03/12/2024
Por Dussel Enrique , ,
Es con suma atención, y no menor gusto, que he leído las páginas del comentario que Christopher Arthur (en adelante CA) ha escrito sobre mi obra traducida al inglés en 2001 (publicada en la edición española hace ya dieciséis años[2]). Deseo no entablar un debate, como efectúan los sofistas (que intentan meramente defender su posición teórica en cuanto tal), sino comenzar un diálogo, porque acepto plenamente muchas de sus sugerencias contrarias a mi interpretación, cuando sea necesario, aunque explicaré más claramente mis posiciones cuando opino que no han sido entendidas (como honestamente lo expresa en algunos casos, y es explicable, dado que el contenido de muchas categorías usadas por mí corresponden a las explicadas en el primer tomo que dediqué a los comentarios de las cuatro redacciones de El capital[3], y que se desarrollan más acabadamente en el tercer tomo[4]). De todas maneras mis aclaraciones, seguramente, darán motivo a nuevas distinciones de su parte, y por ello intento un diálogo y no meramente un debate académico, diálogo que, además, interesa para el desarrollo actual del pensamiento de Marx en las actuales circunstancias mundiales, donde el capital ha alcanzado un grado de explotación salvaje del trabajo vivo, en especial en el Sur del planeta.
Iré respondiendo en el mismo orden de los comentarios de CA, para referirme en el punto II a la cuestión central.
I
Es necesario observar que el término "exterioridad" propone una metáfora espacial, que indica semánticamente la trascendentalidad del sujeto, aquello que no es meramente estructural ni está "fundado" como momento interno de un "sistema" (un sistema en el sentido de N. Luhmann), de una "totalidad" (a lo Hegel, Lukács o Heidegger, y tal como la describe críticamente Emmanuel Levinas[5]). Intentar explicar lo que significa "exterioridad" presupone señalar, en primer lugar, a) lo "sistémico" y su "fundamento". Tomando un ejemplo de Wittgenstein, el juego de ajedrez (lo empírico, lo sistémico) se "funda" en sus reglas. En este caso las reglas son el "fundamento" (Grund), el "ser" (Sein) y lo "ontológico"; todo lo que se refieren a la "totalidad". Mientras, que, en segundo lugar, b) lo que trasciende lo "sistémico" será denominado "el Otro" (Autrui, por Levinas), lo que no se agota en el "sistema", en la "totalidad". Corresponde al sujeto, a la viviente corporalidad humana (Leiblichkeit para Marx, desde los Manuscritos del 44 hasta la última redacción de El capital). Por la "subsunción" (la subsumtion en etimología latina corresponde a la Aufhebung en etimología germana)[6] el sujeto corporal viviente es constituido como momento de un sistema; es incluido en una estructura dentro de la cual juega una función (una determinación). De esta manera el "trabajo vivo", subjetividad siempre trascendental en último término a toda posible función sistémica (por ejemplo, ser "trabajo asalariado" en el capital como sistema), guardará siempre antes, en y después de la subsunción en el sistema una cierta "exterioridad" que habrá que saber definir.
Sin poder repetir lo escrito en otros trabajos[7], puede entenderse que cuando CA (pág. 252) escribe: "Dussel dice metafísicamente, pero no logro entonces la diferencia" con ontológicamente, está refiriéndose a un vocabulario que uso dentro de una cierta tradición. Una consideración ontológica corresponde a la Totalidad, al fundamento, al ser, a la Lógica de Hegel, al Capital de Marx. Mientras que metafísicamente es lo que está más-allá (metá- en griego) el orden de la Totalidad (-physis en griego). Lo de meta-físico en esta terminología es lo ético, lo crítico, lo que se origina desde la "exterioridad" del sistema. El sistema, que se funda en su propio ser (Sein), no es la realidad (Wirklichkeit) de la complejidad empírica extra-sistémica de todos los sujetos humanos (la comunidad humana indeterminada, como cuando Marx escribe en El capital: "imaginémonos una asociación de seres humanos libres [...]"), que trasciende en último término todo sistema funcional posible (aunque pueda desempeñar dentro de los sistemas funciones precisas). El "trabajo vivo" no es el ser del capital, sino la realidad. La diferencia entre "ser" y "realidad" (véase CA, págs. 254 y ss.) es sugerida por Schelling (en Filosofía de la revelación), Sartre (en Crítica de la razón dialéctica), E. Levinas (en Totalité et Infinit), X. Zubiri (en Sobre la esencia), y Marx -según mi interpretación- cuando habla del "trabajo vivo" en tanto "existente como abstracción de estos aspectos de su realidad real (reale Wirklichkeit)"[8].
Es interesante que CA indique que no doy el paso teórico de considerar el "concepto" (tercera parte de tratado de la Lógica de Hegel) en mi interpretación de El capital, pero debo aclarar que, ciertamente, no considero el "concepto" como lo hace CA en su ponencia en el Congreso de Nápoles ("Sulle tracce di un fantasma", abril de 2004), "Hegel’s Logic and Marx’s Capital", donde "La transformación del dinero en capital" de Marx, se piensa como algo semejante al "pasaje de la esencia al concepto" en Hegel, y esto lo lleva a no entender que si la cualidad en Hegel es el valor de uso en Marx, y la cantidad el valor de cambio, la "medida" (la cantidad que mide la cualidad) de Hegel debe ser ya el dinero de Marx (un valor de cambio que mide al valor de uso): CA lo sitúa al final del tratado de la esencia, como la "realidad" (Wirklichkeit), haciendo incomprensible así la analogía entre la Lógica de Hegel y El capital de Marx[9].
Acepto, en parte, las aclaraciones de CA (págs. 254 y ss.) sobre la imposibilidad de un origen exclusivo de la crítica de Feuerbach a Hegel a partir de las conferencias de Schelling de 1841[10], conferencia que, sin embargo, impactó a otros como en el caso de Kierkegaard, por ejemplo. De todas maneras, sean antes o después, hubo una cierta influencia de "filosofía positiva" de Schelling, como indica CA (y que debieron comenzar al menos desde 1826 por las clases de Schelling en Munich), llegando a los oídos de Feuerbach, y dando argumentos para la formación de la generación posthegeliana (que de todas maneras partía de Hegel).
II
Llegamos así al punto central de la crítica de CA sobre mi obra, que se enuncia explícitamente así (las letras entre corchete son mías):
[a] Ser valor es ser mercancía, [b] poner el valor es someter los productos a la relación de intercambio, o más precisamente es la presentación por el capital de sus productos para el intercambio; [c] crear valor es producir capital por medio del capital [...]; [d] ser la fuente del valor es ser aquello a partir del cual el capital crea el valor. [e] La afirmación de que el trabajo vivo es la fuente del plusvalor se basa en la dependencia ontológico/metafísica del proceso de valorización respecto del proceso de trabajo. Sin embargo, [f] la fuente y el creador no deberían confundirse. (CA, pág. 256)
Comentaré el texto parte por parte, para ser más claro en el tratamiento de las expresiones usadas por CA, y lo haré en el orden del mismo escrito:
[a] "Ser valor es ser mercancía". Mejor sería escribir: "Tener valor es lo propio de la mercancía". La mercancía es más que solo valor. El valor es "tenido" por la mercancía, como una determinación aunque no la única ("tiene" además "valor de uso", en cuanto satisfactor, tiene un "espacio" en el mercado, tiene "valor de cambio" cuando se actualiza la "relación" de intercambio, etc.). Estoy del todo de acuerdo.
[b] "Poner el valor es someter los productos a la relación de intercambio [...] es la presentación [...]". La diferencia en Marx entre "valor" y "valor de cambio" se hace explícita en 1872, por lo que no se encuentra ni en la segunda redacción (1861-63), ni en la tercera (1863-65), ni en la cuarta (1867), sino en la segunda edición de El capital de 1873. El "mero valor" tiene su "modo de expresión (Ausdrucksweise) o forma de manifestación (Erscheinungsform)" en el valor de cambio[11] cuando se produce la relación de intercambio. La formulación de CA no es extremadamente precisa, ya que una vez "puesto" el valor (como "trabajo objetivado", "vida objetivada" o "sangre coagulada") no significa que como fundamento sea presente actualmente en su "expresión" o "manifestación". Puede "ponerse" valor (en la mercancía guardada en un depósito) sin todavía haber "intercambio" (en el mercado).
[c] "Crear valor es producir capital por medio del capital". Esta expresión es ambigua. No son lo mismo "capital", "valor" y "plusvalor"[12]; además, para Marx "crear" no es idéntico a "producir" ni "reproducir". En mi lectura presté mucha atención en esta distinción: Produktion, Reproduktion, Schöpfung (y el verbo schaffen). El capital puede producir valor; en el "tiempo necesario" el trabajo reproduce el valor del salario; solo el "trabajo vivo" crea plusvalor. El capital no crea nunca el plusvalor como su fuente inmediata -esa es la tesis central de Marx, que yo repito simplemente-. El capital I acumula valor como capital II; el capital, por ejemplo, reproduce el valor del costo de producción (como momento interno del capital). Pero, para Marx, el capital nunca crea (ni produce, ni reproduce) el plusvalor. Si se formulara que en una rotación "el capital crea plusvalor", se trataría de la tesis que Marx quiere rebatir en toda su obra:
Si en la formación (Wertbildung[13] del valor-mercancía no entra ningún otro elemento [!] que el adelanto de valor de capitalista[14], no es posible comprender cómo ha de salir de la producción mayor valor que el que entró en ella, salvo[15] que se cree algo de la nada (aus Nichts). Pero Torrens solo evita esta creación de la nada (Schöpfung aus Nichts) [del capital] al transferirla de la esfera de la producción de mercancías a la esfera de la circulación.[16]
Ese "otro elemento" es el que nos impide afirmar que es el capital el que crea plusvalor, o que pone "más valor" (plusvalor) al fin del proceso. El capital no crea plusvalor, sino que solo produce y reproduce el valor de los "medios de producción" y del salario para pagar la "fuerza de trabajo" (como una determinación suya). La pretensión del capital, que Marx niega en toda su obra, es la de "crear plusvalor" desde el mismo capital, y como no ha pagado por ello, es como una "creación de la nada". Pero esta pretensión no se cumple. El capital solo pone las condiciones para que el "trabajo vivo", subsumido en el capital como una determinación del capital (en cuanto "trabajo asalariado"), reproduzca el valor del salario (capital variable, que tampoco crea plusvalor, sino solo paga la "fuerza de trabajo", cuyo sujeto, el "trabajo vivo", crea el plusvalor[17]) en el "tiempo necesario". En cambio, el más-valor viene del plus-tiempo del plus-trabajo del "trabajo vivo" subsumido en el capital, pagado como "fuerza de trabajo" y usado como "valor de uso" que crea más-valor "no pagado" (unbezahlt). El tiempo de "trabajo vivo" en el proceso de trabajo del capital es entonces "tiempo necesario" + "plus-tiempo" no-pagado. En el plus-tiempo el plus-trabajo del "trabajo vivo" (y no del capital) "crea" plus-valor de la nada del valor del capital (más allá del salario). El "capital variable" no es creador de valor; es simplemente la parte del capital-dinero, o del "valor de cambio pagado por el tiempo necesario" que aparece, fetichizadamente, como "creador" de valor, como un valor que es "reproducción" del salario + el plusvalor. Ese "más-valor" pareciera ser fruto del capital, del dinero mismo puesto en el salario. Lo de "variable" del capital variable es el espejismo de atribuir al capital el origen directo del "más-valor" (y no al "trabajo vivo" del asalariado).
Para decir que el capital crea plusvalor hay que negar la no-identidad de "trabajo vivo" y "fuerza de trabajo". El trabajo vivo es más que el trabajo objetivado como reproducción del salario.
[d] "Ser la fuente del valor es ser aquello a partir del cual el capital crea el valor". Si lo anterior era ambiguo, esto ahora comienza a ser francamente imposible de ser aceptado en la visión de Marx. En primer lugar, source en inglés se traduce en alemán por Quelle (fuente), pero la source igualmente podría ser Grund ("fundamento" en Hegel, el "ser" del sistema). Marx escribía y pensaba en "alemán". Si el capital no crea el plusvalor, mal puede ser su Quelle (source). El "ser" del capital es el "valor que se valoriza" (el "fundamento": Grund), de otra manera, el valor que al final de proceso de trabajo o rotación o reproducción del mismo puede acumular "más-capital". Pero ese "más" es, en definitiva, el "plus" del "plus-valor". Creo que CA confunde el ser "fuente" y "fundamento", y el ser "fuente" y poner las "condiciones" para que la "actividad" (el "trabajo vivo" en referencia a la "cosa") pase de la "potencia" a su "actualidad"[18]. Veamos un texto de Hegel, y la aplicación correlativa a la economía por parte de Marx en los Grundrisse. Escribe Hegel en la Enciclopedia, § 148:
a) La condición (Bedingung) es 1) lo que ha sido presupuesto [...]. 2) Las condiciones son pasivas [...]. b) La cosa (Sache) es también 1) lo presupuesto [...], que 2) gracias a la aplicación de las condiciones recibe su existencia exterior, el acto por el que se realizan (realisieren) las determinaciones de su contenido [...]. c) La actividad (Tätigkeit) 1) que no es sino el existente autónomo, y, al mismo tiempo, solo la cosa y las condiciones la dan posibilidad (Möglichkeit); 2) [la actividad] es el movimiento que consiste en transformar las condiciones en la cosa.[19]
En el texto de los Grundrisse (que aparecerá en el mismo lugar lógico-arquitectónico en las tres futuras redacciones de El capital) al que hemos dado la mayor importancia[20], Marx indica que el "trabajo no-objetivado", por lo tanto antes de la existencia del capital[21] y del contrato, es "una abstracción", "un despojamiento total", "una pobreza absoluta". Es la actividad sin condiciones. El trabajador no tiene ningún medio de producción; es el campesino feudal llegado a la ciudad europea a finales del la edad medieval. No tiene "condiciones" para dar existencia a la "cosa" (el producto, la mercancía). En este sentido el capital es "la condición" para poder trabajar. Pero el "trabajo vivo", "como actividad (Tätigkeit)" -usa Marx las mismas palabras y nociones que Hegel-, "no como objeto", sino como sujeto, es la "fuente viva del valor (lebendige Quelle des Werts)". Y por ello Marx concluye, haciendo referencia a una formulación ambigua de CA (pág. 259):
No es en absoluto una contradicción afirmar, pues, que el trabajo por un lado es la pobreza absoluta como objeto, y por otro es la posibilidad (Möglichkeit) universal de la riqueza como sujeto y como actividad; o más bien que ambos momentos se condicionan mutuamente[23]
Pero obsérvese -y CA confunde esta mutua determinación determinante- que el dinero o el capital son la condición que permite la existencia empírica del "trabajo vivo" como actividad que puede ahora producir la cosa (la mercancía). Sin esa condición el "trabajo vivo" no puede actualizar su ser, que es una actividad. Sin el capital queda en su pura abstracción potencial. Pero no hay que confundir condición que permite pasar la actividad de la pura potencia al acto para producir la cosa, con la causa (creadora). Para Hegel la "cosa" (Sache, a veces Ding)[24] es "substancia" (Substanz) en tanto se pone como "causa" (Ursache) de efectos "reales". Para Marx, en este nuevo sentido, el "trabajo es la substancia [causa] del valor". El capital pone las condiciones (dinero, medios de producción, etc.) para la producción del valor; pero el que crea el plusvalor es el trabajo vivo, que no puede producir ni crear sino cuando es subsumido en la estructura de las condiciones de posibilidad de pasar a la actividad. El trabajo del obrero, como trabajo del capital, reproduce (no crea aquí) el valor del salario, pero es la subjetividad del trabajador la que crea el plusvalor sin estar fundada en el plustrabajo en ningún pago (= nada de valor) del capital. Sin capital, sin condiciones, el trabajador no puede actualizar su trabajo (no puede trabajar), y, además, muere de hambre. Por ello, presupone el capital como condición material para sobrevivir y para poder actualizar su trabajo; sin trabajo el capital no puede crear nada nuevo, presupone al trabajo como actividad creadora.
[e] "La afirmación de que el trabajo vivo es la fuente del plusvalor se basa en la dependencia ontológico/metafísica del proceso de valorización respecto del proceso de trabajo". Para mí: ontológico (desde el capital) y metafísico (desde la exterioridad del "trabajo vivo") son categorías diversas. De qué "depende" el "proceso de valorización" del "proceso de trabajo" es evidente, porque es el trabajo el origen del plusvalor (que se acumula consistiendo en la valorización del valor), en la subsunción formal (y más en la material). Pero esto contradice que el capital sea la "fuente del plusvalor". El capital es solo la condición instrumental o material, constituyendo al trabajo como una determinación interna alienada; y en tanto tiene como una determinación propia del capital al trabajo (pero confundiendo "fuerza de trabajo" pagada con "trabajo vivo" impago) podría ambigua o fetichistamente decirse que produce valor (incluyendo en el valor el plusvalor)[25].
[f] "La fuente y el creador no deberían confundirse". Esta conclusión es la suma de muchas ambigüedades anteriores. Para mi, el hablar de una "fuente" de plusvalor es la manera no hegeliana (¿schellingiana?[26]) de indicar que más allá del "fundamento" del capital (del "ser", de la "esencia" de Hegel: de la "valorización del valor" de Marx), se encuentra una "subjetividad", como actividad de la corporalidad viviente del trabajador, que es el "origen" del plusvalor (y, al final, todo el valor del capital es acumulación de plusvalor, y, por lo tanto, puede decirse que el "trabajo vivo" crea todo el valor del capital, si se toma como punto de partida siglos de acumulación originaria y de acumulación de plusvalor capitalista por la reproducción ampliada). El momento trans-ontológico del "ser" o "fundamento" del capital (trabajo objetivado, muerto o valor como acumulación que se valoriza) es la "exterioridad" de la subjetividad, el momento meta-físico, ético o desde donde parte la Kritik, el "otro momento" desde donde la subjetividad no-pagada, corporalidad viviente del trabajador, no produce ni reproduce, sino que "crea plusvalor":
[El capital] se comporta ante el plusvalor como si fuera [obsérvese que se escribe en sentido hipotético: als ob] él el fundamento (Grund) [...]. Se comporta a la vez como fundamento (Grund) de sí mismo y como fundado (begründet) [... Se comporta] con el plusvalor como valor puesto (gesetzt) por él [...] El plusvalor no aparece (erscheint) puesto en su relación simple e inmediata con el trabajo vivo (lebendige Arbeit) [...] El capital [...] se comporta con el plusvalor como puesto y fundado por él; se vincula como fuente (Quelle) de producción consigo mismo.[27]
Creo que el texto es irrefutable. La "fuente" y el "creador" son lo mismo: el "trabajo vivo". El capital pretende (claim), intenta fetichistamente presentarse, aparecer como si fuera el "fundamento" del plusvalor[28]. El plusvalor no tiene "fundamento" en el capital, tiene una "fuente": en ese caso el capital también pretende presentarse como su "fuente". Pero Marx replica: el plusvalor es descubierto como tal cuando "aparece puesto por su relación simple e inmediata con el trabajo vivo". Si el capital pretende ser la "fuente", ello significa que ha intentado ocupar el lugar del "trabajo vivo". La "fuente" y el "creador" son dos aspectos del mismo "trabajo vivo". Es "fuente" en tanto trascendental al "fundamento"; es "creador" en tanto que pone plusvalor más allá de la mera reproducción del valor del salario. El capital roba al sujeto el plus-trabajo del plus-tiempo, porque, por la "fetichización del trabajo" (trabajo=salario)[29], se piensa que la jornada total de trabajo[30] equivale al salario. Es en ese plustiempo que el "trabajo vivo" efectúa la labor de una "creación desde la nada" del capital: el plusvalor.
III
Desde lo dicho puedo referirse ahora a algunas de las numerosas expresiones de CA.
Cuando propone una metáfora, la del suelo y de la energía solar, se sugiere que son fuentes creadora, pero opino que son solamente las condiciones. El árbol, como ser vivo, es el origen del crecimiento, la actividad que desarrolla la potencialidad de su semilla, para crecer; pero esto no se puede llamar crear. El trabajo humano es el único que posee una producción-creadora. La creación supone la trascendentalidad del sujeto humano como un siempre más allá de toda subsunción, incorporación, alineación funcional en un sistema. El capital subsume y explota el tiempo de plustrabajo del trabajo vivo. Ese plustrabajo creador de la historia es orientado, reprimido por el capital para el exclusivo aumento de la tasa de ganancia. La libertad y el espíritu humanos, en el sentido que le da Marx en los Manuscritos del 44, es la posibilidad del sujeto con corporalidad viviente de oponerse y superar (en una huelga de hambre hasta la muerte, en una praxis subversiva o en una revolución) a la facticidad de un sistema vigente, en el que se cumple una función determinada (como en los posibles sistemas económicos históricos, las funciones que se ejecutan por la subsunción del "trabajo vivo" en cuanto esclavo, siervo o trabajador asalariado). El sujeto corporal viviente puede subvertir o transformar todo sistema y crear otro nuevo. Esa trascendentalidad del sujeto, que no se agota en la funcionalidad histórica de ningún sistema, es la posibilidad de liberarse de esa función determinada[31] sistémica; función que en el capitalismo es explotada sin conciencia del sujeto-trabajador. Esa "exterioridad" del trabajo vivo con respecto a la mera "fuerza de trabajo" (o su función alienada en el capital), esa exterioridad que en el proceso alienado del trabajo en el capital da la posibilidad de poder "poner" más valor que el recibido en el salario como plusvalor-ganancia, siendo la "fuente creadora", está sin embargo reprimida, explotada dentro del horizonte de la facticidad cerrada de la Totalidad alienante del capital. La liberación de esa trascendentalidad del sujeto (no solo como fuente del plusvalor, sino ahora como creación de bienes para la comunidad liberada), sería el "abrirse" de la Totalidad a otro orden posible; sería un pasar de una Totalidad I a una futura y nueva creada Totalidad II (en parte continuación, y en parte novedad radical) como progreso cualitativo de la historia.
Cuando se dice que "la realización del capital es des-realización del trabajo", se quiere simplemente indicar que el plusvalor, siendo creación del trabajador, en vez de permitirle, por ejemplo, disminuir la jornada de trabajo y tener más tiempo libres (desde el postulado orientador del Reino de la Libertad como "tiempo de trabajo cero"), y realizarse como un trabajador feliz, cuando está en manos del capital produce mayor pobreza, infelicidad, brutalidad en el trabajador (des-realización del "trabajo vivo"), proporcional al aumento de ganancia del capital (realización del capital). Esto no niega que el capital sea la forma sistémica actual del desarrollo de las fuerzas productivas, o que hay un "poder civilizatorio del capital", siendo en parte condición de todo desarrollo futuro, lo que no significa que habrá que seguir el mismo camino emprendido por los países metropolitanos, del centro del sistema capitalista mundial, ni que no haya que echar manos de recursos excluidos o desechados por el capital.
Nunca el capital podrá exclamar, y sin embargo lo expresa así CA (págs. 259): "soy todo" [solo para traducción inglesa: "I am everything"]. Mientras que sí podrá expresarse: "El trabajo es todo". El capital sin trabajo no puede existir, porque es solo "trabajo objetivado". El trabajo solo, en las condiciones post-feudales, de sujetos pobres emigrando a las ciudades, no tiene condiciones para su actualización. Pero no hay que olvidar que todas las condiciones, la madera de la futura mesa-mercancía, el serrucho que se usará y el salario que se le pagará al trabajador procedente del campo, es decir, todos los medios de producción del que comprará trabajo vivo, no es más que "trabajo objetivado" en un proceso precapitalista de acumulación originaria y de acumulación posterior capitalista. Esas condiciones son, al final, trabajo objetivado. Y, el mero valor de uso de la naturaleza, producto de dicha naturaleza en su origen, tampoco puede ser la "materia" del proceso de trabajo sin hachar el árbol (que es trabajo), sin haber producido el hacha (que es trabajo), y sin el dinero del primer salario que es, igualmente, ahorro de trabajo objetivado de su propietario: "Todo es trabajo (objetivado) en el capital". Esto no evita que el capital sea una institucionalización donde el trabajo de la humanidad se ha ido objetivando (como materiales, dinero, tecnología, etc.), que es condición del ejercicio de todo trabajo posterior. Pero la radicalidad originaria del trabajo estará siempre debajo del capital. Desde un punto de vista radical puedo decir: "Todo valor de cambio (y también capital) es trabajo". Y como trabajo "objetivado" puede oponerse al "trabajo vivo" como un Poder autónomo que lo subsume, aliena y explota, sin por ello dejar de ser "hecho de sus manos" (el "fetiche" como trabajo objetivado autonomizado).
CA (pág. 259) explica que "capital y trabajo" fungen sin prioridad del uno sobre el otro. Son un círculo: momentos determinados determinantes. Pero no es así. Es verdad que el "trabajo vivo" en su absoluta abstracción o pobreza no puede actualizar su actividad laborante. El capital es condición. Pero el trabajo es más que condición, en el tiempo y en la naturaleza como actividad creadora. El trabajo ha creado sus condiciones (no como valores de uso originarios de la naturaleza, ya que en este caso esos valores de uso no son capital). El trabajo tiene prioridad sobre el capital; pero desde que el capital viene destruyendo los sistemas con los que compite, se transforma en una condición histórica de supervivencia (hasta que se lo supere, y es posible para la trascendentalidad del sujeto humano efectuar una tal superación: "¡Otro orden es posible!", es el postulado primero de todos los postulados de la razón práctica crítica, el lema del Foro Social de Porto Alegre).
Por ello, no puede escribirse al mismo tiempo desde la teoría crítico-económica de Marx (CA, pág. 260): a) "El capital es solo trabajo (alienado)" (y esta expresión es perfectamente compatible con el pensamiento de Marx); y b) "El trabajo es solo capital (variable)", porque esta segunda proposición de CA es una formulación imposible para Marx. El "capital variable" es el dinero (como capital) que se emplea en pagar el salario; y el salario no es el "trabajo vivo". ¡Esto sería la fetichización del trabajo que Marx criticó incansablemente!
CA (pág. 260) escribe: "El mérito de Dussel es llamar la atención sobre el fundamento de la totalidad (the grounding of the totality) en su origen exterior: el trabajo vivo". En la terminología de Marx, que no es la de Hegel en este punto, el trabajo vivo nunca puede ser el fundamento de la totalidad. El trabajo vivo es la fuente más allá del fundamento de la totalidad: crea el fundamento.
CA (pág. 260) escribe, siguiendo a Marco Guido: "El capital nos muestra la producción de capital por medio del capital". Pues no creo que sea así. Es justamente lo contrario: CA muestra la pretensión del capital de producir ganancia desde solo el capital, de producir capital del capital; es decir, al capital se le aparece la ganancia como siendo un producto de sí mismo, como siendo el capital la fuente de esa ganancia, siendo que en la realidad esa ganancia o su acumulación (porque no otra cosa es el capital) procede de una fuente que está oculta fetichistamente a sus ojos: el "trabajo vivo" en cuanto un "plus" por sobre la "fuerza de trabajo", y no el capital. Pero, por supuesto, no es un trabajo sin mediación (sería el trabajo del ser humano en el paleolítico buscando raíces y pescando con sus manos). La actualización desarrollada en el presente del trabajo necesita como condición al capital, pero el trabajo vivo puede también crear otros sistemas futuros posibles que serán igualmente condición de la actualización del trabajo en un estadio superior postcapitalista.
La crítica, por último, es exactamente la visión teórica que se tiene del capital desde el "trabajo vivo", como capacidad de deconstruir todas las categorías de la economía política capitalista, o mejor, del capital mismo, a partir de esa fuente creadora, y organizarlas (a las categorías) en un discurso que muestre la alienación del indicado trabajo vivo en complejos procesos que se vuelven opacos y ocultan la relación de todos los momentos del capital, hasta su horizonte mundial actual, con el "trabajo vivo" de la humanidad, en especial de los más explotados del Sur del Planeta.
Muchos otros temas han sido sugeridos por CA, pero creo que con los anotados he intentado comenzar el diálogo.
Bibliografía
Arthur, Christopher [CA], "Review on Dussel, 2001". En: Historical Materialism 11, 2 (2003), págs. 247-263 ["Enrique Dussel, Hacia un Marx desconocido: Un comentario de los Manuscritos de 1861-1863", en Herramienta núm. 26 (julio de 2004), págs. 111-126.
Dussel, Enrique, La producción teórica de Marx. Un comentario a los Grundrisse, Siglo XXI, México, 1985.
-, Hacia un Marx desconocido. Un comentario de los Manuscritos del 61-63, Siglo XXI, México, 1988.
-, El último Marx (1863-1882) y la liberación latinoamericana, Siglo XXI, México, 1990.
Hegel, G.W.F., Theorie Werkausgabe. 20 vv. Suhrkamp, Frankfurt a/M, 1970, v. 8.
Levinas, Emmanuel, Totalité et Infinit. Essai sur l’exteriorité, Nijhoff, La Haya, 1961.
Marx, Karl, El capital, libro II, Siglo XXI, México, 1982..
-, Grundrisse, Dietz, Berlin, 1974.
-, Grundrisse, engl. Trans., Vintage Books, New York, 1973.
Este artículo es una respuesta a la reseña publicada por Christopher Arthur en Historical Materialism, núm. 11/2 y en Herramienta, núm. 26.
Enrique Dussel es filósofo, profesor de la UNAM y de la Universidad Autónoma Metropolitana Itzapalapa. Colaborador de Herramienta.
[2] Dussel, 1988.
[3] Dussel, 1985, no traducido al inglés.
[4] Dussel, 1990, todavía no traducido al inglés.
[5] La obra de este filósofo judío (Levinas, 1961), indica con cierta cercanía, fenomenológicamente, algunas categorías que usaré. "Totalidad" y "Exterioridad" le son en parte -sólo en parte- debidas.
[6] Marx usa otra metáfora: "incorporación" (Einverleibung), que produce la "transubstanciación" (Transubstanziation) (con ironía Marx propone frecuentemente esta denominación de origen teológico, pero pertinente filosóficamente) del "trabajo vivo" que, de tener una existencia autónoma, termina por ser una "determinación" del capital.
[7] Me ocupo de este tema en los caps. 8-10 de mi obra nombrada Dussel, 1990.
[8] Marx, 1974, pág. 203ss (en inglés Marx, 1973, págs. 295-296). Véase Dussel, 1985, cap. 7, págs. 138ss. En el Manuscrito II del 44 leemos: "La existencia abstracta del ser humano como puro hombre de trabajo, que por eso puede diariamente precipitarse desde su plena nada (Nichos) en la nada absoluta (absolutes Nichts), en su inexistencia social que es su real inexistencia" (MEW, EB 1, págs. 524-425). La "nada" del sistema (capital) es lo mismo que la "realidad" más-allá del sistema como Totalidad. "Creación de la nada" es "creación desde la realidad" trascendental al capital como sistema, como Totalidad. Como puede imaginarse el lector esto supone muchas explicaciones, dadas en decenas de mis obras.
[9] Mi ponencia en Nápoles muestra cual es mi posición al respecto, parte de mi obra: Dussel, 1990: "El orden categorial" (págs. 419ss).
[10] J. Habermas en su tesis doctoral sobre Schelling estudia las referencias a Feuerbach y Marx, de manera que el tema habría que tratarlo aun con mayor detalle, ya que Feuerbach tampoco puede ignorar las críticas schellingianas del decenio de los veinte. Que la policía esté del lado de Schelling, como hubo un Heidegger con vinculaciones al nazismo no anula influencias posibles (ciertamente de lenguaje, de concepto) con Marx, en el primer caso, o con la primera Escuela de Frankfurt el segundo.
[11] MEGA, II, 6, pág. 72. Obsérvese la terminología fenomenológica.
[12] Cuando hablo de "creación" me refiero al "plusvalor". Aunque hay usos ambiguos de los términos en Marx, lo cual puede producir cierta confusión.
[13] Aquí por ejemplo "formación" es sinónimo de "producción", como subtítulo de El capital I.
[14] Este "valor" es el valor de los medios de producción y el salario, pero ninguno de ellos es el origen real del plusvalor. El origen, lo veremos, es la subjetividad creadora del trabajador como "trabajo vivo", que como el alma anima al monstruo.
[15] Esta hipotética posibilidad es la pretensión fetichista del capital de "crear plusvalor de la nada".
[16] El capital, vol. III, cap. 1; MEW, 25, pág. 48.
[17] Por lo tanto, la "fuerza de trabajo" tiene valor de cambio y se paga su uso. El "trabajo vivo" no tiene valor de cambio, porque siendo la "fuente creadora" del plusvalor (y en definitiva de todo el valor) no puede definirse por su "efecto", es decir, no tiene valor porque su precio (el salario) debería ser infinito. El "valor del trabajo vivo" es un concepto ilusorio, irreal, contradictorio, sin sentido. El "trabajo vivo" tiene dignidad (Würdigkeit) no valor (Wert).
[18] Aquí Marx está haciendo uso de unas de las partes más precisas de la Lógica de Hegel.
[19] Hegel, 1970, págs. 292-293.
[20] Grundrisse, cuaderno III (Marx, 1974, págs. 203ss; Marx, 1973, págs. 295-296).
[21] Es interesante que en 1858 se usa la contradicción trabajo vivo-capital; pero desde 1861 advierte que, antes de la existencia lógica del capital, solo hay dinero. Escribe entonces: trabajo vivo-dinero. Esta anterioridad del "trabajo vivo" a la existencia del capital (el sistema, la Totalidad), es el pauper ante festum de Marx. Hay "trabajo vivo" antes que el capital: exterioridad ante rem. La obrá in re ("trabajo asalariado" potentialiter desocupado), y pauper post festum (exterioridad como desocupado): grados de exterioridad; grados de subsunción; ninguna subsunción es absoluta (sería el perro en el circo: domesticación); ninguna exterioridad es absoluta (sería un ser humano en otro planeta o sin ningún contacto con el capital, lo que es imposible).
[22] Pero ese "muto" condicionamiento no tiene igual contenido en cada relación: a) el capital condiciona estrictamente en cuanto pone los medios externos; b) el trabajo pone la capacidad productiva (en general, como valor de uso y de cambio) y estrictamente como fuente de plusvalor. Dar el contenido a la cosa ni es lo mismo que poner la condición instrumental.
[23] Grundrisse (Marx, 1974, págs. 203-204).
[24] La "cosa" económica. fruto del trabajo. es la mercancía. Mientras que la "cosa", en la ontología hegeliana, a la que la "posibilidad" óntica tiende, es a la "existencia real de una cosa empírica".
[25] Debo aclarar que Marx usa la expresión: "El capital [es] creador de valor". Pero es como cuando habla del "valor del trabajo" para referirse al salario, o al "valor de la tierra", sabiendo que son "conceptos ilusorios" o sin sentido. Pero aún esto no indicaría que sea el capital en cuanto tal el que "crea plusvalor", porque el plusvalor no es lo mismo que valor, sino que es en el capital por su determinación "trabajo", que incluye la actividad del "trabajo vivo-impago", lo que "aparece" como si el capital pudiera (pura "apariencia" Schein) crear (plus)valor. Claramente expresado, Marx escribe que se llega así a "esta separación absoluta [...] entre la capacidad viva del trabajo y las condiciones de su realización, entre el valor [como trabajo objetivado] y la actividad creadora (wertschaffenden) del valor" (Grundrisse; Marx, 1974, pág. 356).
[26] Y estoy de acuerdo con CA que lo importante no es que haya una relación directa con Schelling, y aún aceptaría que ni indirecta, pero ciertamente no hegeliana, y por ello perteneciente a la tradición de Schelling, por su crítica del "ser" desde la "fuente creadora".
[27] Grundrisse (Marx, 1974, págs. 631-632; Marx, 1973, pág. 745-746).
[28] El "fundamento" del capital es el "valor que se valoriza": valor objetivado y acumulado. El plusvalor no tiene "fundamento", tiene una "fuente" (más allá del fundamento del capital, por ello el capital pretende presentarse "como su fundamento").
[29] Tan fetichista es el capitalista como el trabajador, porque ambos creen que el salario paga el "valor del trabajo" (Véase Dussel, 1993).
[30] Para Marx: tiempo necesario + plustiempo = tiempo de la jornada de trabajo. Es decir: salario + plusvalor = valor del producto. Es decir, el trabajo vivo, que es la "causa" del plusvalor, no tiene valor. Siendo la "fuente" de todo valor como persona, tiene dignidad, como ya hemos expresado en una nota anterior.
[31] Omnia determinato negatio est, expresaba Spinoza.