El mayo francés del 68 , Seattle 99, el 19 y 20 de diciembre del 2001, la Plaza Tahrir y la revuelta en los países árabes, Grecia, el M15 y los indignados,más allá de su discontinuidad espacio temporal, si algo se repite ante tan disimiles e incomparables acontecimientos, es el intento reiterado de caracterizarlos por lo que no pudieron, lo que no lograron, la distancia que medio entre susdemandas, sus propuestas y los logros alcanzados.
Esas lecturas, donde lo más importante,como casi siempre, es lo más ocultado, son la expresión del temor que generan en la heteronomía constituida, el rechazo al orden instituido , a la obediencia y a la dependencia de los de arriba, a la posibilidad de recuperar un nosotros constituyente, con sus formas de auto-organización y auto determinación , es un miedo que recrudece ante cada nueva rebelión y explicita por qué de la dura represión a que son sometidos
A cuarenta y cinco años del Mayo francés, persiste la tendencia de presentarlo como una efímera revuelta, una fiesta lúdica juvenil rápidamente derrotada, con sus protagonistas metabolizados por el sistema y del cual solo queda la banalización de algunas de sus consignas, transformadas en clise para remeras.
Frente a todo lo escrito a diestra y siniestra, sobre hechos, palabras, potencialidades y limitaciones, proyecciones y reacciones, parece que nada nuevo se puede decir, tal vez seas cierto, pero aunque así sea ,vale recordarlo.
El 68 fue un año parte aguas, Paris, Praga, México, Berlín, EEUU, Italia, Japón, una extensa topografía se cubrió de acciones que recorrieron el planeta, conmocionaron la sociedad tradicional, autoritaria y opresiva de los gobiernos, los empresarios, el clero, la familia, la escuela y los partidos.Immanuel Wallersteinafirma: “fue una revolución en el sistema-mundo, ya que las realidades cultural-ideológicas de ese sistema-mundo han sido cambiadas de manera definitiva por el acontecimiento, que es él mismo la cristalización de ciertas tendencias estructurales endógenas de larga duración del sistema”.
En la base, estaba la rabia contra la guerra de Vietnam, que desencadenó protestas y levantamientos en todo el mundo. Por primera vez la guerra era televisada y cada noche en todo el mundo se veía cómo los Estados Unidos llevaban a cabo una guerra brutal contra un país pobre del sudeste asiático. El impacto creciente que causó ver las bombas cayendo, las aldeas arder en llamas y todo un país arrasado con Napalm y Agente Naranja hizo estallar una ola de indignación, pero también de admiración, si los vietnamitas estaban derrotando al estado más poderoso del mundo, nosotros también podríamos.
Allí estaban también los ecos de la revolución cubana, de la batalla de Argelia, lasmovilizaciones contra la guerra y por los derechos civiles en EEUU. En abril de ese año el asesinato de M.Luther King, radicalizo la lucha y ardieron los guetos de las ciudades.
Durante el 2 de mayo, en Nanterre, se producen los primeros incidentes, cuando las autoridades universitarias permiten el ingreso de la policía,que detiene a un grupo de estudiantes con la acusación de hacer política en las aulas.
Frente al ataque y en solidaridad con sus compañeros, los estudiantes de la Sorbona responden huelga general universitaria, con movilización convocada para el lunes 6 de mayo. La marcha de 40 .000 estudiantes y jóvenes obreros se abre paso por los Campos Elíseos, entonando La Internacional y rememorando la insurrección de La Comuna, que gobernó Paris en entre marzo y mayo de 1871. En la Noche de las Barricadas, el 10 de mayo, los adoquines de las calles del barrio Latino se convierten en más de 100 barricadas, el gobierno responde desatando una salvaje represión, pero no logra quebrar la resistencia estudiantil y deben retroceder, los jóvenes asumen que pueden ir por más El lunes 13 de mayo, se alcanza el pico de la revuelta, los trabajadores entran de lleno en acción y empiezan a ocupar las fábricas. Un millón de franceses desfilan por las calles de Paris.La unidad del movimiento estudiantil con los obreros en lucha se convierte en un hecho concreto. El miércoles 15 los obreros toman la fábrica Renault, la Nanterreproletariafue el símbolo del movimiento de huelga más vasto que ha conocido Francia, con 10 millones de trabajadores en lucha.
“El poder tenía las universidades. Los estudiantes las tomaron. El poder tenía las fábricas. Los obreros las tomaron. El poder tenía la ORTF. Los periodistas la tomaron. El poder tiene el poder. ¡A tomarlo!”, desafiaba una de las famosaspintadas en las paredes de la Facultad de Ciencias Políticas.
Espantadas ante el volcán que acababa de entrar en erupción, las direcciones sindicales, el PCF y el resto de la izquierda reformista, que en un principio boicotearon, se suman tardíamente, pero presos de sus contradicciones, buscan contener y negociar la dinámica de abierta confrontación con el gaullismo. Su papel de freno les permitió que ir reconduciendo la situación, las direcciones sindicales consiguieron imponer los Acuerdos de Grenelle, donde, a través de reivindicaciones económicas, lograron desestructurar la rebelión. Luego el gobierno impuso la criminalización e ilegalización de los sectores acusados de ser los principales actores de la pesadilla. De Gaulle, apelando al miedo de la “mayoría silenciosa”, llamo a “enterrar a los diablos que nos han atormentado” y en contrapartida amnistió a los criminales de la OASargelina.
De entre todos los acontecimientos que signaron ese momento excepcional, dos se destacan por su significado y consecuencias. En Checoeslovaquia, en marzo se inició un proceso de reformas conocido como la Primavera de Praga. El camino hacia un socialismo con rostro humano, paradojalmente hoy el progresismo nos habla de capitalismo humanizado, fue abruptamente cortado en agosto con la intervención de los tanques soviéticos. Se ahogaba así la posibilidad de una trasformación democrática del llamado socialismo real, que con esa invasión, sello su propio destino, anticipando su colapso final dos décadas después.
En México, en el mes julio, los estudiantes, apoyados por trabajadores e intelectuales, tomaron sus universidades, reclamando el fin de la opresión y del gobierno unipartidista. En septiembre, ante el crecimiento de la protesta y la profundización de su carácter , el ejército ocupo la UNAM y el IPN . El 2 de octubre miles de estudiantes se reúnen en un acto en la Plaza de Las Tres Culturas en Tlatelolco. Al atardecer, por orden del presidente Gustavo Diaz Ordaz, acusado de ser colaborador de la CIA,francotiradores del ejército abrieron fuego contra la multitud, asesinando a decenas e hiriendo a centenares. A solo 10 días del comienzode los Juegos Olímpicos, con sede en México, el gobierno del PRI respondió con laMasacre de Tlatelolco a una rebelión que empezó en las casas de estudios y se extendió, amenazando el sistema que signo la vida política mexicana por décadas.
El año 1968 fue un acontecimiento global, que tuvo su expresión más alta y politizada en el Mayo francés, dondese generó un vacío de poder, que al menos durante unos días claves, fue ocupado por obreros y estudiantes. La onda expansiva cubrió múltiples geografías. En Argentina, justo un año después, en mayo de 1969, en la ciudad que cinco décadas atrás había parido a La Reforma universitaria, también obreros y estudiantes protagonizaron una de las gestas mas importantes de su historia: El Cordobazo.
Fue un momento de intensa actividad ideológica y cultural, de intelectuales militantes, H. Marcuse y la escuela de Franckfurt, J.P. Sarte, Simon de Beauvoir, H. Lefevre, quienes junto a referentes culturales como los directores de la nouvelle vague, que lograron imponer la suspensión del festival de Cannes, debaten con anarquistas, trotskistas, maoístas y comunistas, bajo la imagen inspiradora del Che, asesinado meses antes en Bolivia.
En palabras de Edgar Morin “Ese año, pese a la derrota política sufrida, fue abriendo una brecha y ayudó a construir un subsuelo, en cuyo espacio fueron pasando al primer plano del espacio público y del escenario político las denuncias sobre las formas de dominación”.
El feminismo, el ecologismo, la lucha por la liberación sexual, la actividad contracultural, unidos a la crítica de instituciones como el ejército, las cárceles, los manicomios, las escuelas, recibieron su influencia y pasaron en los años siguientes a ser otros frentes de conflicto que cuestionarían las relaciones de poder en el conjunto de la sociedad.
Por primera vez en mucho tiempo, los propios fundamentos de la sociedad fueron cuestionados por multitudes, lo posible rebaso los límites del realismo político del orden instituido. Entre quienes vivieron ese momento, muchos lo intuyeron más como un ensayo general, que como una verdadera revolución, quizás el error fue suponer que asistirían al estreno real a corto plazo, subestimando así la capacidad reconstituyente del poder hegemónico. Sobre este aspecto reflexiona S. Alba Rico en 2008 en ocasión del 40 aniversario “no hay una sola utopía liberadora excogitada en los últimos 8.000 años que el capitalismo no haya hecho realidad bajo la forma de una maldición”.
“Cambiar la vida (Rimbaud) transformar la sociedad (Marx)”, la consigna pintada en los muros de la ciudad universitaria, interpela con su vigencia. En tiempos en los cuales la búsqueda de originalidad se traduce en cierto uso y abuso de la semántica de lo nuevo, el 68 es un referente insoslayable para recuperar el signo real de la rebeldía, aquel cuya praxis cuestionadora y sus ansias emancipadoras, logra traspasar la formalidad discursiva, la mutación o el reciclaje de lo viejo.
Daniel Bensaid, protagonista activo de aquellas memorables jornadas, usando la metáfora de las cenizas y la brasas, expreso:” éstas últimas seguirían vivas y es gracias a ellas que aquel espíritu, entendido como signo de rebeldía frente al (des)orden existente, presentado como el único posible, no puede ser liquidado y ha permitido que su testigo haya sido llevado por quienes no han doblado la cabeza ante los hechos consumados y lo están transmitiendo hoy a una nueva generación”.
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