04/12/2024
Por Schachter Silvio
Este 24 de marzo tendrá la triste paradoja que, mientras las FFAA están en las calles, la gente ante la prioritaria e imprescindible cuarentena, debe estar recluida en sus casas.
Este hecho inédito, cargado de malos presagios, devino también en que se escuchen voces supuestamente progresistas no solo avalando sino que más aun,reclamando la imposición del estado de sitio y el toque de queda para hacerla cumplir,como única respuesta ante actos de egoísmo e irresponsabilidad que atentan contra la vida de toda la sociedad.Posiciones que empatizan peligrosamente con las argumentaciones que justifican las medidas tomadas por el presidente represor Sebastián Piñera en Chile.
Cuando el miedo se vuelve irracional, las excepcionalidades se pueden utilizar para imponer lo que hasta hace poco parecía impensado. El aislarse y no moverse, en una sociedad que hizo de la dinámica globalizadora de la comunicación y el movimiento constante un modo ser, junto al pánico al contacto físico, están generando nuevas subjetividades que como parte de la desesperación y la sensación de impotencia ante, el COVID 19, un enemigo invisible, no deben ser utilizadas para legitimar la cancelación de derechos, ni menos para blanquear la historia del terrorismo de Estado, tampoco para diluir el conflicto social bajo la falacia del lema de“todos en el mismo bote”. Son muchas las lecciones del pasado sobre la manipulación política de situaciones de crisis que deberían recordarse, porque del comportamiento social en el dramático escenario actual, dependerá cómo será el tiempo próximo, donde probablemente nada será igual.
Recientemente se hizo sentir el rechazo a dar vuelta la página, y quedó claro que no olvidamos ni perdonamos. Durante los años de plomo los pañuelos blancos desafiaron al feroz enemigo visible y el 24 de marzo se fue transformando en un hito del Nunca Más, de memoria, verdad y justicia. Más allá de la forma que adopte en estas durísimas circunstancias que hoy nos afectan gravemente, nada ni nadie puede arrebatar ni conciliarel sentido de este símbolo de lucha, resistencia y rebeldía
¡30.000 DETENIDOS DESAPARECIDOS, PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!
Silvio Schachter es miembro del consejo editorial de Herramienta