22/12/2024
El presente artículo se propone analizar los procesos electorales de febrero y abril de 2021 en Ecuador, primera vuelta - parlamentarias, y segunda vuelta presidencial respectivamente, proponiendo una lectura de un periodo político de nivel medio, esto es mirando la evolución del comportamiento electoral durante la etapa 2013 – 2021, que a su vez se enfoca en la evolución de las tres principales fuerzas políticas de esta etapa: el movimiento Creando Oportunidades – Creo (listas 21)[1], movimiento Alianza País – movimiento Unidos por la Esperanza – UNES (listas 35 y listas 1, respectivamente)[2], y movimiento Pachakutik (listas 18)[3], y finalmente las variaciones en la configuración parlamentaria de partidos y movimientos.
En primer lugar, es posible caracterizar el ciclo político 2013 – 2021 reconociendo las siguientes variables: i) ofensiva conservadora en oposición al denominado progresismo, en el gobierno al inicio de esta etapa, pues las presidencias de Rafael Correa van de 2007 a 2017; ii) crisis en la hegemonía del progresismo y su ruptura interna; y, iii) presencia y consolidación del movimiento indígena y el comportamiento de las fuerzas políticas en el campo popular.
En segundo lugar, a la par del ciclo político se desenvuelven dos momentos de una crisis económica e irrumpe la crisis sanitaria, dando presencia a una crisis multilateral, de fuerte incidencia en el comportamiento electoral del 2021.
La crisis económica tiene dos momentos decisivos, en el 2015 – 2016 la caída del precio a nivel mundial de las commodities, en especial del petróleo, que afecta agudamente al Ecuador, pues la matriz primario – exportadora se mantiene y consolida a lo largo de lo que va del siglo XXI, y luego en el 2020 – 2021 la crisis por la pandemia mundial del Covid – 19 y los estados de emergencia en casi todos los países, agudizado por el debilitamiento del servicio público de salud y sanitario.
En tercer lugar, la persistencia y luego consolidación de la movilización social, en especial del movimiento indígena, que en el 2015 marca un hito con las marchas contra el extractivismo, impulsado desde el estado y ejecutado desde transnacionales norteamericanas y chinas, y luego en el 2019, en octubre con el levantamiento indígena – popular contra la implementación de las medidas contempladas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Estos procesos señalados: ofensiva neoliberal, crisis del progresismo, consolidación de la movilización social, crisis multilateral, no son exclusivos del caso ecuatoriano, al contrario, son procesos que se desenvuelven a nivel regional, que están presentes, casi a la par en varios países.
Habrá que añadir el reforzamiento de la presencia de la política de control regional desde los Estados Unidos, anulando o debilitando esfuerzos como Unasur o la Celac, y la promoción de la OEA y el BID.
OFENSIVA NEOLIBERAL Y LA CARTA EMPRESARIAL DE LASSO – CREO.
La ofensiva neoliberal es una estrategia regional frente a la consolidación de los regímenes desarrollistas en varios países sudamericanos, en la primera década del siglo XXI, y que se despliega en el marco de la recuperación capitalista luego de la crisis financiera del 2007 – 2008. Por un lado, busca debilitar su lado de integración e intervención estatal, presionando que ellos mismos adopten medidas claves de su recetario, como el tratado comercial con la Unión Europea, y, por otro lado, consolida fuerzas políticas propias, en el caso de Ecuador es la emergencia de la carta empresarial de Guillermo Lasso y su movimiento electoral – político CREO.
En el caso ecuatoriano esta ofensiva neoliberal tiene un elemento específico y es que la opción seleccionada por el desarrollismo para darle continuidad, en el recambio del 2017, esto es la presidencia de Lenin Moreno, rápidamente abandona a su progenitor político y gira hacia la derecha, es crucial el momento, a mediados del 2018, cuando el frente económico pasa a ser comandado por el director del Comité Empresarial del Ecuador: Richard Martínez, ministro de Finanzas, que lleva adelante el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y comanda el crecimiento de la deuda externa, aún en el peor momento de la pandemia. Luego será premiado con la vicepresidencia del Banco Interamericano de Desarrollo.
La opción empresarial reemplaza a los viejos partidos de derecha, como el Partido Socialcristiano, pero ese es un proceso que dura siete años.
A continuación, pasemos revista a la evolución electoral y política de Lasso y Creo, para ello se presenta el cuadro No. 1
Cuadro No. 1: evolución de la participación electoral de Lasso – Creo.
Evolución de la participación electoral Lasso – CREO |
|
Período |
% de Votos |
Primera vuelta 2013 |
22,70% |
Primera vuelta 2017 |
28,10% |
Segunda vuelta 2017 |
48,80% |
Primera vuelta 2021 |
19,70% |
Segunda vuelta 2021 |
52,30% |
Fuente: Consejo Nacional Electoral / Elaboración: FHF y E.A.
El proceso electoral del 2013 se da en el momento mas alto de la hegemonía desarrollista, buena parte de la derecha opta por no presentarse, de hecho su principal expresión, el Partido Social Cristiano, no tiene candidato pero tampoco apoya expresamente a Lasso.
Guillermo Lasso, quién había sido un personaje político cercano a la antigua Democracia Cristiana, ocupó cargos estatales en el régimen de Jamil Mahuad, sobretodo un banquero que emerge luego de la crisis financiera que se provoca en Ecuador el año 1999, representa los intereses de los grupos empresariales por retomar de manera directa el control estatal, para cumplir con el programa neoliberal inconcluso del periodo 1996 – 2006.
En el proceso electoral del 2017 se presenta en alianza con una nueva fuerza electoral, el movimiento SUMA del entonces Alcalde de Quito de nombre Rodas, ya en el momento de declive del desarrollismo, y logra presionar para una segunda vuelta con el candidato Lenin Moreno.
En este año el Partido Social Cristiano si presenta la candidatura de Cinthya Viteri.
En el intermedio entre las elecciones del 2017 y las del 2021 se consolida esta carta empresarial en el naipe representativo de la derecha, ya hemos mencionado el rol del ex – ministro de finanzas Martínez, y ello se refleja en que ahora sí la derecha va unida y los socialcristianos apoyan abiertamente a Lasso y van en alianza.
Sin embargo, los resultados de la primera vuelta del 2021 muestran la debilidad de la derecha, pues pese a que las dos principales fuerzas electorales de esa tendencia van unidas, el candidato Lasso obtiene su peor resultado en primera vuelta: el 19,7%, frente al 28,1% de la primera vuelta del 2017, e incluso frente al 22,7% del 2013.
Esto se da como consecuencia de la consolidación de otras fuerzas políticas que emergen fuera de la polaridad correísmo – anti correísmo, estos son los candidatos Yaku Pérez del movimiento Pachakutik, con una propuesta indígena – ecologista, y el candidato Hervas con una propuesta ciudadana – socialdemócrata.
Solo el balotaje de la segunda vuelta en abril del 2021, entre Arauz y Lasso, vuelve a colocar al centro la polaridad señalada, Lasso toma la iniciativa en esta parte de la campaña, y apela a su favor las resistencias ante la década caudillista, es allí donde recupera escenario. El candidato empresarial que se ve obligado en público a morigerar su discurso conservador.
Alcanza el 52,3% de los votos válidos, aun así es un triunfo débil, pues carece de mayoría en el parlamento y el movimiento político que lo sostiene no tiene una estructura de base, mas allá de las cámaras de la producción.
Pero no hay que llamarse a engaños, el propósito central del gobierno de Lasso es dar continuidad y profundizar el retorno neoliberal ya emprendido por el régimen de Lenin Moreno; es su continuidad.
CRISIS DEL PROGRESISMO Y LA OPCION TECNOCRÁTICA
El cierre del ciclo progresista tuvo su especificidad en el caso ecuatoriano, vino de una implosión interna, como efecto de la fragmentación que arrastra desde sus orígenes.
Pero probablemente es mas que eso, y fue colocado al centro del debate en el proceso electoral del 2021, un proyecto de modernización capitalista que tiene una impronta extractivista.
Es insuficiente la apuesta por la recuperación de la presencia del estado en el tejido social y económico, si eso es factible por la vía de sostener y ampliar la explotación petrolera y minera, así como un centralismo absorbente, que incluye el control sobre los movimientos sociales alternativos.
Estas contradicciones ya estaban presentes, pero poco visibles en el momento pico de la hegemonía desarrollista en el 2013, y cada vez se van tornando centrales, como aconteció en el proceso del 2021, porque ahora hubo un movimiento indígena y un portavoz con la capacidad de colocar en el primer plano la cuestión del anti – extractivismo.
Pero volvamos a la metodología adoptada, lectura de la evolución en los procesos electorales 2013 – 2021, para ello se presenta el cuadro No. 2.
Cuadro No. 2 Evolución de la participación electoral A. País / UNES
Evolución de participación electoral A. País / UNES |
|
Período |
% de Votos |
Primera vuelta (2013) |
57,2% |
Primera vuelta (2017) |
39,40% |
Segunda vuelta (2017) |
51,20% |
Primera vuelta (2021) |
32,70% |
Segunda vuelta (2021) |
47,60% |
Fuente: Consejo Nacional Electoral / Elaboración: FHF y E.A.
En la primera vuelta de las elecciones del 2013 se encuentra en su auge la hegemonía del proyecto desarrollista – populista y su líder Rafael Correa, gana en primera vuelta con el 57,2% de la votación, el más alto de todo este periodo, respaldo electoral que se replica en las elecciones parlamentarias y le da una amplia mayoría en la Asamblea Nacional, victoria amplificada gracias a la distribución de escaños aplicando el denominado método de Hont.
Este fuerte capital político es utilizado para consolidar un proyecto político que moderniza el capitalismo vía direccionamiento estatal y ampliar las concesiones mineras y petroleras, combinado con bonos gubernamentales para la reducción de la pobreza. Cabe recordar que en el año 2014 es cuando mejor le fue a las grandes empresas capitalistas en lo que va del siglo XXI.
Las contradicciones del modelo desarrollista se tornan evidentes en el bienio 2015 – 2016 ante la caída del precio internacional del petróleo y en general de las materias primas, añadiendo el agotamiento del liderazgo caudillista, lo que torna políticamente inviable la opción de una segunda reelección.
Para las elecciones del 2017 el partido de gobierno Alianza País presenta la candidatura de Lenin Moreno, y en la primera vuelta obtiene el 39,4%, lo que conlleva a una segunda vuelta, que la ganan con el 51,2%.
Ya hemos indicado el comportamiento político de Moreno, dando las espaldas al proyecto desarrollista, abriendo procesos judiciales contra el ex – presidente Correa, y entregándose a las viejas oligarquías, pero en especial a los dictados de Washington y del FMI.
La fracción correista es perseguida y pierde el partido Alianza País, que luego es destruido totalmente por Moreno, ellos quedan en minoría y deben buscar la cobertura de otras tiendas políticas. Para las elecciones seccionales del 2019 lo hace bajo el nombre de Fuerza Ecuador.
Hay que reconocer que en este periodo logran, ahora sí, conformar un partido político con una cohesión ideológica y un tejido organizativo de alcance nacional.
Para el proceso electoral del 2021 se presentan bajo la alianza Unión por la Esperanza – Centro Democrático y lanza la candidatura de Andrés Arauz, que ratifica la opción tecnocrática que había caracterizado al quehacer de la gestión gubernamental de los regímenes del ex – presidente Correa.
En la campaña de primera vuelta retoma el discurso desarrollista y la adhesión “al gran líder perseguido”, obteniendo el primer lugar con el 32,7%, logro importante considerando las condiciones atravesadas.
Pero los resultados de febrero traen otra sorpresa importante, la votación que alcanza el candidato de Pachakutik, que en los reportes preliminares lo colocaban en segunda vuelta, pero luego es desplazado al tercer lugar. Ello pone al centro ahora de un debate de interés nacional e internacional la relación entre progresismos y movimientos indígenas, entre extractivismo y antiextractivismo.
En la campaña de segunda vuelta Arauz pierde la iniciativa, no logra romper las resistencias que arrastra como delfín del ex – presidente, obteniendo en las urnas el 47,5% de los votos válidos.
Sin embargo, su partido queda como la primera fuerza política del país, con un importante bloque parlamentario. El candidato Arauz planteó en la campaña de segunda vuelta un desafío para los suyos y los ajenos, que va más allá de la coyuntura electoral: ¿es posible y cómo la construcción de un bloque histórico que aglutine a la socialdemocracia, revolución ciudadana, movimiento indígena e izquierda clásica?
LA CONSOLIDACIÓN POLITICA DEL MOVIMIENTO INDÍGENA Y LA OPCION ECOLOGISTA
El proceso electoral del 2021 dejó posicionado al movimiento indígena como la segunda fuerza política nacional, alcanzó importantes adhesiones en las grandes ciudades del país: Quito y Guayaquil, tiene un importante bloque parlamentario y colocó al centro del debate nacional la cuestión étnica, ambiental y anti – extractivista.
El recorrido ha sido largo, donde el escenario electoral frecuentemente ha resultado escabroso y esquivo para la Conaie y el partido Pachakutik.
Al igual que en los casos anteriores, veamos la evolución del comportamiento electoral de Pachakutik en el periodo mediano del 2013 – 2021. Para ello se presenta el cuadro No. 3.
Cuadro No. 3 Evolución electoral del movimiento Pachakutik
Evolución electoral del movimiento Pachakutik |
|
Período |
% de Votos |
Primera vuelta (2013) |
3,31% |
Primera vuelta (2017) |
6,71% |
Primera vuelta (2021) |
19,40% |
Fuente: Consejo Nacional Electoral / Elaboración: FHF y E.A.
La participación electoral de Pachakutik, en el periodo histórico señalado, está marcada por el impacto de la hegemonía desarrollista - populista, la crisis en dicha tendencia, el rol del movimiento indígena como catalizador de lucha popular contra los regímenes de Correa y de Moreno.
En este punto es pertinente una observación previa, con frecuencia las notas de prensa señalan al movimiento Pachakutik como el brazo electoral de la Conaie, para un análisis que rebase los límites de una información periodística, esa afirmación hay que procesarla, pues ambas organizaciones: movimiento social y movimiento político tienen fuertes vasos comunicantes, pero ninguno es apéndice del otro, pues se dan espacios de autonomía entre uno y otro.
En el proceso de las elecciones presidenciales del 2013, Pachakutik va en alianza con el Movimiento Popular Democrático y presenta la candidatura de Alberto Acosta, ex – presidente de la Asamblea Constituyente 2007 – 2008, obteniendo apenas un respaldo del 3,3% de la votación. El discurso de una crítica de izquierda y ecologista a la gestión desarrollista de Correa queda en franca minoría.
En el proceso de las elecciones presidenciales del 2017, Pachakutik va en alianza con Unidad Popular (ex – MPD) y la Izquierda Democrática, presentando la candidatura de Paco Moncayo, ex – Alcalde de Quito y militar, obteniendo un respaldo del 6,7%, una opción por fuera de la dualidad correísmo – anticorreismo nuevamente queda en las minorías.
En el proceso de las elecciones presidenciales del 2021 Pachakutik, con la adhesión del partido Unidad Popular (listas 2) presenta un candidato indígena, con recorrido dentro del propio movimiento: Yaku Perez, quién había sido presidente de la Ecuarunari (filial sierra de la Conaie) y ex – prefecto de la provincia del Azuay, y alcanza un resultado electoral notable: el 19,4%, e incluso llega a presentar una denuncia de fraude para restarle votos e impedir su presencia en la segunda vuelta.
¿Qué había acontecido, para que se produzca ese salto en el comportamiento electoral favorable a Pachakutik con un candidato indígena? Señalemos rápidamente tres factores: i) persistencia y cohesión de la organización de base y social del movimiento indígena, ii) importancia del levantamiento indígena – popular de Octubre de 2019[4], iii) resonancia nacional de un discurso étnico – ecologista que denuncia el extractivismo, iv) un candidato que genera adhesiones y simpatías en amplios sectores de la población urbana y rural.
Ante la segunda vuelta electoral tanto Conaie como Pachakutik sostienen la denuncia de fraude electoral y se pronuncia por el voto nulo[5], lo cual tuvo una importante adhesión, pues alcanza un 16,5% del total de la votación y ello fue determinante en el resultado final de las elecciones presidenciales del 2021, como se puede observar en el cuadro No. 4
Cuadro No. 4: resultados elecciones segunda vuelta, total votos sufragados
Resultados elecciones 2021 segunda vuelta, total votos |
||
Candidato |
Votos |
% de Votos |
Guillermo Lasso |
4.656.426 |
43,7% |
Andrés Arauz |
4.236.515 |
39,76% |
Nulos |
1.761.433 |
16,53% |
Fuente: Consejo Nacional Electoral / Elaboración: FHF y E.A.
EVOLUCION DE LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN EL PARLAMENTO
Para completar este análisis sobre los resultados del proceso electoral del 2021 es necesario dar una mirada a los datos respecto de las elecciones parlamentarias, y escogemos dentro de ellas a la información en cuanto a asambleístas nacionales, las mismas que se dan junto con la primera vuelta presidencial.
El comportamiento electoral en la papeleta de asambleístas nacionales expresa la fortaleza o debilidad de estructuras políticas y adhesiones en todo el país, pues en el nivel provincial pueden influir factores muy locales.
En este renglón volvemos a un comparativo entre los resultados de momentos diferentes: elecciones 2017 y 2021, veamos el gráfico No. 1
Gráfico No. 1: Comparativo representación asambleístas nacionales 2017 - 2021
Fuente: Consejo Nacional Electoral / Elaboración: FHF y E.A.
Vemos el gráfico que señala las 5 bancadas parlamentarias con mayor votación, en tonos azules los resultados de elecciones de asambleístas nacionales en el 2017 y en tonos naranjas los resultados de elecciones de asambleístas nacionales en el 2021.
Tanto el 2017 como el 2021 la primera fuerza política es de la corriente autodenominada Revolución Ciudadana, en el 17 bajo las banderas de Alianza País, ahí estaban tanto “correistas” como “morenistas”, en el 21 bajo las banderas de Unes solo los “correistas”, obtienen el 32,2% y el total de su bancada legislativa será de 48 dentro de un parlamento de 135 miembros.
Cabe indicar que las listas de Alianza País no obtuvieron ni un solo parlamentario, evidencia del desprestigio absoluto del régimen de Lenin Moreno.
La segunda fuerza política en la Asamblea del 2021 ahora es de Pachakutik, para asambleístas nacionales su lista obtuvo el 16,8%, lo que evidencia la cohesión que tuvo la adhesión electoral al movimiento indígena, y una bancada total de 26 parlamentarios, incluidos diputados por provincias con alto peso urbano como Pichincha y Guayas. Se reitera el salto alcanzado, pues en el 2017 su lista nacional obtuvo el 2,6%.
La tercera fuerza es la Izquierda Democrática, que en la lista nacional parlamentaria alcanza el 11,9%, y obtiene una bancada total de 16, una recuperación importante de la socialdemocracia tradicional, que en el 2017 había alcanzado en lista nacional el 3,7%.
Sin lugar a duda el dato más importante de la evaluación de la votación parlamentaria es la caída del bloque parlamentario de la derecha, esto es de los partidos CREO y Socialcristiano, quienes, en el reciente 2021, juntos alcanzan la votación del 19,3% en listas nacionales, comparado con el anterior 2017 donde juntos sumaban el 36%.
La derecha retrocede en el respaldo electoral de manera significativa y eso provoca una debilidad política para el nuevo gobierno de Guillermo Lasso, no solo por un bloque parlamentario propio minoritario, 31 entre 135, sino por estructuras partidarias frágiles, con un Partido Social Cristiano solo con influencias regionales y un movimiento CREO que hasta ahora es mas una maquinaria electoral con un modelo empresarial centralizado, antes que un partido político con propuesta y organización cohesionada.
UN PUEBLO MEJOR QUE SUS GOBERNANTES
Para cerrar este artículo viene bien mencionar una de las últimas frases cínicas del ex – presidente Lenin Moreno a horas antes de salir de dicho cargo, expresada en Miami el 5 de mayo. La hemos calificada de cínica, como buena parte de sus pronunciamientos. Ante un evento de la ultra – derecha regional el ex – presidente ha expresado: “ojalá yo tuviera un mejor pueblo”[6]
¿Cuál es el trasfondo de esta queja de Moreno ante la ultra – derecha de Miami?, evidentemente tiene en su memoria la resistencia del pueblo ecuatoriano a sus políticas neoliberales, en especial el levantamiento de octubre del 2019 que trastocó la planificación de imponer este programa retardatario. Pero también están las adhesiones políticas de los sectores populares expresadas en los recientes procesos electorales, en especial la primera vuelta.
Pues si bien es cierto que en la segunda vuelta termina ganando Lasso, pero los respaldos electorales a la derecha son limitados. También vale mencionar, aunque no tenga mucha relevancia, la profunda derrota política del gobierno de Lenin Moreno, pues el partido político del cual él fue su director nacional por casi cuatro años, Alianza País (listas 35) en las elecciones presidenciales alcanza apenas el 1,5%, y en la de parlamentarios nacionales obtiene el 2,7%. También indicar que el otro partido auspiciado de quienes participaron en el gabinete ministerial (Romo y Roldán) el Movimiento Construye (listas 25) obtuvo en las presidenciales un apoyo equivalente al 0,8 % del electorado, y en las elecciones de parlamentarios nacionales obtiene el 0,7%.
A MODO DE CONCLUSIONES
Los resultados del proceso electoral del 2021 en Ecuador cambian de manera importante el panorama de fuerzas políticas en el país, al menos en lo que tiene que ver con su representación en las instancias de poder gubernamental.
Una evolución que inicialmente aparece como frágil.
La opción de la derecha empresarial gana la Presidencia de la República, pero la estructura política que lo sostiene apenas obtiene el cuarto lugar en la representación parlamentaria y las fricciones con su aliado natural de tendencia, el partido Socialcristiano cada vez es más agudas. Siendo por una parte continuidad del régimen de Moreno, en cuanto su base son las Cámaras de la Producción y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, por otra parte busca profundizar en una línea de apertura total a los acuerdos comerciales y completar la vía que quedó trunca en el 2005, con la caída de la suscripción del entonces TLC.
La opción desarrollista, en esta ocasión representada por una opción tecnocrática logra mantener como primera fuerza política del país al progresismo – correista, bajo un norte marcado por el caudillo que ata las perspectivas de la organización política.
La opción indígena sorprende, se convierte en la segunda fuerza política del país, se afianza fuertemente en los espacios rurales y alcanza adhesiones electorales importantes en zonas urbanas, y ello le coloca ante desafíos enormes: si tiene la capacidad o no de representar y defender el conjunto de intereses de las clases populares o termina atrapada en las ofertas de co – gobierno planteadas por Lasso y Creo.
Francisco Hidalgo Flor es profesor de Sociología del Desarrollo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central del Ecuador, agradezco el apoyo de Eliana Anangonó en el procesamiento de los datos electorales.
Bibliografía:
Consejo Nacional Electoral (2018). “Elecciones presidenciales del Ecuador: 1948 – 2017”. Edit. CNE – Instituto de la democracia. Quito.
Consejo Nacional Electoral (2014). “Atlas electoral del Ecuador: 2009 – 2014”. Edit. CNE – Quito.
Consejo Nacional Electoral (2017). “Resultados electorales 2017”. Edit. CNE – Quito.
Francisco Hidalgo y Dominy Hidalgo (2020). “Elecciones municipales 2019: consolidación de la alianza electoral como estrategia predominante”. En: Revista Ciencias Sociales de la Universidad Central del Ecuador No. 41, pp 161- 170.
Resultados electorales 2021 en el portal del Consejo Nacional Electoral: https://resultados2v.cne.gob.ec/
[1] Sobre CREO ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_CREO
[2] Sobre UNES ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Uni%C3%B3n_por_la_Esperanza
[3] Sobre Pachakutik ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Pachakutik
[4] Análisis más detallado sobre el levantamiento de octubre 2019 ver el Boletín Sociología y Política No. 4, en: http://revistadigital.uce.edu.ec/index.php/hoy/issue/view/221
[5] El pronunciamiento oficial por el voto nulo señala: “Al conocer la decisión del TCE y frente a la negativa del organismo sobre el pedido de Pachakutik, impulsaremos el voto nulo ideológico, ni Lasso, ni Nebot, ni Correa. Esta postura es consecuente con nuestra lucha histórica, por nuestro proyecto político que trasciende el tiempo electoral (...). Permaneceremos firmes por nuestro horizonte de resistencia y estableceremos otros mecanismos de lucha para encaminar las demandas sociales” (consultado en: https://www.eluniverso.com/noticias/politica/conaie-promovera-entre-sus-bases-el-voto-nulo-para-la-segunda-vuelta-electoral-nota/ )
[6] Diario El Expreso, 5 de mayo de 2021: ver https://www.expreso.ec/actualidad/lenin-moreno-mejor-pueblo-foro-democracia-103959.html