Ediciones Herramienta, Buenos Aires, Argentina, abril de 2011,
336 páginas, ISBN: 978-987-1505-19-7
Presentación de los editores
Este nuevo libro de John Holloway se publica a diez años del movimiento insumiso que recorrió la Argentina a partir del 2001 que aceleró el desarrollo de los movimientos sociales nacidos de las luchas de los años noventa, facilitando el surgimiento de centenares de asambleas barriales en las principales ciudades de la Argentina y dando un nuevo impulso al desarrollo del movimiento de fábricas recuperadas por sus trabajadores. En estos diez años ese movimiento pasa por una ofensiva gubernamental centrada en la cooptación e institucionalización de esos núcleos, pero pese a ello la insumisión permanece latente y cuando reaparece la experiencia de organización horizontal se hace presente basando su funcionamiento en la autodeterminación, en la autonomía, rechazando toda organización verticalista y obviamente a las instituciones del Estado, los sindicatos, partidos, etcétera.
Esto estaba muy nítido en 2001 y de allí que su consigna central y común fuera el ya famoso: ¡Que se vayan todos! En aquel marco de movilización social publicamos en julio de 2002 el libro de John, Cambiar el mundo sin tomar el poder, que tuvo una amplia repercusión porque rechazaba la teoría estadocéntrica que sostiene que para cambiar el mundo se debe empezar por tomar del poder. Los fracasos del socialismo real obligaban a repensar otros caminos. La aparición del zapatismo en la escena de la lucha de clases, del feminismo, de la lucha antiglobalización, las experiencias de las movilizaciones de los pueblos de Europa oriental, y muchas otras indicaban que la lucha de los oprimidos no cesaba y abría nuevos rumbos, se formaban y se desarrollaban verdaderas grietas en el capitalismo. El “caminando-preguntamos”, el “mandar- obedeciendo”, la horizontalidad, eran adoptados en las luchas y posibilitaban la construcción de espacios de diálogo y experimentación que permitieron avanzar en la incertidumbre reinante.
La aparición de Cambiar el mundo sin tomar el poder provocó un debate muy importante sobre los caminos de la revolución, debate que se refleja en la página web de la revista Herramienta (www.herramienta.com.ar) y en el libro Contra y más allá del capital.
Reflexiones a partir del debate sobre el libro “Cambiar el mundo sin tomar el poder” que en 2006 también coeditamos con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
A diez años del 2001 Holloway nos convoca nuevamente a seguir profundizando el pensar y el actuar, en la resistencia cotidiana, en las luchas que a veces no se visualizan fácilmente, pero que están presentes como tensión en el propio proceso cotidiano del trabajo asalariado y que son parte de la revolución aquí y ahora.
Agrietar el capitalismo: el hacer contra el trabajo refleja las luchas y las resistencias que desde entonces se han venido desarrollando con todas sus vicisitudes. Diez años de aprendizaje de la lucha contra el capitalismo, que van desde las insurrecciones antigubernamentales, pasando por los levantamientos de los pueblos originarios
de toda América Latina, la resistencia a los planes de las multinacionales mineras como en Esquel, frente a la deforestación de la Amazonía, o a la contaminación ambiental como la lucha del pueblo y de la Asamblea de Gualeguaychú, y muchas otras más.
El panorama internacional del primer mes de 2011 destaca a dos luchas que siguen abriendo grietas en el capitalismo: la Asamblea Ciudadana de Magallanes como la expresión del pueblo movilizado en el sur de Chile provoca el primer hecho importante al frenar el aumento del gas decretado por el gobierno de Piñera y, más recientemente,
en el norte de África un proceso de movilización popular que empezó en Túnez, tuvo su continuidad en Egipto y se extiende y profundiza en el resto de los países árabes. Vemos agrietarse el capitalismo por la fuerza de la insumisión de los pueblos. Este libro, que abreva en estas luchas, trata de aprender de la propia realidad conjugando la teoría crítica del marxismo abierto en la propia praxis social que desafía las formulaciones académicas
y los textos sagrados.
Esta nueva obra de John Holloway se presenta en el décimo aniversario del 2001, como un preámbulo más para continuar reflexionando sobre los caminos de la revolución. Ediciones
Herramienta al ponerlo en manos de nuestros amigos y lectores, vuelve a sentir un escozor parecido a cuando años atrás publicamos Cambiar el mundo sin tomar el poder porque seguimos caminando y seguimos preguntando.
Buenos Aires, marzo de 2011
Prólogo del autor
¿Un prólogo para la edición argentina de Agrietar el capitalismo?
¿Qué puedo decir? Obvio.
Obvio porque el libro es la hija (sé que me van a decir que un libro tiene que ser hijo, no hija, pero ni modo, éste es hija) de una madre, de otro libro que se llama Cambiar el mundo sin tomar el poder (y no tomar el poder sin cambiar el mundo, como a veces se piensa). La hija es independiente, uno no tiene que conocer a la madre para conocer a la hija. Pero la relación hace más fácil escribir este prólogo argentino, porque fue en la Argentina que
Cambiar el mundo se volvió más que un libro, que se convirtió en el centro de un torbellino, fue ahí que se desató un debate mundial sobre el significado de la revolución y sobre si realmente se puede pensar en una revolución que no tenga como eje la toma del
poder estatal. (¡Qué absurda idea! Pero de eso se trata, la idea de que pueda haber un futuro para la humanidad ya se ha vuelto absurda.)
¿Por qué en la Argentina? Por los tiempos, por supuesto. El libro se publicó en 2002, tiempo de esperanza, tiempo de locura. No solamente por el momento: también por el entusiasmo de Néstor López y todos los compañeros de Herramienta que hicieron
tanto para estimular el pensamiento y el debate. Y también por los argentinos, claro, con su combinación única de compromiso político y sofisticación teórica. Por todo eso me emociona mucho regresar a la Argentina ahora con la hija, con este nuevo libro. El primero, Cambiar el mundo, dejó a la lectora (y también al lector) en el aire de forma reprobable. El libro nunca reveló una receta para hacer la revolución, dejó la pregunta abierta. El nuevo libro ofrece la respuesta tanto tiempo esperada: ¡agrieten el capitalismo! ¡Rómpanlo, rómpanlo en pedazos! ¡Creen fisuras que se extiendan y se multipliquen y confluyan! Nada nuevo, puesto que es lo que ya venimos haciendo en millones de formas diferentes.
Nada más que la respuesta, cuando uno la ve de cerca, se va disolviendo en una multiplicidad de preguntas.
John Holloway, Puebla, febrero de 2011
ÍNDICE
Presentación de los editores
Prólogo del autor
Nota de los editores
Parte I. La ruptura
1. Romper, queremos romper. Queremos crear un mundo diferente, ahora. Nada más común, nada más obvio, nada más sencillo, nada más difícil
2. Nuestro método es el método de la grieta
3. Ya es hora de aprender el nuevo lenguaje de una nueva lucha
Parte II. Las grietas: la antipolítica de la dignidad
4. Las grietas comienzan con un no, a partir del cual crece la dignidad, una negación-y-creación
5. Una grieta es la creación perfectamente común de un espacio o momento en el que afirmamos un modo diferente del hacer
6. Las grietas rompen dimensiones, rompen la dimensionalidad
7. Las grietas son exploraciones en una antipolítica de la dignidad
Parte III. Las grietas existen al borde de la imposibilidad
8. La dignidad es nuestra arma en contra de un mundo de destrucción
9. Las grietas chocan con la síntesis social del capitalismo
10. Las grietas existen al borde de la imposibilidad, pero existen. Existen en movimiento: la dignidad es una danza ligera
Parte IV. El carácter dual del trabajo
11. Las grietas son la revuelta de una forma de hacer contra otra: la revuelta del hacer contra el trabajo
12. La abstracción del hacer en trabajo es el tejido social en el capitalismo
13. La abstracción del hacer en trabajo es un proceso histórico de transformación que ha creado la síntesis social del capitalismo: la acumulación primitiva
Parte V. Trabajo abstracto: el gran cercamiento
14. El trabajo abstracto encierra nuestros cuerpos y nuestras mentes
15. La abstracción del hacer en trabajo es un proceso de personificación, la creación de máscaras, la formación de la clase obrera
16. La abstracción del hacer en trabajo es la creación del trabajador varón y la dimorfización de la sexualidad
17. La abstracción del hacer en trabajo es la constitución de la naturaleza como objeto
18. La abstracción del hacer en trabajo es la externalización de nuestro poder-hacer y la creación del ciudadano, la política y el Estado
19. La abstracción del hacer en trabajo es la homogeneización del tiempo
20. La abstracción del hacer en trabajo es la creación de la totalidad
21. El trabajo abstracto domina: la abstracción del hacer en trabajo es la creación de una totalidad cohesiva regida por leyes sostenidas por la explotación del trabajo
22. El movimiento obrero es el movimiento del trabajo abstracto
Parte VI. La crisis del trabajo abstracto
23. La abstracción no es sólo un proceso del pasado, sino también del presente
24. El hacer concreto desborda el trabajo abstracto, existe en-contra-y-más-allá del trabajo abstracto
25. El hacer es la crisis del trabajo abstracto
26. La irrupción del hacer en contra del trabajo nos arroja a un nuevo mundo de lucha
Parte VII. El hacer en contra del trabajo: las melodías de la revolución intersticial
27. El hacer disuelve la totalidad, la síntesis, el valor
28. El hacer es el movimiento de la mulier abscondita contra las máscaras. Somos la mulier abscondita
29. El hacer disuelve la homogeneización del tiempo
Parte VIII. ¿Un tiempo de nacimiento?
30. Somos las fuerzas de producción: nuestro poder es el poder del hacer
31. Somos la crisis del capitalismo, el no caber y el desbordar de nuestro poder hacer, la irrupción de otro mundo, quizá
32. Dejemos de hacer el capitalismo
33. [Sin título]
Gracias
Índice analítico
Índice de autores
Referencias bibliográficas