25/04/2024

Despedimos a Laura Sotelo

Por Revista Herramienta

Con profunda tristeza despedimos a la compañera Laura Sotelo, quien nos dejó el pasado domingo primero de marzo. Además de una destacada docente de la Facultad de Psicología, Laura fue una importante militante y delegada gremial: trabajó incansablemente en la defensa de la Universidad pública y el derecho a la salud, y fue una activa luchadora por condiciones dignas de trabajo y de estudio.

Entre tantas palabras que hoy recuerdan a Laura, compartimos las escritas por el compañero Gustavo C. Guevara:

"Laura siempre toma posición. Sus posiciones no hacen concesiones ni a sus oponentes (sean estos militantes neofascistas, grupos antiderechos o perennes amigos de los poderes de turnos), ni a quienes nos consideramos amigues o compañeres de ruta. Baste recordar mí apelación en la Facultad de Psicología al Marx epistolar del: “jamás sería marxista” y su réplica tan contundente como cálida: “me considero una marxista de pies a cabeza”. Compartía el sentido que Marx había querido dar a esa frase de combate contra el dogmatismo y la pereza mental, pero subrayó que en estos tiempos de capitalismo salvaje, no podemos dar lugar a equívocos, aunque no necesitaba repetirlo dijo que se considera una militante roja.

Está claro que Laura sabe conciliar su rigurosidad académica con su compromiso militante, o mejor aún, en ella ambas cosas se potencian, porque sabemos que jamás lo suyo ha sido la búsqueda de títulos (aunque cuenta con ellos: su Licenciatura en la Escuela de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Artes y su Doctorado en Humanidades con mención en Filosofía bajo la orientación de José Sazbón), ni el activismo “sin teoría”.

Militó siendo estudiante en el MAS y docente universitario en el movimiento que ganó las calles en el 2001 para enfrentar al neoliberalismo. Como delegada de Coad en Psicología bregó por transformar las condiciones de trabajo en un medio peligrosamente insalubre, al tiempo que enfrentó la imposición del pensamiento único reivindicando la Escuela de Frankfurt y la teoría crítica. Cada 24 de marzo se suma a la columna de Coad y en cada convocatoria esencial para la defensa de la educación pública dice presente. Hay que reconocer que su andar es un tanto dificultoso, pero sus pasos son tan firmes como la claridad con que expresa sus convicciones.

A esta altura, el lector sabrá de la incorrección gramatical del tiempo verbal empleado, pero apelo a su secreta complicidad como albur para exorcizar lo que se nos querrán imponer administrativamente como una ausencia.

Son muchas las dimensiones para repasar y no soy el más calificado para abordar casi todas ellas. Habrá tiempo para subrayar el valor de sus traducciones junto con Héctor, para releer sus escritos, para recordar la dinámica de sus clases o evocar su inmarcesible amistad con quienes la acompañan siempre. Su cariño por Cata siempre estuvo a la vista de todos y seguro no es necesario agregar nada al respecto; sin embargo, no quiero dejar de evocar aquel 2001 donde aquella niña formó parte, al igual que varios de nuestros hijxs, de aquel movimiento de Refundación Gremial u ocultar que la última vez que vi a Laura su centro de interés era, en aquella acogedora casa de calle Servando Bayo, tomar café con Cata.

De mí parte solo quiero rescatar la valentía de Laura. El macrismo no fue una creación ex nihilo. Antes del 10 de diciembre de 2015 ya existía un discurso de derecha que intenta presentar el patear la cabeza de un ser humano tendido en el piso hasta matarlo como sinónimo de justicia. En pleno macrismo, la Doctrina Chocobar intenta elevar el matar por la espalda a una persona inmovilizada en el piso como sinónimo de justicia. Laura apeló a la construcción de un discurso crítico y una militancia antibarbarie. Una vez más, su aporte superlativo estaba allí, en articular las herramientas académicas con las urgencias sociales, para ello lo importante entonces no era el acrecentamiento de su CV sino la empatía con el sufrimiento humano. A contracorriente dedicó tiempo y esfuerzo al caso de David Moreira, cosa que yo no hice en la medida que entiendo hoy me lo debería haber planteado. En este 2020 también este tema se reedita, pero claro con otras coordenadas.

Sin duda el compromiso de Laura, su valentía, sus aportes intelectuales, su apuesta permanente a la construcción colectiva, sirven para trastocar la normativa que impone las reglas de la Real Academia Española. Usamos el tiempo presente porque su lucha, nuestra lucha, contra el capitalismo salvaje, continúa."

https://mailchi.mp/coad/hasta-la-victoria-siempre-compaera-laura-sotelo?e=8064f184fa  

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