23/12/2024
Una reseña del libro De regreso a Marx. Nuevas lecturas y vigencia en el mundo actual, coordinado por Marcello Musto (profesor de Sociología en la Universidad York de Canadá), un trabajo que recoge ensayos de diversos autores marxistas sobre la vigencia actual y la recepción global del autor de El Capital, que resulta “útil para comprender por qué Marx fue elegido como el pensador más grande del último milenio en una encuesta de la BBC”.
El escritor argentino Luis Franco, definió a Karl Marx como “el hombre que sacó la filosofía de las academias y la puso en los puños del mundo”. En otras palabras, Marcello Musto afirma que “pocos hombres han conmovido al mundo como lo hizo Marx”, y que su pensamiento inspiró los programas y estatutos de todas las organizaciones políticas y sindicales del movimiento obrero en casi todo el mundo. Sin embargo, para el autor, ya en el siglo XIX habían surgido intentos para convertir sus teorías en una ideología rígida y dogmática. Lo que ayudó a consolidar esta transformación de las teorías de Marx fueron las formas en que sus ideas llegaron al público lector, debido a la reducida impresión de sus principales obras, y a las consiguientes difusiones de resúmenes y compendios truncados, y a que cuando falleció, fragmentos de algunos sus textos fueron reformados por quienes los conservaban, debido al estado incompleto de muchos de sus manuscritos. Esta especie de “manuales”, aunque ayudaba a difundir sus ideas mundialmente, distorsionaba su complejo pensamiento, convirtiéndolo en una versión teóricamente empobrecida de su verdadero pensamiento.
Surgió así, entre 1889 y 1914, una doctrina esquemática, que interpretaba en forma evolucionista y económicamente determinista la historia humana, conocida como el “marxismo de la II Internacional” que creía ingenuamente en el progreso automático de la historia, y por lo tanto el “inevitable” reemplazo del capitalismo por el socialismo, pero incapaz de comprender los acontecimientos reales, que al alejarse de una praxis revolucionaria, creó una suerte de pasividad fatalista que –contradictoriamente -contribuía a la estabilidad del orden social existente, pues creía en la teoría del colapso inminente de la sociedad burguesa, y era considerada como la esencia fundamental del “socialismo científico”. El marxismo ruso, que en el siglo XX jugó un papel fundamental a partir de la revolución, popularizando en todo el mundo el pensamiento de Marx, siguió esa forma vulgarizada, aún con mayor rigidez. A pesar de los conflictos ideológicos de esa época, muchos de los elementos teóricos de la II Internacional se transmitieron así a la matriz cultural de la III Internacional.
La degradación del pensamiento de Marx culminó en la interpretación del llamado marxismo-leninismo, bajo la forma del “Diamat” (materialismo dialéctico) al estilo soviético, que copió acríticamente la gran mayoría de los partidos marxistas-leninistas” de todo el mundo. La teoría perdió su función como una guía para la acción revolucionaria y pasó a ser su justificación, siguiendo los intereses nacionales de la Unión Soviética. Este verdadero catecismo ideológico interpretó dogmáticamente los textos de Marx. Si bien con la revolución soviética el marxismo disfrutó así de una gran expansión en lugares y clases sociales a los que hasta entonces no había llegado, consistió más en manuales, guías y antologías partidarias que en los textos del propio Marx. Al ser distorsionado su pensamiento, ante los ojos de toda la humanidad, él mismo pasó a ser identificado con esas maniobras. Su teoría pasó a ser un conjunto de versículos al estilo de la biblia. Los responsables políticos de esas manipulaciones lo transformaron en el presunto progenitor de la nueva sociedad. A pesar de su afirmación de que “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los trabajadores mismos”, quedó como el responsable de una ideología que daba primacía a las vanguardias y partidos políticos como dirigentes de la revolución.
Sea por las disputas teóricas o por eventos políticos, el interés en su obra ha fluctuado con el tiempo y Musto reconoce que también ha pasado por períodos indiscutibles de declinación. Desde la “crisis del marxismo”, la disolución de la II Internacional, los debates sobre las contradicciones de la teoría económica de Marx hasta la implosión del “socialismo realmente existente”. Pero siempre ha habido un “regreso a Marx”. Declarado muerto luego de la caída del muro de Berlín, Marx se convierte otra vez en el centro de un interés generalizado, pues su pensamiento se basa en una permanente capacidad para explicar el presente, y sigue siendo un instrumento indispensable para comprenderlo y transformarlo.
Frente a la crisis de la sociedad capitalista y las profundas contradicciones que la atraviesan, este autor al que se había desechado luego de 1989, está siendo considerado nuevamente y se lo vuelve a interrogar. La literatura secundaria sobre el pensador nacido en la ciudad de Tréveris, casi agotada hace pocos años, está resurgiendo en muchos países, en los formatos de nuevos estudios y folletos en distintos idiomas, así como conferencias internacionales, cursos universitarios y seminarios. En especial desde el comienzo de la crisis económica internacional en 2008, académicos teóricos de economía vuelven a apoyarse en sus análisis sobre la inestabilidad del capitalismo. Finalmente, aunque en forma tímida y confusa, para Musto se está haciendo sentir en la política una nueva demanda por Marx; desde Latinoamérica hasta el movimiento de la globalización alternativa. Y en estos mismos días, la invasión rusa a Ucrania ha generado un reverdecer de las polémicas entre las corrientes que se reivindican seguidoras del marxismo.
Con ese objetivo, Musto en su introducción, acompañada de una clara y necesaria exposición de los problemas actuales que aquejan al sistema capitalista a nivel mundial una útil tabla cronológica de los escritos más importantes de Marx. El autor reflexiona sobre el cambio luego de la caída del muro de Berlin, a partir del cual Marx dejó de ser como “una esfinge tallada en piedra que protege al grisáceo socialismo realmente existente del siglo XX”, pero que aún así sería un error creer que se pueda confinar su legado teórico y político a un pasado que ya no tenía nada que ver con los conflictos de la actualidad.
Ejemplo de la actualidad que tiene para Marcelo Musto en nuestros días la obra de Marx y que reafirma el valor de su pensamiento es la continuación de la MEGA2 (Marx-Engels Gesamtausgabe) una proyecto que había comenzado antes de la 2da. Guerra Mundial y se había detenido entonces, donde participan académicos de varias competencias disciplinarias de muchos países, articulado en cuatro secciones: la primera incluye todas las obras, artículos y borradores (excluido El capital); la segunda incluye El capital y sus estudios preliminares a partir de 1857; la tercera está dedicada a la correspondencia; y la cuarta incluye extractos, anotaciones y comentarios al margen. De los 114 volúmenes proyectados, ya se han publicado 53; cada uno de los cuales consiste en 2 libros: el texto más el aparato crítico, que contiene los índices y muchas notas adicionales. Esta empresa tiene gran importancia para Musto, si consideramos que gran parte de los manuscritos de Marx, de su voluminosa correspondencia e inmensa montaña de extractos y anotaciones que acostumbraba a hacer mientras leía, nunca se han publicado.[1]
Este libro incluye, en su Primera Parte, “La relectura de Marx en 2015”, a conocidos autores marxistas que estudian y desarrollan, a partir de sus diferentes lecturas de Marx. sus opiniones sobre diversos temas de la actualidad. Creemos importante detallar los distintos trabajos y a sus autores:
*Kevin B. Anderson, “No sólo el capital y la clase: Marx sobre las sociedades no occidentales, el nacionalismo y la etnicidad”;
* Paresh Chattopadhyay, “El mito del socialismo del siglo XX y la permanente relevancia de Karl Marx”;
* Michael Lebowitz, “¡Cambiemos al sistema, no a sus barreras!”;
* George Comninel, “Marx, la teoría social y la sociedad humana”;
*Victor Wallis, “El ‘mal menor’ como argumento y táctica, desde Marx hasta el presente”
* Ricardo Antunes, “Marx y las formas actuales de la alienación: las cosificaciones inocentes y las cosificaciones extrañadas”;
* Terrel Carver que, “Marx y el género”
* Richard D. Wolf, “El redescubrimiento de Marx en la crisis capitalista”,
* Meiksins Wood. “El capitalismo universal”,
* Y el propio Marcello Musto, “Revisitando la concepción de la alienación en Marx”.
La Segunda Parte del libro está dedicada a la “recepción global de Marx hoy”, y se refiere a las distintas recepciones del pensamiento de Marx en los diversos países o regiones, con referencias a las distintas situaciones que han atravesado los intelectuales y los partidos o movimientos que se reivindican marxistas. y la situación de los mismos en este temprano siglo XXI. En esta parte hay elementos interesantes, como las comparaciones (o contrastes) entre las diferentes formas de la “recepción” del pensamiento de Marx, así como los cambios en Rusia y los países de Europa Oriental y Asia que surgieron luego de la implosión soviética, o los dramáticos cambios acaecidos a partir de la “Reforma y Apertura” en la República Popular China.
En suma, nos encontramos con un libro que, como ha dicho el profesor Bertell Ollman, de la Universidad de Nueva York, “es útil para comprender por qué Marx fue elegido el pensador más grande del último milenio en una encuesta de la BBC”.
De regreso a Marx. Nuevas lecturas y vigencia en el mundo actual
Marcello Musto
Bellaterra Editions, 2020
[1] Marcelo Musto: La Marx-Engels Gesamtausgabe (MEGA2) y nos nuevos rostros de Karl Marx