08/11/2024
1. El Oro: ¿qué está pasando?
En la actual crisis económica global, los Bancos Centrales están comprando más oro de lo que comúnmente lo hacían. Lo hacen, porque pese al desacoplamiento con la crisis de los setenta, en una nueva fórmula de Bretton Woods que lo sustituyó plenamente por el dólar, lo cierto es que este metal ha sobrevivido a todas las crisis del capitalismo global. Es una forma en términos prácticos de protegerse frente a una recesión, la volatilidad de los mercados, la inflación y el riesgo cambiario.
Desde que se origina la ruptura absoluta con el patrón oro en los 70, este ha pasado de unos 37$ a 1800$ en la actualidad, es decir su valor se ha incrementado unas 48,6 veces. Esto representa en promedio que ha prácticamente crecido en ese valor inicial cada año. En ese mismo período el PIB ha crecido unas 27,5 veces apenas.
EE.UU., por su parte, es el mayor tenedor de reservas de oro del planeta (unas 8000 toneladas), aunque genera suspicacia que desde 1953 no se desarrolla una auditoría que permita confirmar la tenencia en físico de las mismas. China por su parte argumenta que posee unas 2500 toneladas del metal, aunque algunas estimaciones no oficiales permiten intuir que pudieran llegar a casi al doble de las mismas.
Para entender el mercado del oro, es necesario conocer que el 95% del volumen de este se cotiza en las Bolsas de Londres, Nueva York y Shanghái, lo que permite además desarrollar un juego altamente especulativo en este sector.
JP Morgan Chase y Citibank poseen el 90% de los derivados del oro y otros metales preciosos de EE.UU., y a ellos se le suman Goldman Sachs y Bank of América, en el caso de los derivados financieros. Resulta curioso que JP Morgan Chase reportara 330 mil millones de dólares en el primer trimestre de 2022, un 1071% más que lo reportado el trimestre anterior: 28 mil millones de dólares.
Por otra parte, se estima que los pasivos generados por el mercado especulativo del sector financiero estadounidense; esto es deuda en papeles que no están soportados por su tenencia, y que requerirían una garantía de activos del sector financiero, pareciera ser insuficiente para cubrir los 530 mil millones de dólares, con una tenencia de apenas una cuarta parte en físico del oro de los principales tenedores.
Para tener una idea de las dimensiones del mercado especulativo del oro, en 2020 los derivados negociados del metal alcanzaron la cifra astronómica 7 veces el PIB mundial de ese año.
El asunto de fondo pudiera apuntar hacia una nueva crisis del dólar elevado artificialmente por una emisión cada vez más expansiva, que ha sobrevalorado esta divisa, frente a la reciente caída del oro, que ya ha originado una investigación por manipulación de los mercados por parte de JP Morgan según el propio Gobierno de los EE.UU., con lo que estarían estos fondos de inversión preparándose para una crisis del sistema monetario global.
2. MERCOSUR: Adiós Europa, bienvenidos BRICS y Turquía
La alianza del MERCOSUR había venido desarrollando una dinámica, para incrementar sus ventajas competitivas hacia Europa, a tal punto que una negociación de Acuerdo de Libre Comercio entre las partes se encuentra sobre la mesa. Pero ¿qué está pasando en la actualidad con sus miembros?
Brasil ha estado fortaleciendo su relación con Rusia, en sectores estratégicos, como el de fertilizantes y los hidrocarburos, a tal punto de convertirse en comprador de Diesel ruso. Hace una semana la ausencia de Bolsonaro en la cumbre del MERCOSUR envía un mensaje claro de su distancia con este organismo, que ya lo había golpeado al mejorar las condiciones arancelarias a otros países.
Por su parte Uruguay se encuentra negociando un tratado de libre comercio con China, que expone particularmente al bloque desde el punto de vista de las propias condiciones impositivas de aranceles.
Venezuela, en cambio, negoció un acuerdo comercial con Turquía, buscando alternativas frente a las medidas coercitivas unilaterales aplicadas contra el país, y abriendo su primer tratado de esta materia extra-regional. Es importante destacar que Venezuela agrega al bloque del MERCOSUR las principales reservas de petróleo mundiales y junto a Brasil más del 20% global, mientras que la próxima adhesión de Bolivia dispondría de más del 50% de las reservas de litio.
Algunos analistas apuntan hacia una desintegración del MERCOSUR, lo que pudiera ocurrir es una nueva direccionalidad geoeconómica, colocando la mirada hacia otros socios dentro del BRICS y como lo hemos visto también Turquía, distanciándose cada vez más de Europa.
3. BRICS hacia una nueva moneda de reserva
Durante los últimos 10 años China y Rusia han venido consolidando sus tenencias de reservas en Oro, y han venido disminuyendo las de divisa estadounidense. En el caso de China este valor ha caído considerablemente de 3,9 billones a 3,2 billones de dólares, mientras que el comercio exterior pasó de usar la divisa norteamericana de un 90% en 2015 a 45% en 2020. Rusia, por su parte, ha incrementado 4 veces sus reservas de oro entre 2008 y 2022, y desechando casi en su totalidad la tenencia de bonos del tesoro de los EE.UU.
Por otra parte, el comercio entre los socios del BRICS, es cada vez más amplio, en la que China ya cuenta con una plataforma bancaria propia a través Union Pay y Rusia ha anunciado la creación de un sistema de intercambio propio como alternativa al SWIFT, a la par que negocia en monedas locales con India el comercio de Hidrocarburos.
China y Rusia anunciarán una nueva moneda de reserva global. Muchos analistas hablan sobre los problemas en la confianza, pero lo que no ven es que las economías emergentes tienen hoy la mayor proporción del crecimiento económico global, frente a un sistema occidental que ha instrumentalizado las sanciones unilaterales como arma económica, generando así un abismo en la credibilidad que será difícil de recuperar.
4. ¿Desglobalización o neoglobalización?
Durante el más reciente Foro de Davos se discutió sobre los problemas a los que se enfrenta la economía global, entre ellos advierte que pudiéramos hacer frente a los desafíos de la desglobalización, mediante una recomposición geopolítica de los mercados. ¿Es esto verdaderamente factible?
Se ha instrumentalizado el conflicto en Ucrania para culpar de todos los males las actuales circunstancias, pero la realidad desborda aún más las expectativas. Imaginar un escenario de no dependencia global de los mercados, no parece un escenario viable. Es así como vemos que pese al propio conflicto bélico la UE sigue dependiendo del gas ruso, y que Alemania no cuente con dicho suministro, no implica que otros países como España o Italia no se estén beneficiando, de esta forma pierde un país, pero no el bloque. Lo que pudiera estar ocurriendo es una nueva fase de la globalización, que esté dada más con la confrontación de la fuerza y el uso de medidas maximalistas en aras de conquistar o mantener ciertos mercados.
5. Prospectiva del mercado de los hidrocarburos. ¿La transición energética para cuándo?
El futuro del gas y el petróleo pareciera generar un pronóstico de altos precios y mayor cercanía de los productores, especialmente en el escenario de OPEP+.[1] Lo que está aconteciendo en las recientes semanas da fe de ello.
EE.UU. se convierte en el principal proveedor a la UE elevando más de 15 veces su precio previo a la crisis para Europa, desplazando a Rusia, aunque pareciera no ser sostenible, tal como demuestra tener que haber echado la mano a las reservas estratégicas del país norteamericano para frenar un mayor incremento de los precios.
Rusia, por su parte, se diversifica y alcanza niveles históricos de comercio de hidrocarburos con China, India, Turquía, Arabia Saudita y Brasil y se convierte en el segundo proveedor de gas a España e inyecta mediante un acuerdo casi el doble a Italia.
Argelia, por su parte, también se reconfigura, y pasa del primer a cuarto lugar como exportador de gas natural a España, desarrollando nuevos acuerdos con Italia y anunciando la construcción de un gasoducto con Nigeria y Níger a través del desierto.
Venezuela vuelve al escenario petrolero mundial, mediante los permisos dados a diversas operadoras afectadas por las medidas coercitivas unilaterales, en las que ya REPSOL ha anunciado que ha recibido 3 millones de barriles del crudo venezolano.
Mientras tanto, Biden hace una gira sin éxito por el medio oriente, y Macrón hace lo propio en África, y como naipes caen uno tras otro en el escenario de la UE, primero Johnson en Reino Unido y luego Draghi en Italia, a la par que la tan aclamada transición energética no parece haber llegado nunca a Europa, cuando la capacidad de negociación se disminuye y occidente menos tiene que ofrecer a el mundo.
6. Walmart y Amazon: la punta del iceberg
Walmart es el gran ícono del modo de consumo de la tercera revolución industrial, mientras que Amazon, de la cuarta. Ambas empresas ostentan lugar dentro de los primeros 5 puestos la revista Fortune 500, y en una misma semana han anunciado caída en sus ingresos y beneficios, culpando a la inflación de los resultados financieros. La solución apunta como ya lo han indicado a elevar los costos de los productos y reducir el personal empleado.
Similares escenarios también se han visto en el sector Tecnológico: Netflix, Apple y Meta, también en el mercado Crypto como Coinbase, en los fondos de inversión; JP Morgan, Goldman Sachs y Bank of América. Muchos son los síntomas de la actual crisis que parecieran apuntar a una gran depresión, en lugar de una recesión breve.
7. Contexto del capitalismo global. ¿Cómo afecta a la clase trabajadora?
El escenario que nos corresponde transitar es cada vez más complejo. Estamos frente a uno multidimensional, mediante una caída de la rentabilidad (fija y variable), un incremento en el costo de la deuda, por la subida desmesurada de las tasas de interés, que afecta el nivel crediticio de los ciudadanos y los Estados, un incremento de las deudas corporativas mediante la cada vez más evidente presencia de empresas zombis, las cuales son aquellas altamente endeudadas, con un coste hacia la baja de la mano de obra que empobrece la clase trabajadora, afectada por la alta inflación global. Las consecuencias perfiladas de esta gran crisis son: una caída de la inversión pública y privada, pérdida de empleos, mayores costes de los bienes y servicios y caída de los salarios. Una prospección nada alentadora para los ciudadanos de a pie.
[1] Países miembros de la OPEP y Rusia.