de información que vayan surgiendo (desde qué estudiar y dónde hacerlo) hasta las perspectivas laborales asociadas a cada alternativa.
Empleo: queremos ser el referente iberoamericano para la gestión digital del talento joven, reforzando nuestra posición como agente integrador entre universidades, empresas y jóvenes.
Transformación Digital Universitaria: acompañamos a las universidades en sus procesos de transformación digital, ayudándolas a promover planes de actuación y detectando sus necesidades, además de compartir con ellas las mejores prácticas para fomentar la innovación y la transformación digital”[2].
“Orientación académica”, “empleo” y “transformación digital”. El Banco de Santander trata de dirigir la política de educación superior de los veinte países donde opera Universia.
Noventa y seis universidades argentinas participan en Universia. Desde las privadas de élite como la Austral, la de San Andrés y el ITBA, hasta la mayoría de las públicas, incluyendo las universidades de Buenos Aires, de Córdoba, de La Plata y las del conurbano bonaerense consideradas “progresistas”, como la de La Matanza y la Arturo Jauretche.
La próxima reunión internacional de Universia se realizará en Buenos Aires en 2023, y será presidida por Alberto Barbieri, ex rector de la UBA entre 2014 y 2022.
La UBA no sólo participa de los programas de Universia, sino que los sueldos de todo su personal docente y no docente se pagan a través de cuentas del Banco Santander, donde también deben depositar sus aranceles los alumnos de los cursos de posgrado. Para facilitar estos trámites, el banco tiene una sucursal entre los pabellones 2 y 3 de la Ciudad Universitaria, en terrenos pertenecientes a la UBA.
Por su parte, la Universidad Nacional de Córdoba, la segunda del país en tamaño y que ostenta el orgullo de haber sido cuna de la Reforma de 1918, se vincula hoy con el mundo de las finanzas internacionales a través de la plataforma edX, creada en 2012 para difundir cursos por Internet.
Los cursos on-line de edX provienen de universidades norteamericanas como Harvard, Stanford, Cornell y el MIT, de varias europeas, como la Sorbonne, Oxford y Cambridge, y de la Universidad Nacional de Córdoba. También del Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo actual presidente fue impuesto por el gobierno de Donald Trump en 2020; del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Y de algunas empresas entre las mayores del mundo: Microsoft, IBM y Google.
En el apartado “edX para negocios” ofrece sus servicios para empresas:
“Discutamos cómo edX puede transformar su compañía: edX para Negocios ofrece soluciones a medida para cualquier necesidad de negocios. La mejor manera de conseguir un programa ajustado a sus objetivos es hacer una llamada introductoria a nuestro equipo de negocios”[3].
Algunos de sus clientes son el grupo hotelero Hilton, la Sony Interactive Entertainment, la automotriz Mercedes Benz y uno de los grupos financieros más grandes del mundo, el banco de inversión Goldman Sachs, acusado de haber sido uno de los causantes de la crisis financiera global de 2008 y del ocultamiento de la deuda soberana de Grecia en 2009.
Además de Universia y edX, las universidades nacionales están siendo invadidas por múltiples convenios con empresas, bancos y entidades transnacionales, que poco a poco van influyendo en la orientación de los estudios y las investigaciones y los inclinan hacia una política pedagógica y científica de servicio empresarial.
Casi todas las universidades nacionales tienen hoy dependencias de Vinculación Tecnológica, para transferir a las empresas, públicas o privadas, los resultados de sus investigaciones. Las “incubadoras”, por su parte, facilitan a los graduados la fundación de sus propias empresas.
La Universidad Nacional del Litoral ofrece este servicio en el Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (Cetri Litoral):
“Desde su creación en 1994, el propósito del Cetri Litoral es estimular y asegurar un eficiente desarrollo empresarial para potenciar el crecimiento y la competitividad de una zona tradicionalmente productora y transformadora de bienes y servicios”[4].
Para su Incubadora de empresas establece como objetivos:
“Posibilitar a los emprendedores el acceso a formación, capacitación y apoyo técnico, e incluso a fuentes de financiamiento, asumiendo como misión apoyar el desarrollo de proyectos innovadores, potencialmente rentables y el fortalecimiento de empresas existentes; brindar a los emprendimientos incubados el acceso a los recursos para que puedan desarrollarse; identificar potenciales proyectos y nuevos emprendedores susceptibles de entrar al proceso de pre incubación”[5].
La Universidad Nacional de Cuyo, por su parte, explica que la etapa final, luego de la selección y evaluación del proyecto:
“Consiste en la ejecución del plan de negocios diseñado en la etapa anterior y la puesta en marcha de la empresa a través del acompañamiento en sus primeros pasos en el mercado. En esta instancia la Universidad proporciona diversas herramientas tendientes a disminuir los riesgos, fortalecer las estructuras y potenciar la comercialización en las etapas tempranas del emprendimiento.
Entre los beneficios que ofrece la Incubadora se encuentran: oficinas de trabajo y de reuniones, asistencia técnica y asesoramiento, red de contactos, apoyo institucional, promoción y difusión de proyectos, vinculación con fuentes de financiamiento, coaching para la presentación en concursos, red de mentores y participación de ámbitos para el intercambio de experiencias emprendedoras”[6].
No se educa a los jóvenes graduados para atender las necesidades de la sociedad ni para dotarlos de capacidad de análisis, espíritu crítico o pensamiento independiente. Se los educa para desarrollar su afán de lucro. Se forman empresas y empresarios capitalistas.
Muchas universidades argentinas y muchas investigadoras se enorgullecen de haber recibido los premios L´Oréal - UNESCO “Por las mujeres en la ciencia”, ya sea en su versión internacional para América Latina y el Caribe o en su versión nacional.
No cabe duda de que tanto el estímulo a la investigación como a la participación femenina son criterios válidos y necesarios, pero por qué, si se trata de temas de interés social, las investigadoras deben competir para recibir premios de empresas privadas en lugar de recibir una remuneración justa por parte del Estado.
L´Oreal es una empresa multinacional que fabrica cosméticos, rubro que define como “el negocio de la belleza” (L´Oréal, 2022), un concepto que debería ser rechazado por quienes consideran que los derechos de las mujeres tienen poco que ver con la estética.
El premio Nacional de 2022 fue otorgado a trabajos vinculados con la pandemia de Covid 19. Curiosamente, en 2021, en plena pandemia, L´Oréal aumentó sus ventas a escala mundial un 16,1% con relación al año anterior, alcanzando un récord en sus ganancias netas, que llegaron a 6.160 millones de euros[7]. ¿Se justifica que, frente a semejantes ganancias, entregue premios internacionales de 100.000 euros para la ciencia, mientras su mayor accionista, Francoise Bettencourt, en un año aumentó su fortuna en 1.200 millones de dólares y es actualmente la mujer más rica del mundo, con un patrimonio de 74.800 millones de dólares?[8]
Existen otros premios que empresas o fundaciones privadas entregan a científicos de diversas especialidades. Los investigadores y las universidades o institutos a los que pertenecen se enorgullecen de recibirlos, aunque en algunos casos su origen no debería producir precisamente orgullo, como es el caso del que otorga anualmente la Fundación Bunge y Born, originada en la que fue la corporación más poderosa de la Argentina durante largas décadas del siglo XX y actualmente está presidida por uno de sus fundadores.
Este año, la prensa celebró la mejora en la ubicación de algunas universidades argentinas en el ranking QS, elaborado por Quacquarelli Symonds[9].
Esta empresa londinense se define como “el mayor proveedor mundial de servicios, análisis y comprensión (insight) del sector global de educación superior” (QS, 2022). Sostiene que procura ayudar a ese sector de la “industria” (las universidades) a prosperar en el “negocio”, captando una fracción mayor del “mercado” (los estudiantes). También recomienda a los empleadores cuáles son las universidades con los mejores graduados en las diferentes especialidades, en particular los que cursaron los MBA (Master of Bussiness Administration)[10].
Tanto la Universidad de Buenos Aires como la de La Plata celebraron la mejora de su ubicación en este ranking[11]. ¿Para mejorar su ubicación en el “mercado”?
Un aspecto que afecta directamente el corazón de las universidades públicas es la participación de las entidades empresarias en su gobierno, algo que afortunadamente todavía no se ha generalizado.
Pero es necesario alertar sobre los primeros síntomas.
Un ejemplo: los organismos directivos de la Universidad Nacional de Río Negro, cuyo rector organizador fue Juan Carlos del Bello, el autor de la LES, están integrados por representantes de los docentes, los estudiantes, los graduados, los no docentes y además miembros “externos”, que difieren de uno a otro organismo. Según el Estatuto de la UNRN, el Consejo de Programación y Gestión Estratégica incluye, entre otros, “una persona en representación del sector empresario de la provincia de Río Negro”, y el Consejo de Investigación “una persona en representación de las entidades empresariales de la provincia de Río Negro”. En ninguno de estos casos se especifica cómo ni quién elige este representante.
En su sitio web, la UNRN declara que “ha consolidado el enfoque de universidad emprendedora, asociativa e innovadora”[12]. En el lenguaje académico/empresarial actual, “emprendedora” es un término que apunta al desarrollo de empresas privadas y “asociativa e innovadora” a convenios o iniciativas de “vinculación tecnológica” con el sector privado.
Describí en este segundo artículo unos pocos síntomas de lo que considero un proceso de paulatina mercantilización de las universidades argentinas. En las próximas entregas de esta serie me referiré al origen de esta enfermedad progresiva que nos alarma y al marco social, político y económico que la provoca. Finalmente, aportaré mi visión sobre cuáles son las alternativas que permitirían revertir este proceso, que no es inevitable ni natural. Ciertas fuerzas sociales lo impulsan; otras podrían evitarlo y revertirlo.
Buenos Aires, 8 de agosto de 2022
[1] https://www.santander.com/es/nuestro-compromiso/crecimiento-inclusivo-y-sostenible/compromiso-con-la-educacion-superior/universia
[2] https://www.santander.com/es/nuestro-compromiso/crecimiento-inclusivo-y-sostenible/compromiso-con-la-educacion-superior/universia
[4] https://www.unl.edu.ar/vinculacion/categorias/transferencia-de-tecnologia/
[5] IDEAR – Brochure Institucional; https://www.unl.edu.ar/vinculacion/incubadoras/
[6] https://www.uncuyo.edu.ar/desarrollo/incubadora-uncuyo
[7] https://www.loreal-finance.com/eng/news-release/2021-annual-results https://www.loreal.com/en/group/about-loreal/
[8] https://forbes.es/forbes-ricos/151781/forbes-ricos-2022-estas-son-las-mujeres-mas-ricas-del-mundo/
[9] https://www.lanacion.com.ar/sociedad/ranking-qs-que-universidades-argentinas-estan-entre-las-mejores-del-mundo-nid06042022/
[10] https://www.qs.com/rankings/
[11] https://unlp.edu.ar/institucional/ranking-qs-por-tematicas-la-unlp-nuevamente-entre-las-mejores-del-pais-21303
[12] https://www.unrn.edu.ar/section/24/-cspyge.html
Buenos Aires, 8 de agosto de 2022