22/12/2024

¡Libertad para Boris Kagarlitsky! ¡La solidaridad es más fuerte que la represión!

(Traducción de Francisco T. Sobrino)

Boris Kagarlitsky, conocido escritor y activista comunista ruso sufrió un inesperado juicio de apelación el 13 de febrero de 2024. Los fiscales buscaban cambiar los resultados de un juicio de dos días en diciembre del año pasado, cuando él fue liberado con una multa después de haber sufrido una detención prejudicial en la Repùblica Komi a 800 kilómetros al norte de Moscú, y él estaba enfrentando la condena de 5,5 a 7 años de prisión por la acusación de “justificación del terrorismo”, pero en cambio fue liberado con una multa de 509.000 rublos, (alrededor de 6.500 dólares). La acusación era claramente absurda, pero era una parte de un ataque generalizado al movimiento de la izquierda rusa de conjunto, y en particular al medio de publicación Rabkor, dirigido por Kagarlitsky, y servía como una advertencia contra las críticas del movimiento crítico anti-bélico y anti-régimen, de que romper el silencio sobre la guerra tendría graves consecuencias, pues hay 15.000 personas que han sido arrestadas por oponerse a la guerra del Kremlin contra Ucrania.

En el caso de Kagarlitsky, la acusación de justificar al terrorismo fue por unos comentarios irónicos que él hizo en un video de medios informativos, titulado “Saludos explosivos de Mostik el gato”. Las autoridades no recibieron la broma de Boris y afirmaron que Kagarlitsky estaba justificando la explosión del puente de Crimea. Como Boris comentó sobre el infortunado video, “Más aún, se supone que se toman dos palabras, ni siquiera el texto completo; dos palabras. Naturalmente, no se aprobaba la explosión, insisto sobre esto. Pero había una frase, bien, se podría decir, realmente, no era un chiste muy bueno, para ser honesto. Desgraciadamente no todas mis bromas tienen éxito”.

 En respuesta a la detención de Boris en Syktyvkar, lejos de Moscú para impedir manifestaciones apoyàndolo, surgió internacionalmente un movimiento pro “libertad a Boris”, y lo que es más importante, a través de las ciudades y pueblos rusos. Hubo manifestaciones espontáneas, protestas online, graffitis de “liberen a Boris” pintados en las paredes y acciones coordinadas internacionalmente en el cumpleaños de Boris en agosto. Se juntaron miles de firmas de intelectuales, activistas y políticos. El presidente de Brasil, Lula, criticó la detención de Kagarlitsky, como lo hicieron en otros países del “BRICS”, a los que Putin considera como aliados. Cuando Boris fue liberado el 13 de diciembre de 2023, fue una manifestación de que la presión y la solidaridad internacionales funcionan.

El juicio de apelación, que Boris esperaba que afirmaría el veredicto de diciembre, terminó con el cambio del mismo, y una sentencia de cinco años, impuesto en un régimen penal general. Boris fue llevado custodiado desde el salón de la corte judicial.

La fiscalía argumentó que Boris estaba en bancarrota y no podría pagar la multa impuesta en diciembre; así que no podría cumplir la sentencia original. Ambas cosas eran falsas. Rabkor hizo una campaña de recolección colectiva de fondos al día siguiente de la liberación de Kagarlitsky ¡y se reunieron 700.000 rublos en una hora! Los siguientes costos y multas legales impusieron otros 710.000 rublos a la suma que tenía que pagar Kagarlitsky. Nuevamente, la recolección colectiva de fondos alcanzó a la suma requerida, totalizando 1.410.000 rublos (unos u$s 15.270,00). Cuando Boris pagó la multa, el banco trató de rechazar el dinero con una maniobra casi cómica, pero se lo pudo pagar desmintiendo los argumentos de los fiscales. Como dijo Ilya Budraitskis, “es imposible discutir argumentos legalistas; no hay legalidad en el caso de Kagarlitsky, en el caso de Navalny o el de muchos otros encarcelados por sus opiniones. No hay legalidad; sólo hay decisiones políticas provenientes desde arriba dirigidas a cortes judiciales carentes de independencia”.

El resultado del juicio de apelación fue inesperado, brutal y significativo. Tres días más tarde, el 16 de febrero, falleció Alexei Navalny en la cruel colonia penal en el Círculo Ártico donde había sido encarcelado. Estos eventos ocurren en el segundo aniversario de la invasión de Ucrania y de las cercanas elecciones presidenciales formales, cuando el Kremlin buscará mostrar a los rusos unidos tras Putin y su proyecto de un quinto período en el poder.

Por su parte, a Kagarlitsky se le permitió declarar, luego de la decisión judicial, y mostró su característico optimismo y su determinación. Agradeció a Rabkor, pidió más solidaridad, pero dijo que no estaba desalentado. Y agregó:

“Estoy como siempre, y de buen humor. Continúo juntando datos y materiales para nuevos libros, incluyendo las descripciones de la vida en la cárcel, ahora en instituciones moscovitas. De todas maneras, ¡nos veremos pronto! Estoy seguro de que todo, finalmente, saldrá bien. Nos veremos otra vez en el canal y personalmente. Sólo necesitamos vivir un poco más y sobrevivir a este oscuro período para nuestro país.”

Boris cumplirá su sentencia en una colonia penal todavía desconocida. Primero estará en cuarentena durante 30 días. Mientras escribimos esto, Kagarlitsky está en el centro de detención prejudicial 7, Kapotnya, Moscú, conocido como uno de los más duros de Rusia.

La hija de Kagarlitsky, presente en un acto por Alexei Navalny, declaró sobre su muerte en las manos de Putin: “Y para todos nosotros, este es un signo especial, especialmente para quienes tenemos parientes, amigos, asociados, en manos del régimen de Putin, todos nosotros no estamos a salvo. Ahora, cuando Boris está tras las rejas, es especialmente importante comprender cuán peligrosas son sus manos y demostrar aún más solidaridad alrededor de Boris, alrededor de su caso y alrededor de otros presos políticos. Les damos muchas condolencias a la familia de Alexei. Es muy difícil para mí, imaginar lo que ellos están viviendo ahora, y es muy difícil para todos nosotros”.

En efecto, Boris Kagarlitsky, el crítico marxista y piedra en el zapato del régimen de Putin, está ahora en sus manos y se necesita la solidaridad internacional.

¡Libertad para Boris Kagarlitsky!

¡Libertad para todos los presos políticos!

 

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