21/12/2024
Cuatro libros recientes abordan un tema apasionante: la Revolución. Esa idea que parecía olvidada, no solo en las mesas de novedades de las librerías, sino, sobre todo, en los debates de gran parte de la izquierda contemporánea, eppur si muove, ella retorna. A esta reflexión nos invitan estos ensayos: Guerra o Revolución, del filósofo italiano Mauricio Lazzarato (Tinta Limón); Revolución, del historiador Enzo Traverso (Akal), De la movilización a la revolución, del sociólogo argentino Matías Maiello (Ediciones IPS) y El capitalismo o el planeta (Errata Naturae), del filósofo francés Fréderic Lordon. Todos fueron publicados en el segundo semestre del 2022, y aportan aires nuevos al debate teórico de la izquierda.
En lo que sigue, el lector no encontrará una reseña al uso, sino más bien algunos apuntes e impresiones cruzadas. Ojalá sirvan para inspirar la lectura en el año nuevo que arranca. En un mundo marcado por la crisis ecológica, la guerra, la violencia hacia las mujeres, el racismo y la explotación, se necesita con urgencia imaginar un futuro más allá del capital.
La Revolución, ese gran sueño
En Revolución, Enzo Traverso reconstruye una amplia historia intelectual a partir de una constelación de imágenes afines. Desde la figura femenina de La Libertad guiando al pueblo, en el óleo de Delacroix, a las películas de Serguéi Eisenstein sobre la insurrección de octubre. De los retratos de intelectuales revolucionarios que pasaron largos años en la cárcel, a la fotografía de León Trotsky descendiendo del tren blindado. Los coloridos murales de Diego Rivera y las experimentaciones de las vanguardias artísticas; la revolución como desborde de la multitud, como una locomotora de la historia o como el freno de emergencia ante la catástrofe. La invitación a mirar hacia el pasado no debe sorprendernos: Traverso sigue en esto a Walter Benjamin y su idea de que comprender la historia implica contemplarla a través de su “visualidad”. La revolución es “una clave interpretativa de la historia moderna”. Y si bien su libro no pretende incursionar en los debates sobre la revolución futura, al insistir en su importancia histórica, abre la puerta a interesantes reflexiones.
Del eclipse de la revolución, y la posibilidad de su retorno, se ocupa Mauricio Lazzarato. Un libro anterior del mismo autor se titulaba, justamente: ¿Te acuerdas de la revolución? La frase aparecía en un documento publicado por once presos políticos del operaísmo italiano, detenidos en abril de 1979. Y, si bien la pregunta quedó sin respuesta durante casi 40 años, Lazzarato se propone actualizarla. Una de sus tesis más sugerentes es que el pensamiento intelectual post 68 eliminó la revolución (así como la guerra) del horizonte. Lo que siguió fue un pensamiento pacificado (de la derrota) que compró la idea de la gubernamentalidad del neoliberalismo, olvidando los múltiples mecanismos de violencia sobre los cuales aquel se asentó. La revolución y la guerra deberían volver a ocupar un lugar central en el pensamiento político contemporáneo. El autor llama a prestar atención a las diversas formas de lucha(s) de clase(s) que se producen contra el capital, el patriarcado, el imperialismo y el racismo.
Matías Maiello aporta un ángulo novedoso: la revolución no es solo una figura del pasado, sino una perspectiva estratégica. Su libro pone el foco en la lucha de clases actual y aborda diversos debates sobre la perspectiva socialista para el siglo XXI. Aunque el concepto de revolución fue una y otra vez desterrado, las revueltas de los últimos años contribuyeron “a poner en primer plano uno de sus elementos distintivos: la intervención directa de las masas en los acontecimientos históricos”. Se trata de momentos en que la creatividad de las masas “hace posible lo previamente imposible, o, en otras palabras, amplía las fronteras de lo posible”. De ahí que la idea misma de Revolución sea un secreto guardado bajo siete llaves para quienes hacen de la administración de lo dado su razón de ser política.
Su libro indaga sobre un problema nodal del marxismo, la relación entre socialismo y clase obrera (una clase obrera feminizada, racializada y diversa como quizás nunca antes en la historia). Y plantea un interrogante: ¿cómo evitar que las fuerzas desplegadas en la movilización sean disipadas o canalizadas por diferentes vías de institucionalización en los marcos del Estado capitalista? Es decir, ¿cómo pasar de la movilización o la resistencia al despliegue de nuevas revoluciones en el siglo XXI? En el último capítulo, el autor aborda las utopías y distopías contemporáneas, la crisis capitalista, la posibilidad de futuros alternativos y la hipótesis socialista.
El capitalismo o el planeta (Errata Naturae, 2022) es el último libro de Frédéric Lordon publicado en castellano. Salir del capitalismo “seguirá siendo impensable mientras el comunismo siga siendo infigurable”. Lordon propone una reflexión sobre las posibilidades de una sociedad reorganizada más allá de la lógica de la propiedad privada y el trabajo asalariado. La primera parte de su libro está dedicada a lo que denomina las inconsecuencias, negaciones, evitaciones y búsqueda de prórrogas de la izquierda moderada o reformista. En la segunda parte, aborda una serie de debates sobre el comunismo, al que hay que pensar como algo muy distinto al modelo del estalinismo. La catástrofe ecológica nos enfrenta al sentido de la urgencia: si el capitalismo destruye el planeta, entonces destruyamos el capitalismo. ¿Y por qué no imaginar que otra sociedad es posible? Esto incluye un debate acerca de qué transformaciones se pueden realizar en la producción, la reproducción y en el “régimen del deseo”. Como corolario, esboza la idea de un “comunismo lujoso”, resultado de la deliberación política colectiva de los productores y basado en la posibilidad de desarrollar las capacidades creativas de la sociedad. La tercera parte del libro está dedicada a una reflexión sobre cómo conseguir esos objetivos, lo que reintroduce la cuestión de la estrategia.
Como corolario, esboza la idea de un “comunismo lujoso”, resultado de la deliberación política colectiva de los productores y basado en la posibilidad de desarrollar las capacidades creativas de la sociedad
Los cuatro autores proponen modos muy diferentes de volver a pensar la Revolución, desde diversas tradiciones de la izquierda, y, aun así, es posible cruzar muchas de sus reflexiones. De hecho, en todos hay interesantes contrapuntos con teorías e intelectuales contemporáneos. En especial, con quienes protagonizaron el gran “adiós a la revolución” en los años 80 y 90. Mientras Lordon polemiza con varios intelectuales franceses, defensores de un nuevo “pacto capitalista verde”, Enzo Traverso pone especial atención en la obra de Hannah Arendt y cuestiona su visión acerca del totalitarismo. Por su parte, Lazzarato ajusta cuentas con diversas teorías que dieron por superado el imperialismo. Y Maiello encara desde el marxismo una serie de debates con autores como Ernesto Laclau, Chantal Mouffe, Donatella Di Cesare, Eric Blanc, Vivek Chibber y Bhaskar Sunkara, entre otros, recuperando el pensamiento de Trotsky y Gramsci.
Imaginar la revolución, redimir su memoria, volver a situarla como una hipótesis estratégica. La hegemonía neoliberal supuso la idea del “adiós a la clase obrera” y el “fin de la historia”. Vimos la entronización del individualismo y la realización a través del consumo –eso sí, solo para quien pudiera participar de la fiesta, porque para millones solo quedaban las sobras o los platos rotos–. Más recientemente, la crisis capitalista, la pandemia, la crisis climática y el retorno del militarismo y la guerra en Europa, han mostrado toda la irracionalidad de este sistema. La manera en que hemos vivido hasta ahora (la manera capitalista) conduce al desastre general. Entonces, ¿por qué no actuar de una vez?
Como señala Lordon: “Solo un increíble despliegue de energía política logrará evitar que el capitalismo lleve a la humanidad al límite del límite, un despliegue que suele llevar el nombre de revolución”.