Nota preliminar:
Los resultados electorales se difundieron urbi et orbi en la misma noche del 17 de junio. Con un triunfalismo y alivio que no llegaba a borrar la preocupación por una crisis sin visos de solución, los medios destacaron: “En Grecia ganó la derecha. Subsiste la inquietud de los Mercados”.
Así dichas las cosas, esta es una verdad a medias. Lo cierto es que Nueva Democracia superó (apenas) por 2,77% de los votos a SYRIZA. Y es igualmente cierto que la Coalición de Izquierda Radical creció nuevamente, logrando la adhesión del 26,89% de los electores, triunfando en los grandes centros urbanos y en la franja etaria de 18 a 45 años.
Ahora, Nueva Democracia y los restos del PASOK, con la vergonzante colaboración de la “Izquierda Democrática”, (DIMAR) lograron conformar un “gobierno de salvación nacional”. Llámese como se quiera, es un gobierno de derecha, con una exigua mayoría parlamentaria y la promesa, de difícil concreción, de suavizar el ajuste. Tanto más cuanto que contar con algunos otros escaños no modifica la fragilidad del sistema en que se apoyan: por el desprestigio de los políticos y el régimen (se abstuvo el 38% de la población activa), porque la austeridad seguirá impuesta y supervisada por la Troika, porque la clave de la situación continuará estando en la resistencia activa de la población y en la posible gestación de una alternativa emancipatoria desde abajo.
El desafío queda planteado también para SYRIZA, que deberá eludir la tentación de conformarse con ser una “gran” fuerza parlamentaria y redoblar la apuesta. La izquierda radical, para ser tal, debe construir y constituir una alternativa radical, manteniéndose en las calles y en las luchas, bregando por una salida anticapitalista en Grecia y en Europa.
Por todo esto, a pesar de haberse escrito antes de las elecciones, el artículo que aquí presentamos conserva todo su valor: porque ilustra el contexto y las grandes líneas de la guerra de clases que se libra “en la cuna de Europa”.
Aldo Casas, 22 de junio
“Todo el mundo” –puesto que en Europa muchos piensan todavía que este continente es el centro del mundo– habla de las elecciones del 17 de junio de 2012 en Grecia: la “cuna de la democracia”, según una historia parcialmente fabulosa. Los resultados posibles de las elecciones no interesan solamente a la “derecha” y la “izquierda”, sino también a las instituciones políticas de la Unión Europea (UE), a los banqueros con sus bancos “reflotados”, a los especuladores en el mercado de divisas… y, evidentemente, a los que viven de las previsiones, inciertas pero rentables, de una coyuntura económica que ocupa las primeras planas de la prensa diaria: los Roubini y compañía.
Dicho de otro modo: Grecia ya no se reduce a un conjunto de islas en las que el sol resplandece, el agua es azul (sic) y el ouzo superior al pastis francés; un lugar de vacaciones y de turismo. Grecia está en el “centro de la crisis política” de la UE. Más precisamente de lo que puede llegar a ser: o bien un ejemplo de resistencia política a las orientaciones del Fondo Monetario Internacional, de la UE y de la Banca Central Europea (BCE), como instituciones del capital financiero; o bien un ejemplo de imposición a la fuerza de políticas de austeridad destructoras de una sociedad y del resurgimiento de la extrema derecha, acompañando la instalación de un Estado fuerte. A este nivel, se está en la encrucijada de una vasta “red ferroviaria” cuyo centro de comando lo constituye el núcleo duro de la UE: Alemania, Austria, Luxemburgo, Holanda, Francia, el norte de Italia –seguidos por Noruega, Suiza, Suecia, Finlandia como socios–, que son las plazas fuertes del capital. Esto debe ponerse en el contexto de los proyectos de reorganización espacial de la acumulación del capital en Europa, con sus periferias al Sur y al Este. Todo lo cual debe, a su vez, ser recolocado en el marco de una mundialización del capital en crisis y en desarrollo (ambas cosas al mismo tiempo), con polos que compiten tanto en el plano político como en el económico y el militar. Una confrontación que no queda borrada por la transnacionalización de la cadena productiva del valor agregado y sus “consecuencias” (las transnacionales industriales, agroalimentarias, financieras, aseguradoras, de logística e inmobiliarias), que tuvo una avanzada fulgurante en los últimos veinte años.
Una población condenada
Tres días antes de las elecciones del 17 junio, hay un “paisaje” que se olvida. Casi todos los días aparecen noticias de suicidios en la prensa griega, que describen estas tragedias individuales. De hecho, tales noticias traducen las de una sociedad traumatizada. Grecia ha conocido, en dos años, casi dos mil suicidios, de hombres en su mayoría. La causa frecuentemente se hace explícita: el endeudamiento, la desocupación, la pérdida de todo ingreso. Antes de 2010, sin embargo, Grecia era un país reconocido por una tasa de suicidios especialmente baja; menos de una tercera parte de la media europea, según Eurostat.
Las motivaciones de estos actos de desesperación son similares. Sin embargo, puede constatarse que las opciones políticas –en un sentido general y cuando ellas son expresadas– para estos seres desvastados, al igual que el país, son muy diferentes. Es preciso comprenderlo para apreciar efectivamente una dimensión de la situación en Grecia que no se destaca lo necesario. De hecho, son anillos de la cadena que se impuso para hacer “marcar el paso” a la economía griega; de una cadena que estrangula a la población. El miércoles 4 abril de 2012, a las 8.45 hs., un hombre de 77 años se pegó un tiro en la cabeza en el corazón de Atenas: la plaza Sintagma, explanada central de la capital. Este farmacéutico jubilado, sin deudas, Dimitris Christoulas, puso fin a sus días en la plaza que está al frente del Parlamento. Este símbolo de los dos clanes políticos dominantes –la Nueva Democracia (ND, derecha) de Antonis Samaras y el PASOK (Movimiento Socialista Panhelenico) de la familia Papandreu, actualmente dirigido por Evangelos Venizelos–, que con sus aliados del Capital condujeron Grecia al desastre actual. Dimitris Christoulas dejó una carta que, según declaró su hija, “traducía la voz y el compromiso político de su padre”. El había participado en las diversas manifestaciones en esta plaza Sintagma, y afirmaba en una nota encontrada en su bolsillo:
El gobierno de ocupación [de Georgios Papandreu y, antes, de Samaras y Karamanlis] al estilo de la Tsolakoglou [gobierno colaboracionista con los alemanes, instalado durante la Segunda Guerra Mundial] ha verdaderamente aniquilado la posibilidad de que yo pueda sobrevivir mediante una jubilación digna, para la cual yo, y solo yo, pagué durante treinta y cinco años, sin apoyo del Estado. Como ahora tengo una edad que no me permite una acción individual dinámica –sin descartar, empero, que si un griego llegase a alcanzar una kalachnikov, yo podría ser el segundo–, no encuentro otra solución que un fin digno, antes de ponerme a revolver en la basura para alimentarme. Creo que los jóvenes sin futuro, un día, tomarán las armas y, en la plaza Sintagma, colgarán de los pies a los traidores a la nación, como hicieron los italianos con Mussolini, en 1945, en la plaza Loreto de Milán.
Rabia y desesperación, resistencia y abatimiento coexisten, como en todas las crisis de esta magnitud, al menos durante un tiempo. Ese miércoles 4 de abril, a la noche, más de un millar de personas se concentraron en la plaza Sintagma. Depositaron mensajes y ramos de flores, respondiendo al llamado lanzado a través de las redes sociales para reunirse en torno a la consigna: “No fue un suicidio, fue un asesinato. No nos habituemos a la muerte”. A las 22 horas, la policía especial –en cuyo seno es muy fuerte la extrema derecha– dispersó a las personas presentes con los gases lacrimógenos especiales que habitualmente utiliza y son suministrados por Israel, que los emplea contra los palestinos.
Armadores, Iglesia, éxodo fiscal y armamento
Antes de destacar algunos aspectos significativos de la situación del capitalismo griego y las políticas impuestas por la “Troika” (UE, BCE y FMI), no está de más aclarar cinco elementos de la situación sociopolítica con importantes repercusiones socioeconómicas, que son escasamente analizadas o son objeto de un discurso orwelliano.
1) Los armadores griegos tienen en sus manos la mayor flota mercante del mundo. El 24 de mayo de 2012, el diario Kattimerini confirmó que siguen ocupando el primer rango en términos de capacidades (tanto en toneladas, como en metros cúbicos). Controlan 3225 navíos, 2014 de los cuales circulan bajo bandera griega, lo que constituye un 39,5% de las capacidades de la UE y aproximadamente 16% de la flota mundial (más que Japón). En 2010, las ganancias declaradas –digo bien: declaradas– ascendían a 15,4 millardos de euros, o sea, casi 15% del PBI del país. En 2011, las ganancias declaradas llegaron a 14,1 millardos. Pero prácticamente ni un centavo entra a las cajas del Estado. En efecto, los armadores gozan de un sistema legal, en términos fiscales, que los hace intocables para los recaudadores de impuestos. Y, como dos precauciones valen más que una, ellos instalan la sede de sus sociedades en Chipre o en Londres. Y sus fortunas en Suiza o en los “paraísos fiscales” del derecho anglosajón. El más rico de ellos, Spiros Latsis –el hijo de John Latsis– tiene un banco en Ginebra (Suiza). Está presente también en los astilleros navales y en el petróleo, con Hellenic Petroleum. En la lista de los multimillonarios mundiales (establecida por la revista estadounidense Fortune), navega cerca del puesto 65. Conoció al ex maoísta portugués José Manuel Durao Barroso, actual presidente de la Comisión Europea, cuando estudiaba en Ginebra en el Instituto Universitario de Estudios Europeos, y también en Londres (London School of Economics), según parece. José Manuel, siguiendo la huella de Mao, no desprecia las invitaciones de personajes cultivados y de fortuna (o a la inversa) y Spiros Latsis lo invitó en un yate de lujo (en efecto, Spiros también es el animador de un club de yates muy exclusivo: el PrivatSea, nombre que habla por sí mismo). Parece que Barroso apreció la atención y, por pura coincidencia, poco tiempo después la Comisión Europea aprobó un subsidio de 10,3 millones de euros para los astilleros navales de la familia Latsis. El desarrollo de Grecia requería de este tipo de inversiones para una convergencia estructural en el marco de la UE… No es, pues, precisamente una medida “totalitaria” –como dice hoy la derecha griega– el hecho de que la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA según las iniciales en griego), afirme que una parte de los recursos para financiar su programa puede venir del impuesto a los armadores. Si los banqueros suizos (UBS, entre otros) han suministrado a los servicios fiscales estadounidenses (IRS, Internal Revenue Service) cuatro mil nombres de ciudadanos estadounidenses que disimularon una parte de su fortuna en los bancos helvéticos, sería mezquino no darles un centenar a los servicios fiscales de Grecia en caso de victoria electoral de SYRIZA el 17 de junio de 2002. Lo que todavía no ocurrió. Los déficits gubernamentales no se deben solo a los gastos, se deben también –y generalmente: sobre todo– a la falta de ingresos, o sea, a los regalos hechos al capital y las grandes fortunas.
2) Los campeones de la limosna son también medalla de oro en la carrera olímpica para ser eximidos de impuestos. Nos referimos a la Iglesia Ortodoxa y sus funcionarios. Porque los curas son pagados por el Estado, y la Iglesia ortodoxa posee recursos financieros muy importantes, y no solamente por los valores llamados intangibles como iglesias y monasterios. Es el mayor propietario de tierras del país: 130000 hectáreas de campos, de bosques, de playas, de montañas. Posee hoteles, playas de estacionamiento (importante fuente de ingresos en Atenas), empresas y más de 300 centros turísticos. Para esta fortuna y los ingresos que de ella se derivan, no existen impuestos. Frente a la decisión de considerar imponibles tales bienes en 2010, la jerarquía se aferró a los muros sagrados: a tal punto, que la mayor iglesia de Atenas sufrió una manifestación de “fieles estupefactos” que levantaban la consigna: “Jesús dijo que hay que compartir”. ¡Jesus no siempre reconoce a los suyos! Ahora la iglesia destina una limosna al Estado que la mantiene. Por cierto, los médicos, los comerciantes, los abogados, los escribanos, etcétera, tampoco pagan impuestos o pagan muy poco. Consideran que el fisco “no es parte de su cultura”; que esta se inscribe en una larga duración y surge de “la oposición a la dominación otomana”. La historia de los países posee estas pequeñas historias, arregladas por determinadas clases y capas sociales. Pero cuando los “economistas ortodoxos” hablan del déficit, no ponen el acento en los armadores y la Iglesia y dejan de lado otro hecho crucial: las asalariadas y asalariados son tasados doblemente, por el impuesto directo y por el IVA, el impuesto socialmente más desigual.
3) Por otra parte, es preciso tener presente que las grandes fortunas familiares históricas de Grecia, y las que florecieron en la década de 1960 (1967-1974: “Dictadura de los Coroneles”), tienen el estatus de expatriadas. Dicho de otro modo –más o menos como un sector de la burguesía latinoamericana, que dispone de departamentos y cuentas bancarias en Miami por “precaución”–, su dinero se encuentra en Suiza, en Londres, en Austria, en los Estados Unidos (Delaware), en Canadá o incluso en Australia; sin mencionar las “islas” de la Mancha (Guernesey) o las islas Caimán. En el semanario alemán Die Zeit, una publicación de referencia, se publicó el 5 de julio de 2011 un artículo titulado “Wo ist das Geld der griechischen Reichen?” (¿Dónde se encuentra el dinero de los ricos griegos?). El autor, Khue Pham, estima que el volumen del éxodo fiscal ascendía a 560 millardos de euros, es decir: cerca de dos veces y medio el monto del PBI. He aquí la otra cara de la pauperización de una capa cada vez mayor de los asalariados y desocupados griegos, que ya no tienen acceso a los servicios de salud, que tienen hambre, que no tienen electricidad porque no pudieron pagar la factura, que mandan a sus hijos a la escuela con el estómago vacío… Son estas cosas que se han visto en 2001-2005 en la Argentina y que aún se ven. Pero ahora esto ocurre en la “cuna de la civilización europea”, para retomar la cantilena de algunos medios, que algunos docentes tartamudean en sus clases.
4) En plena crisis “de la deuda pública”, tal como se la llamó (en los hechos, es una deuda privada trasladada al gobierno bajo diversas formas), que estalló en 2009, los gastos de armamento de Grecia con respecto al PBI eran los más importantes de Europa: 3,1% frente al 2,4% de Gran Bretaña y el 2,3% de Francia. En 2009, durante el verano, el gobierno griego desembolsó 2,5 millardos de euros por seis fragatas francesas y 400 millones por helicópteros de combate Puma, suministrados por EADS, el grupo que construye los Airbus. La empresa alemana Tyssen-Krupp le vendió seis submarinos por cinco millardos de euros. El 10 mayo de 2011, el semanario Spiegel, en un artículo de Sebastián Fischer, destacaba que el gobierno de Angela Merkel no objetaba los intentos de vender submarinos “Klasse 214”, los más modernos, o carros de combate Leopard. En febrero de 2010, el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, trataba de vender el Eurofighter al gobierno griego, al mismo tiempo que insistía sobre la necesidad de reducir drásticamente los gastos del sector público y los “gastos sociales”. La línea de crédito para la venta de armas de la industria alemana y la francesa estaba abierta para los bancos franceses y alemanes, con garantías de exportación (constituye, pues, una subvención a la industria armamentística alemana y la francesa). El acreedor alemán o francés presiona para que el deudor griego pague y, para esto, había que aumentar el IVA y bajar los salarios de los empleados del sector público. O también “privatizar”, de modo que, por ejemplo, Deustche Telefon se apodere completamente, y a un precio muy bajo, de la Sociedad Pública de Telefonía griega, OTE.
Si Grecia juega un papel importante en la OTAN, esto no se debe solamente a su emplazamiento geográfico, sino al juego de equilibrio efectuado por los principales actores de la OTAN entre Turquía y Grecia. A lo que se agrega la cuestión del control sobre los recursos gaseros y petroleros en las aguas de Chipre; recursos sobre los cuales también Israel ha puesto el ojo.
La reducción masiva de estos gastos militares es un medio para la reasignación de los recursos y, sobre todo, un argumento más para subrayar la ilegitimidad de la deuda, con el objetivo de no pagarla. Un primer paso podría ser, si se inscribe en esta perspectiva, la declaración unilateral de una moratoria inmediata del pago de la deuda.
5) Con respecto a la desinformación –y, por tanto, la necesidad que tienen los socialistas revolucionarios de volver a colocar al mundo sobre los pies, para comprometerse en una larga lucha por un cambio radical–, hay que mencionar los clichés de tonalidad xenófoba difundidos por los medios europeos; entre otros, por los de los países del “núcleo duro” de Europa. Lo que no es una casualidad. Según las estadísticas de la OCDE y de la Eurostat, el tiempo de trabajo anual medio de los asalariados de la industria, del comercio y de la agricultura en 2008 era, en Grecia, de 2120 horas, o sea 470 más que el de los británicos. Muy lejos de los clichés. En 2007, el monto medio de jubilaciones estaba en 617 euros, y en 2009 el salario mínimo en 752 euros.
La frase “viven por encima de sus medios” para explicar la “crisis de la deuda” surge de una propaganda que está en sintonía con una austeridad muy brutal y con prácticas gubernamentales autoritarias (europeas y nacionales) que acompañan la introducción de nuevas normas sociales y morales (para retomar una expresión de Marx) de reproducción de la fuerza de trabajo (salarios, seguro de desempleo, pensión, educación, etcétera) y nuevas normas de utilización (duración de la jornada de trabajo, intensidad, flexibilización de la duración mensual y anual) de la fuerza de trabajo. En otras palabras, un aumento brutal de la tasa de explotación y un deslizamiento hacia la pauperización absoluta de una franja creciente de asalariados y desempleados, para no mencionar a los emigrantes, arrojados al infierno de una literal lucha cotidiana para sobrevivir. Todo esto se halla a la vista en Atenas o Tesalónica. En dos años, “el mundo ha cambiado” para peor.
Grecia se ha convertido, desde 2009-2010, en un laboratorio para el capital, que se plantea una cuestión muy poco “técnica”, pero que tiene el valor de un test para Europa: ¿cuál será el grado de “aceptabilidad social” (término que esta resonancia con el de “empleabilidad”, referente a la desocupación) de una población que sufre semejante impacto?; y ¿de qué manera se expresará, en términos políticos, la regresión impuesta a la sociedad griega? Son los dos aspectos del test referentes al enfrentamiento entre clases que se está dando desde hace dos años, que tuvo una primera expresión político-electoral el 6 de mayo y tendrá otra, nuevamente, el 17 de junio.
Memorandums para una expropiación generalizada
Cuando la crisis de solvencia se hizo evidente, en el primer trimestre de 2010, una solución simple y rápida parecía al alcance de la mano. Bastaba con modificar la carta del BCE y permitirle rescatar la deuda griega, tal como lo hizo la FED (Reserva Federal de los Estados Unidos). Pasar a ser prestamista en última instancia. Esto hubiera permitido, incluso desde el punto de vista general de las clases dominantes, limitar la brutalidad, en su magnitud y en el tiempo, del ajuste del capitalismo griego. Pero, para fracciones decisivas del capital europeo –y no solo el alemán–, la dimensión del desarrollo de la crisis de la zona euro, con sus especificidades según los países (de España a Irlanda, pasando por Italia), aún no había sido apreciada en todas sus dimensiones.
* Por lo demás, una operación de rescate de la deuda griega por parte del BCE habría generado una situación inaceptable para el poderoso sector motor del capitalismo alemán: la industria exportadora. ¿Por qué? Este sector había sido especialmente mimado por Gerhard Schröder, canciller federal alemán entre octubre 1998 y octubre 2005, quien, con la ayuda de Peter Hartz, antiguo director de “recursos humanos” del grupo automotor Volkswagen, estableció una verdadera desregulación del mercado de trabajo (reformas Hartz IV). Su objetivo: reducir los costos unitarios del trabajo (unit labor costs). Estos son calculados dividiendo los llamados costos globales del trabajo –incluyendo los aportes y asignaciones sociales– por la producción efectiva. Para alcanzar tal objetivo, uno de los instrumentos mas eficaces es la utilización del ejército industrial de reserva. Los economistas neoclásicos llaman a esto “activación del trabajo”. Traducido: reducir al máximo el tiempo de las asignaciones por desempleo. Después de 12 meses, el desocupado pasa al régimen de ayuda social, sometido a estrictas condiciones de ingreso y patrimonio. Si reúne las condiciones (mujer sin ingreso, carencia de patrimonio, etcétera), un desocupado soltero podía recibir una asignación de 395 euros por mes, ¡lo que no alcanza para comer una salchicha por día! Y debe sobre todo aceptar todas las ofertas de empleo propuestas por agencias especializadas. Puede tratarse de un trabajo por 400 euros mensuales o un trabajo “de interés público” a 1 euro por hora. El objetivo no era “resolver” la desocupación, en especial la duradera, sino aplastar la pirámide salarial comenzando desde abajo, por quienes obtienen por primera vez un empleo o “reingresan al mercado de trabajo” tras un período de desempleo. Combinado con una reestructuración capitalista de las empresas, una mayor intensidad y flexibilidad del trabajo, un aparato sindical más que cooperativo, el resultado fue claro: los costos salariales para la patronal alemana quedaron muy comprimidos.
* Pero el sector exportador del capitalismo alemán debe considerarse en un contexto más amplio, para tener una apreciación realista de los costos unitarios globales. O sea, los que incluyen los bienes intermediarios: por ejemplo, las piezas importadas para el ensamblaje de un automóvil. Con ese objetivo, las empresas alemanas pueden utilizar sus inversiones en el Hinterland inmediato, que va desde Eslovenia hasta República Checa y Eslovaquia, pasando por Polonia, Hungría o Croacia. Es decir, países que disponen de una fuerza de trabajo más barata y una calificación relativamente alta. Además, al alcance de las grandes firmas existe una densa red “local” de subcontratistas (pequeñas y medianas empresas), sobre las cuales los precios de entrega ejercen una gran presión y la descargan sobre los trabajadores en términos de salario, de intensidad del trabajo y de contratos por tiempo determinado. Así, los exportadores alemanes disponían de una doble ventaja: eran competitivos en términos de costos (competitividad-costo), y al mismo tiempo sus productos son generalmente exportados a nichos en los que actúa la competitividad-calidad.
* Lo único que faltaba era agregar un euro que no se revalorizara demasiado con respecto al dólar, el yen o la moneda sudcoreana. Y una solución rápida de la crisis de la zona euro, mediante un rescate de la deuda, habría hecho dar un salto al euro, debilitando, entonces, la posición (en términos de tasa de cambio) para la exportación de la producción vendida fuera de la zona euro, que es un poco menos del 40%, pero en zonas en expansión (Asia, por ejemplo). Por lo tanto, la tarea del BCE debía seguir siendo “garantizar” la estabilidad en los precios y retrasar cualquier cambio del tipo: hagamos una FED europea. Lo que habría implicado otras mutaciones institucionales y políticas.
Primer resultado: la reducción de los ingresos en Alemania llevó a frenar las importaciones, estimulando al mismo tiempo la exportación, liberando así importantes excedentes en la balanza comercial, sin que el euro se valorizara frente a otras divisas, gracias a la incertidumbre naciente desde el sur de la zona Europa. He aquí una situación paradójica, frecuentemente mal comprendida.
* Otra ventaja en la fase 2009-2011: aplicar los súper planes Hartz IV a países como Grecia o Portugal, garantizando que los grandes bancos alemanes tuvieran tiempo para desprenderse, sin mayores pérdidas y con garantías, de las posiciones más peligrosas tomadas en relación con los países afectados (obligaciones y otros préstamos comerciales) y las firmas a las que habían concedido créditos. Es sí que una Troika (el BCE germanizado, el FMI y la Comisión Europea) impone, en definitiva, el 5 de mayo de 2010 un primer memorándum. Que será seguido por otro, en junio de 2011.
1º. El primer tren (memorándum I) de medidas antisociales incluía: la eliminación de diversas primas para los funcionarios y jubilados del sector público y privado; una disminución del 20% en el ingreso de los funcionarios; el congelamiento de los salarios durante tres años en los sectores público y privado; la eliminación de la indemnización solidaria para los más pobres; el aumento del IVA y las imposiciones al combustible (la nafta sin plomo aumentó 63%) y los cigarrillos; la reducción del monto de las jubilaciones en un 35%, calculado sobre la base de los últimos diez salarios y ya no de los cinco años mejor remunerados; la eliminación de la jubilación antes de los 60 años de edad (las madres y quienes tenían tres hijos tenían la posibilidad de una pensión anticipada); el salario mínimo pasó de 750 a 500 euros (y 456 euros para el primer año de empleo); se facilitan los despidos y se reducen las indemnizaciones.
2º. El segundo tren (memorándum II) apunta a modificar radicalmente las “relaciones de trabajo”: se impone por ley la prioridad de los “acuerdos” a nivel de empresa por encima de los de sector; la posibilidad de no aplicar una convención colectiva firmada por la cámara empresarial (que era obligatoria si el Ministerio de trabajo la validaba); el arbitraje en las convenciones colectivas de trabajo “debe promover la competitividad sobre la base del costo de trabajo y de la creación de empleo (sic)”; ya no habrá ninguna restricción en cuanto a la duración del trabajo a tiempo parcial y para los contratos temporarios; el período de prueba para los nuevos empleos es de un año (anteriormente era de dos meses), y por un período los empleadores podrán despedir sin preaviso ni indemnización; también se ataca el salario mínimo mediante la nueva directiva Bolkenstein (trabajadores desplazados que operan según las condiciones del país de origen); los valores de las horas extra son fuertemente reducidos; las asignaciones por desocupación son reducidas en 500 millones de euros; la ley 3826/2010 transforma todo el sistema de pensiones complementarias: en consecuencia ya no saldrá ni un euro del presupuesto del Estado con ese propósito, y las expensas se mantendrán fijas aun si la cantidad de beneficiarios aumenta (unos 2,8 millones de asalariados cotizan a los fondos de pensión complementaria); el congelamiento de las pensiones; el listado de profesiones penosas y desgastantes no podrá abarcar más que el 10% de la fuerza de trabajo y los asalariados excluidos de esta lista verán que la edad que da derecho a una jubilación miserable aumenta entre cinco y siete años; la reducción brutal de las pensiones por invalidez; el aumento del costo de la atención y los exámenes hospitalarios; el aumento del IVA del 11% al 23% para muchos bienes y al 30% para los servicios; el aumento del impuesto inmobiliario que golpeará los asalariados en una suma de 400 millones de euros suplementarios; la aplicación de impuestos a destajo a los independientes; la privatización de los sectores estratégicos (ferrocarriles, transporte público, energía, aeropuerto, puertos, etcétera), con pérdida de puestos efectivos, todo esto con el pretexto de “llenar las cajas del Estado” a fin de “pagar la deuda”. En realidad, para ofrecer a bajo precio sectores de la economía a firmas capitalistas que tienen excedentes de capital y buscan nuevas inversiones rentables.
Los objetivos de conjunto son, entonces, claros: modificar totalmente la tasa nacional de explotación que estaba codificada por una legislación del trabajo y social y por instituciones configuradas por los resultados de los conflictos de clase durante el periodo posterior a 1974. La palanca utilizada: garantizar el servicio de la deuda, liberando un saldo positivo en la balanza de pagos a mediano plazo. Un ejercicio ejemplarizador para otros países, según piensan “los de arriba”.
* Estos planes eran social y políticamente inaplicables, en cuanto tales, para un gobierno. Y su aplicación parcial no podía conducir más que a una brutal contracción de la economía y, por lo tanto, de los recursos fiscales obtenidos por el Estado. Pero esta terapia de choque debía, sobre todo, llevar a evadir las instancias gubernamentales y parlamentarias y a crear un gobierno, de facto, representado por una “task force de la Troika” y por supervisores franceses y alemanes, entre otros, para “reformar la administración estatal”. Porque el fracaso previsto de la ejecución, incluso parcial, de los memorandums, llevó a la renuncia de Georgios Papandreu (el 10 de noviembre de 2011; había sido designado en 2009) y a la instalación, sin elección, del gobierno “técnico” dirigido por Loukas Papadémos, que estudió en el MIT (EE.UU.) e hizo su carrera en el Banco Central de Grecia –supervisando el ingreso de Grecia en la zona euro–, y luego en el BCE, del que fue vicepresidente. Un cambio de paradigma institucional que, en la misma fecha, se repitió en Italia con Mario Monti.
La administración a reformar por la “task force” es hija legítima de un sistema de gobierno que el régimen bipartidista del PASOK y de la Nueva Democracia había sometido a sus prácticas clientelares. El clientelismo tiene un nombre: Rousfeti. El sistema de sobornos también: Fakelakia. ¿En beneficio de quién? Por ejemplo: de Siemens, que vendió, durante los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, un sistema de seguridad electrónico para el ejército y la policía, comprando a políticos, funcionarios y militares, sobre todo antes de las elecciones de 2000. Los Juegos Olímpicos se preparan con anticipación… y el déficit de ocho millardos se paga más tarde. La alcaldesa de Atenas, Dora Bakoyannis, que entonces era miembro de Nueva Democracia, no desaprovechó las ventajas de semejante maná. Y tras haber creado su propia formación política (Alianza Democrática), y obtenido un decepcionante resultado electoral el 6 de mayo de 2012, volvió a las filas de la ND y es hoy en día una figura de punta en la ofensiva contra SYRIZA y a favor de las instituciones europeas, y es eurodiputada. Opera aquí una especie de Rousfeti y Fakelakia combinadas para compensar la falta de carisma político de Antonis Samara. Y todo queda en familia: Doris Bakoyannis es la hija de Konstantinos Mitsokakis, un padrino histórico de la derecha. El partido-clanismo funciona tanto con la ND como con el PASOK.
* Finalmente y para terminar con este episodio, debe recordarse el rol de Goldman Sachs y de JP Morgan en la presentación arreglada, muy profesionalmente, de las cuentas de Grecia. El diario financiero La Tribune (19 de junio de 2010) afirmaba: “desde el ingreso de Grecia en la zona euro en 2001, se sabía que las estadísticas estaban falsificadas”. El 13 de febrero de 2010, el New York Times indicaba que las cuentas de Grecia habían sido disimuladas por los bancos Goldman Sachs y JP Morgan. Ahora bien, el managing director y vicepresidente de la rama europea de Goldman Sachs tenía un nombre: Mario Draghi. Este no ignoraba el “caso griego”. Merkel, Sarkozy, Juncker (la luxemburguesa que encabeza el Eurogrupo) y otros, lo pusieron al frente del BCE a comienzos de noviembre de 2011. También Draghi estudió en el MIT, conoce a Monti, estuvo al frente de sociedades públicas italianas en vías de privatización, como el ENI, el IRI, la Banca Nazionale del Lavoro (BNL)… En una palabra, era el hombre del momento.
Las denuncias de connivencia en Grecia hechas por la Troika recuerdan al muerto que se burla del degollado. La Rousfeti en la cúpula de la UE se maquilla con los “buenos modales” propios de la oligarquía europea.
Endeudamiento y exclusión de la Grecia del “derecho nacional griego”
Un simple análisis de la creciente deuda pública neta muestra el efecto de las devastadoras medidas de austeridad impuestas por la Troika, pese a que solo fueron aplicadas parcialmente. La llamada deuda pública entre 2000 y 2008 se situaba en torno al 115% del PBI; en 2009 saltó al 133%, después al 150% en 2010, y a 165% a fines de 2011.
* Desde 2010, el “plan de salvataje” de Grecia, una “ayuda de 100 millardos”, sirvió para reembolsar a los bancos alemanes –entre ellos, el Deutsche Bank– y a sus hermanos europeos. Era preciso también darles tiempo para liquidar los malos créditos (griegos, pero también portugueses e irlandeses) y permitir que las “cambien” gracias al BCE. En efecto, el BCE compra en el mercado secundario (de ocasión) las deudas “podridas” de estos países. Las contabiliza según su valor nominal y no por su valor de mercado. A cambio de esas deudas vendidas a buen precio (no el de mercado) al BCE, los grandes bancos pueden comprar, en parte, obligaciones sanas alemanas, británicas o incluso suizas, apostando a la revalorización de la moneda helvética. El 15 de mayo de 2010, la Frankfurter Allgemeine Zeitung, inclinada a la derecha, reconocía que la operación resultaba interesante para los bancos, no para Grecia y su población. Todos los bancos, a diversos ritmos, han reducido rápidamente su exposición a los títulos griegos.
* En esta nueva situación comienza una larga negociación, bajo la dirección de Charles Dallara, director general del Instituto de Finanzas internacionales (IFI), organización encargada de la defensa de los intereses de los bancos cuyo presidente, hoy saliente, es Josef Ackerman. Él era entonces presidente del directorio del Deutsche Bank. El IFI debía negociar el descuento (haircut) de la deuda griega. A comienzos de marzo de 2012, la operación estaba cerrada, o al menos casi cerrada. Los bancos, los fondos de inversión, las aseguradoras, van a recibir por cada 100 euros de deuda griega aportada al cambio, 21,50 euros de nuevos títulos helénicos, con vencimientos más largos y tasas de interés más bajas, y 15 euros en títulos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), o sea una subvención estatal mutualizada… por los “inversores”. Y, sobre todo, ninguna denuncia de la deuda.
Como contrapartida, los procónsules europeos refuerzan su participación en la conducción de Grecia –de su sociedad y de su economía, y por lo tanto sobre la vida cotidiana de sus habitantes– en nombre del desbloqueo de 130 millardos de euros del FMI y de la UE, prometidos en febrero de 2012. Ellos solo serán entregados en pequeñas dosis y bajo permanentes condicionamientos. Y de esa suma, 14,5 millardos fueron directamente a los acreedores, puesto que una deuda por ese monto venció el 20 de marzo de 2012.
Los que resisten al cambio de la deuda (descuento y reestructuración) son los poseedores de obligaciones de derecho no griego, a los cuales no se puede imponer el acuerdo del descuento. Se trata de fondos especulativos –hedge funds que son parte del sistema bancario paralelo (shadow banking system), totalmente desregulado– que apuestan al cese de pagos (default) por parte de Grecia, porque son tenedores de los CDS (Credit default swaps) o TGD (Titres de Garantie contre la Défaillance), que los protegen del incumplimiento. El total de estas obligaciones está calculado en 18 millardos. Las posibilidades de ganancia provienen, por un lado, de operaciones de compra a buen precio de las obligaciones, por otro, de la batalla jurídica que pueden dar, con la intención de obligar a Grecia a reembolsar una parte de la deuda, a una tasa más elevada que aquella con la cual adquirieron esos títulos. Finalmente, pueden esperar una activación de los CDS, siempre y cuando esos “aseguradores” no hayan desaparecido, puesto que los cambios de CDS, acordados caso por caso, son oscuros.
Su análisis no es necesariamente compartido. Los bancos que recibieron masas de liquidez del BCE –por medio de dos operaciones de refinanciamiento a más largo plazo (LTRO) con vencimiento a 36 meses, el 21 de diciembre de 2011 y el 29 de febrero de 2012– hacen buenas operaciones tomando al 1% (y de hecho, menos aún) y prestando al 3%, 4% ó 5%. Ellos se “recuperan”. Además, piensan que esta inyección de crédito, paradójicamente, lo hará mucho menos sensibles a un default de Grecia o a una salida del euro. Dos acontecimientos que serían, para ellos, muy probables. Lo que está por verse, porque al peso liviano griego se agrega un peso medio pesado: el sistema bancario español.
* Existe ya un ejemplo de operaciones especulativas fuera del derecho nacional, con obligaciones emitidas por el Estado griego. Es otra forma de tutelaje. Esto se advierte de manera más perceptible cuando se examina la instalación del Hellenic Republic Asset Development Fund –Fondo Helenico de Desarrollo de los Activos, HRADF– bajo la dirección del antiguo banquero Costas Mitropoulos. Para quien Spiros Latsis no es un desconocido. El HRDAF, según Costas Mitrpoulos,
Ha sido creado después de consultas entre el gobierno griego y la Troika integrada por expertos de la Comisión Europea, del FMI y del Banco Central Europeo, encargada desde hace dos años de preconizar las reformas económicas y luego supervisar su aplicación por las autoridades helénicas. Ninguno de nosotros proviene de la administración. Todos estábamos en el sector privado. Yo, por mi parte, antes de aceptar este puesto dirigía el banco de inversiones Eurobank EFG Equities, propiedad del grupo Latsis con sede en Ginebra. Acepté esta tarea como si se tratase de un segundo servicio militar. Nuestra misión consiste en recibir del Estado los títulos de propiedad o las acciones de los bienes a negociar. Nosotros preparamos los legajos, resolvemos los problemas jurídicos, hacemos todo esto “vendible” (Le Temps, 7 de abril de 2012).
Los consultores exteriores del HRADF son el UBS y el Credit Suisse, que deben disponer de algunas fortunas de exiliados fiscales griegos en sus arcas. Todo puede venderse.
Costa Mitropoulos, el banquero-militar, da dos ejemplos:
El antiguo aeropuerto de Hellenikon, en el corazón de la ciudad de Atenas, al borde del mar Egeo, constituye el mayor conjunto inmobiliario en venta en una capital europea. En cuanto a la Lotería Nacional –que era una repartición del Ministerio de Finanzas desde 1865–, dos compañías, una italiana y la otra norteamericana, ya nos han hecho ofertas.
Cuando el periodista de Temps plantea la pregunta de su preferencia, ahora, a favor de la venta de las concesiones, responde con franqueza: “la ventaja de las concesiones es que ellas limitan la inversión por parte de los compradores. Estos solo deberán pagar el derecho a gerenciar las infraestructuras, en el marco de contratos a largo plazo que garantizarán la rentabilidad”. Finalmente, ante la incertidumbre política nuestro banquero saca de su portafolio dos argumentos. El primero:
El primer mensaje que queremos transmitir es: no somos el Estado griego. Somos un fondo independiente, encargado de las privatizaciones, ahora propietario del 3% del territorio griego. Tenemos un mandato de tres años. Estamos protegidos contra las interferencias políticas.
Y después de vanagloriarse de sus éxitos en operaciones de adquisición-fusión en Grecia, Costa esgrime su segundo argumento: “Conozco las reglas: un inversor, para interesarse hoy en día en una privatización griega, debe poder aspirar a triplicar o cuadruplicar lo que invierte. Un euro invertido debe rendir tres o cuatro”.
He aquí la verdadera regla de oro con la que nos aturde la Comisión Europea con su tratado sobre la estabilidad, la coordinación y la gobernanza (TSCG).
Esta es la dura realidad que enfrentan el movimiento social, los trabajadores y trabajadoras, los estudiantes, los sectores populares y la izquierda radical en Grecia.
Hundimiento planificado
Los efectos y costos sociales de este conjunto de medidas económicas no necesita demasiada explicación. La contracción del PBI es considerable y duradera. Así, la evolución del PBI real (en volumen, a precios constantes) en porcentajes con respecto al año anterior, es la siguiente: 2008: – 0,2%; 2009: –3,3%; 2010: –3,5%;2011: –6,9%. Se calcula una caída de –4,7% para 2012 (Eurostat). Las últimas cifras publicadas por los servicios de estadística del Estado griego (Elstat) indican un retroceso de 6,5% (después de una primera estimación de –6,25%, el 14 de mayo de 2012) en el primer trimestre con respecto al mismo trimestre de 2011. Se trata, pues, de una crisis de recesión como la de 1930. La compresión presupuestaria y de los diversos componentes del salario social lógicamente condujo al hundimiento del mercado interno, con efectos en el sector del pequeño comercio (quiebras en cascada). Más aún porque el reflujo del turismo sumó sus efectos regresivos. De cada cinco empleos, uno está ligado al turismo. Según el Banco Central, los precios relacionados con este sector retrocedieron un 15,1% en el primer trimestre.
Es, por supuesto, engañoso presentar una mejora en la balanza comercial: si caen las importaciones, basta con que las exportaciones caigan proporcionalmente menos para que el saldo mejore. Pero la caída de inversiones indica el hundimiento acumulativo. ¡Y la parte de los salarios en el PBI es apenas superior al 37%!
La tasa de desocupación alcanza, oficialmente, el 22,6% en marzo de 2012. Estaba en 15,9% en marzo de de 2011. Los desocupados y desocupadas oficialmente registrados son 1,12 millones en marzo de 2012; un incremento del 57% en un año. ¡El número de personas empleadas, según la definición de Elsatat, pasó de 4.548.611 en 2008 a 3.843.905 en 2012!
Para la franja etaria de 15 a 24 años, la tasa de desempleo ha saltado de 24% en 2008 a 52,8% en 2012. Para la franja de 45 a 54 años, la evolución es la siguiente: 4,2% en 2008 y 16,3% en 2012, lo que equivale a un trauma depresivo. Este traumatismo se materializa en el aumento del hambre entre los niños, los desocupados y desocupadas, los jubilados y las personas mayores. También en el acceso cada vez más difícil a los medicamentos costosos… En efecto, la Organización Nacional para los Gastos de Salud (EOPYY) acumuló una deuda de 250 millones de euros con las farmacias. Se comprometió a saldarla antes del 17 de junio, fecha clave (Kathimerini, 4 de junio de 2012), pero los farmacéuticos se niegan a vender medicamentos a crédito si EOPYY no paga su deuda. Los centros de salud y los hospitales tienen el presupuesto reducido hasta el punto de no tener ya “materiales” básicos. Esta emergencia está directamente ligada al hecho de que, de los 5,2 millardos de euros que debieron ser entregados en mayo de 2012, el FMI y la CE retuvieron 1 millardo, a la espera del resultado de las elecciones del 17 de junio (Wall Street Journal, 6 de junio de 2012). ¡Pequeño chantaje! Una situación similar se perfila en el sector energético (DEH, DEPA, LAGHE) donde la necesidad de préstamos se hará apremiante hacia fines de junio de 2012, con riesgo de cortes en el suministro. Lo que facilitaría la tarea de los promotores de privatizaciones.
Estrangulado por la política de austeridad dictada por la Troika y aprisionado en una tormenta europea que está lejos de terminar –mejor dicho, se acelera hora tras hora– el capitalismo griego no brinda ninguna perspectiva a sectores mayoritarios de la población en lo que se refiere a sus necesidades sociales básicas; necesidades que deberían encontrar concreción en términos de derecho, de seguridad social en el sentido amplio del término. Lo que se les niega en nombre del pago de la deuda y del “regreso a la competitividad”.
Es una política dispuesta por una fracción del capital europeo. Aunque esta opción pueda parecer, haciendo una analogía, a que los cirujanos del siglo XXI pongan al orden del día las sangrías. Razón por la cual algunos economistas la califican de “estúpida”, sin advertir sus objetivos de clase; que pueden, por otra parte, desembocar en un resbalón incontrolado en la zona euro.
Un sistema político puesto patas para arriba
En este contexto se produjo el terremoto de las elecciones del 6 de mayo de 2012. En la escala de Richter ¿qué magnitud tendrá el choque de las elecciones que se desarrollarán dentro de 24 horas, es decir, el domingo 17 de junio de 2012? Es imposible predecirlo.
* En todo caso, no se trata de elecciones habituales. Ellas, simultáneamente, traducirán al plano político una crisis social “epocal”, y la de una construcción económico-política montada por el capital financiero europeo. Este quiso disponer de una moneda, el euro, para intervenir con beneficios en el escenario del mercado financiero mundial, inicialmente frente al dólar y al yen. Una moneda única en un conjunto heterogéneo hizo, por tanto, de la devaluación competitiva salarial el sustituto de devaluaciones competitivas de las monedas nacionales (el franco francés, la lira, el dracma). Estas devaluaciones eran la respuesta más frecuente ante pérdidas de partes del mercado, entre otras. Además, en esta UE, no existen un presupuesto federal amplio, ni un banco que puedan actuar para reasignar recursos y como prestamista de última instancia (lo que sería un BCE con un perfil análogo al de la FED).
Frente a una crisis de superproducción y de sobreacumulación de capital –con una configuración del capitalismo efectivamente mundializada y los nuevos equilibrios económicos que se derivan– el choque infligido a las economías de los países de la periferia no podía más que ampliarse, tras la crisis iniciada en 2007 en los Estados Unidos. Y no existe ninguna razón para que, en el curso de la década de 2010, la heterogeneidad en el seno de la zona euro ya no se exacerbe. Salvo que se entrevea un gran viraje político-económico –incluso en un marco capitalista–. Lo que requeriría un ascenso masivo de luchas sociales y una traducción determinada de tal ascenso a nivel político. Esto es lo que hace hoy en día, de las elecciones griegas y lo que vendrá después, un momento tan importante en Europa.
* El 6 de mayo de 2012, explotó el sistema político instalado después de la dictadura de los coroneles (1967-1974). Las cargas de TNT se identifican con facilidad.
En primer lugar, gran cantidad de luchas –múltiples y diversas–, provenientes de diferentes sectores de la sociedad, casi todos agredidos. En dos años, se contabilizan 19 jornadas de huelga; no precisamente huelgas generales, que expresarían el levantamiento de gran parte de la sociedad y la tendencia a plantear la cuestión del poder. Pero estas jornadas de huelga se combinaron con múltiples manifestaciones masivas ante el parlamento, defendido por cuerpos policiales especializados muy brutales. Lo que les daba un rasgo de notable confrontación política. Traducían el rechazo a las imposiciones de la Troika y de la colaboración servil de los dos partidos históricos: la Nueva Democracia (ND) y el PASOK. Y estos dos partidos se han desmoronado.
La ND disponía de 41,84% de los sufragios en septiembre de 2007; 73,48% en octubre de 2009; y se encuentra, el 6 mayo de 2012, con 18,88%. El PASOK había conseguido 38,10% de votos en septiembre de 2007; 43,92% en octubre de 2009 y 13,2% en mayo de 2012.
Por el contrario, SYRIZA, la coalición de la izquierda radical, creada en 2004 reunía en septiembre de 2007 5,04% de votos; 4,60% en octubre de 2009 (lo que provoca una ruptura de su derecha: la Izquierda Democrática de Kouvelis, que reunió 6,1% de los votos en mayo de 2012), y el 16,76% el 6 de mayo de 2012. SYRIZA devino el segundo partido en la escena política griega.
En cuanto al Partido Comunista Griego (KKE), una organización estalinista, comparado con la cual el PC portugués parecería un partido postmoderno, pasó de 8,15% de votos en octubre de 2009 a 8,47% en mayo de 2012, después de dos años de movilización social. Su sectarismo y su línea consisten en un simple rechazo-denuncia de la UE y el euro, sin estrategia de “salida” concreta. Esto parece “compensado” por una autoafirmación partidaria apoyada en una fuerte estructura organizativa que puede ser tranquilizadora para algunos militantes ante una crisis social de semejante magnitud.
Pese a todo, el hecho de ser superado por SYRIZA de manera tan evidente provocó cuestionamientos en las filas del KKE, en un momento en que militantes y simpatizantes esperan “soluciones concretas” a una crisis socioexistencial.
ANTARSYA (Cooperación Anticapitalista de Izquierda por el Derrocamiento, reagrupamiento de 4 organizaciones que logó 1,19% de los votos en mayo de 2012) se ha negado a participar en la coalición SYRIZA, pese a evidentes aperturas, en las elecciones del 17 de junio.
En el otro extremo, el LAOS (Alerta Popular Ortodoxa) obtiene 2,9% de los votos y queda fuera del parlamento, porque el umbral está puesto en el 3%. Amanecer Dorado, en cambio, una organización declaradamente neonazi, negacionista, hace una buena elección con 6,97% de los sufragios. Esta organización combina una orientación nacionalista y una campaña contra los inmigrantes, con repetidos y muy violentos ataques físicos contra inmigrantes afganos, paquistaníes y bengalíes. En una tradición propia de este tipo de organización, Amanecer Dorado trata de ocupar físicamente el terreno. En varios cuarteles de la policía “especial”, este partido recibió cerca del 50% de los votos el 6 de mayo, lo que revela un trabajo de implantación en el sector. Este tipo de formación política neonazi no debe subestimarse en el contexto de una sociedad profundamente herida. Su ingreso al parlamento le da recursos y un trampolín para ocupar espacio público. Puede tener dificultad para manejar esta apertura, pero puede también aprender a tener una presencia en los medios un poco más controlada (por ejemplo, ya sin golpear durante una emisión de TV a una diputada ligada al KKE o agredir a una representante de SYRIZA). Su influencia en las pequeñas ciudades es real. Durante las semanas previas al 17 de junio, la ND adoptó un discurso antiinmigrantes.
Después del 6 de mayo de 2012, el impasse parlamentario es total, porque no fue posible constituir ninguna mayoría de 151 bancas, en un parlamento de 300. El KKE contaba con 26; SYRIZA con 52; la izquierda democrática, con 19; el PASOK, con 41; la ND, con 108 bancas (gracias al otorgamiento de 50 bancas suplementarias al partido que obtiene mas votos); los Griegos Independientes (división de la ND), 33; Amanecer Dorado, 21 bancas. Después de diversos intentos conducidos bajo la batuta del presidente Karolos Papoulias (surgido del PASOK) y constatando su fracaso –incluyendo la nueva solución mágica europea de un gobierno de “técnicos”–, la única sesión del parlamento electo el 6 de mayo instaló un gobierno interino. Desde el 16 de mayo de 2012 el abogado Panagiotis Pikraménos encabeza un gobierno de transición constituido, esta vez, por “tecnócratas”. Todo queda en suspenso hasta el 17 de junio. Salvo la formidable campaña multiforme de presiones y de chantajes de las instituciones europeas, los bancos centrales de diversos países y los líderes partidarios desde Hollande hasta Cameron pasando por Merkel. Y también del FMI, con la delicada sugerencia de la antigua campeona de natación sincronizada y jefa del FMI, Christine Lagarde, que en una entrevista dada al diario británico The Guardian (25 de mayo de 2012) no dejó de reclamar a los griegos “que se ayuden colectivamente pagando los impuestos”, subrayando al mismo tiempo que los “escolares de Nigeria” merecen más su compasión.
Todas estas intimidaciones tienen un único objetivo: hacer triunfar a una coalición dirigida por Antonis Samaras de la ND y señalar que cualquier rechazo de los memorandums (I y II) conduciría al caos, al estrangulamiento de Grecia y de su población. Ciertamente la Troika deja entender que una renegociación de las condiciones impuestas para asegurar el “rescate” es posible. ¿Como hacer otra cosa cuando el mismo Samaras está obligado a afirmar su voluntad de renegociación ante su propia base partidaria y electoral. Tanto más cuanto que la mediatización del debate político llevó a poner en el centro, de manera artificial pero interesada, la cuestión: “o bien el euro, o el dracma… y luego el caos”.
La bipolarización ND – SYRIZA, o pro y antimemorándum
Después del 6 de mayo, la vida política en Grecia esta polarizada: por un lado, la ND (con Samaras y Dora Bakoyannis); por el otro, SYRIZA, con Alexis Tsipras, que hizo sus primeras armas en las juventudes del KKE y el movimiento estudiantil y tiene 38 años. Evangelos Venizelos, nuevo jefe del PASOK, intenta existir haciéndose el gran predicador de un “verdadero gobierno orgánico de unidad nacional”. En su más bajo nivel, el PASOK busca un espacio que amenaza con no ser análogo al volumen de su líder.
* Los sondeos –expresión de una especie de norteamericanización de la “vida política” en Europa– ocuparon un importante lugar durante las últimas semanas. Ellos confirman el terremoto del 6 de mayo de 2012. En las semanas previas a los comicios, dejan aparecer estas tendencias: la ND entre 26% y 29,5%; SYRIZA: 23% a 26%; PASOK: 9% a 12%; Griegos Independientes: 6% a 7%; Izquierda Democrática: 4% a 5,5%; Amanecer Dorado: 4,5% a 6%; KKE: 3% a 4%. La parte de sufragios que obtendrían las formaciones que no alcancen el umbral del 3% (se presentan 21 partidos e independientes) pasó de 18% a 10%: será un duelo encarnizado entre la ND y SYRIZA.
* SYRIZA se constituyó en 2004 como una coalición electoral compuesta por 11 organizaciones. Su principal componente es Synaspismos (Coalición), que se denomina actualmente “Coalición de la Izquierda, de los Movimientos y de la Ecología”. Alexis Tsipras es el dirigente de la Coalición y el portavoz de SYRIZA. Synaspismos se constituyó en 1991. En el seno de SYRIZA se encuentran también coaliciones más pequeñas de extrema izquierda. Algunas vienen del maoísmo, como la organización comunista de Grecia (KOE), que sostiene una orientación “patriótica” estos últimos meses. Su peso en cantidad de militantes es significativo. Está también DEA (Izquierda Obrera Internacionalista); de origen trotskista, rompió con la corriente internacional dirigida por el Socialist Workers Party inglés, está próxima a la Internacional Socialist Organization de los EE.UU. y el Movimiento por el Socialismo de Suiza colabora estrechamente con ellos. Una organización como AKOA (Izquierda Comunista Ecológica y Renovadora), proveniente del antiguo PC griego “del interior”, también es parte de SYRIZA.
Si se observa la trayectoria de Synaspismos, se advierte que experimentó un giro a la izquierda marcado por el arribo a la presidencia de Alékos Alavamos, lo que los dirigentes de DEA supieron comprender. El ala derecha fue derrotada en el curso de las discusiones internas y finalmente constituirá el partido de la Izquierda Democrática (DIMAR) de Fotis Kouvelis. Synaspismos se había pronunciado a favor del tratado de Maastricht, firmado en 1992; posición que fue revisada y criticada posteriormente. Este es uno de los elementos constitutivos de su crítica a la estructuración de la oligarquía europea y de sus instituciones; crítica que no implica un repliegue nacionalista, sino una perspectiva hacia “otra Europa”.
La constitución en 2004 de SYRIZA consolida la posición más a la izquierda de Synaspismos y abre esta coalición las discusiones en el curso de las cuales las formaciones numéricamente más débiles tienen algo que decir y ejercen influencia sobre las decisiones que se adoptan. El calificativo de “Coalición de la Izquierda Radical” traduce bastante bien su evolución hasta este momento. SYRIZA se reivindica explícitamente como parte de las mejores tradiciones del movimiento revolucionario griego.
Con la constitución de SYRIZA, se produjeron modificaciones de modo interactivo en el seno de las organizaciones políticas más activas de la coalición. Y una nueva coalición ahora intergeneracional se ha conformado. En su seno, los sectores radicalizados del movimiento estudiantil lograron un lugar destacado. Ellos constituyen parte del entorno inmediato de Tsipras, en lo referido a Synaspismos. Se reivindican marxistas, a veces de inclinación althusseriana. El movimiento antirracista fue reforzado por la adhesión de la juventud, cuyo combate en 2008 fue apoyado con firmeza por SYRIZA y sus diversos componentes frente a las amenazas de la derecha y del PASOK.
La influencia en el movimiento sindical se consolidó en el curso de los años 2000.Tiene una presencia mayor en el sector público que en el privado. Existe, sin embargo una asimetría entre la actual audiencia electoral en los asalariados (y circunscripciones como la segunda del Pireo, importante zona obrera) y la influencia organizada en las confederaciones sindicales históricas del sector privado (GSEE) y del público (ADEDY).
La ruptura de colaboración con la dirección del PASOK estimuló, en la segunda mitad de los años 2000, una influencia construida como izquierda sindical, fortalecida por militantes surgidos del KKE. Pero los aparatos sindicales centrales que disponen todavía de un peso real como estructuras controladas –lo que a veces no es percibido por una parte de la “izquierda radical” europea– tienen lazos estrechos con el PASOK e incluso, según las regiones y sectores, con la ND.
La presencia sindical organizada constituye uno de los mayores desafíos para SYRIZA. Después del 6 de mayo, ella supo multiplicar las reuniones públicas en los barrios con el fin de llegar a sectores de la población que no son considerados como simples electores o electoras, sino como ciudadanos activos y comprometidos. Se impulsó una discusión general con estas personas sobre todos los temas en debate en ese momento particular. Se trata de una nueva experiencia diferente a la de los tradicionales actos partidarios.
* SYRIZA supo lanzarse a la campaña electoral del mes de mayo diciendo: “podemos ganar; podemos derrotar la nueva democracia y al PASOK; podemos instalar un gobierno de izquierda”. Este enfoque se correspondía con las diversas y numerosas luchas de los dos últimos años, con los asaltos al parlamento. Esto no estaba determinado por una caracterización de la situación como prerrevolucionaria y menos aún revolucionaria.
SYRIZA y su izquierda, como la DEA –dado lo candente de la coyuntura política y el lugar de la confrontación sociopolítica en Grecia en relación a muchos países de Europa (e incluso la UE)– insistieron en la necesidad de constituir un frente político único capaz de organizar una amplia base social, incluyendo la que anteriormente fue captada por el PASOK.
Desde esta perspectiva, era preciso un objetivo concreto: el de derrocar políticamente y electoralmente al gobierno de derecha, el gobierno pro memorándum. Este se impuso como un objetivo tangible y comprensible, dando al análisis de la situación no solo una forma discursiva, sino una proyección material e ideal a la vez.
Un segundo test después del 6 de mayo se presentó de inmediato a SYRIZA: el rechazo a un gobierno de unidad nacional, incluso para renegociar los memorandums. SYRIZA resistió a esta presión, aunque muy fuerte y bien organizada, y retomada por todos los medios que jugaban con el temor al futuro.
* La idea que se puso en el centro de la segunda campaña, que comenzó a mediados de mayo, fue: “comenzamos nuestro trabajo el 6 de mayo, debemos terminarlo”, para imponer un gobierno de izquierda que rechace los memorandums, y esto sin caer ni en la trampa del nacionalismo (como el KKE), ni en un análisis que lleve a separar la crisis del capitalismo griego de un contexto mucho más amplio, la crisis del capitalismo europeo –tan visible para una cantidad creciente de asalariados, de desocupados, de estudiantes, de jóvenes– como del capitalismo mundializado. Sobre esta base es posible organizar más amplia e internacionalmente las masas trabajadoras contra los diversos “memorandums” instalados en Europa y contra su traducción institucional, como el tratado sobre la estabilidad, la coordinación y la gobernanza (TSCG), entre otros.
Como continuación de este enfoque se plantea la cuestión de la denuncia de la deuda, con las posibles etapas transitorias, siempre y cuando el objetivo dirija cada paso: de la auditoria a la moratoria y a su denuncia. Esto depende de relaciones de fuerza, de la dinámica a escala de Europa, y entre otros de la situación en España, en Francia y en Portugal. Esta dimensión europea fue inmediatamente comprendida por Venizelos, que visitó a Monti y Hollande, o por Merkel con sus amenazas. Una contraestrategia europea comenzó a ser construida por SYRIZA .Su concreción depende también de la disponibilidad de fuerzas anticapitalistas en Europa.
* En definitiva, SYRIZA escapó a la trampa del debate centrado en salir o no salir del euro. Una cosa es el análisis que se efectúe de la UE, de su estructura, de los proyectos del “núcleo duro” de la UE, del papel del euro. Otra cosa es el modo de abordar la situación concreta, en un determinado momento y en un determinado país.
El primer paso de un gobierno de izquierda debería consistir en derogar el memorándum; esta opción fue discutida y adoptada en SYRIZA. La prioridad es que el debate sobre estos asuntos y sus implicaciones –el contraataque muy duro de la derecha y de la eurocracia– no quede confinado a un círculo de tecnócratas, sino que se transforme en los términos más claros posibles en una cuestión de aquellas y aquellos que luchan para responder a sus necesidades inmediatas.
Financiar otra política requiere no solamente otra política fiscal (afectando, por ejemplo, los ingresos de la iglesia, junto con la expropiación de sus bienes), con la batalla social que esto implica, sino también una reducción de determinados gastos (el ejército, por ejemplo), así como el cuestionamiento del pago de la deuda.
Una perspectiva de colaboración con los asalariados de Europa no puede justificar sacrificios en nombre de “quedarse en el euro”. Pero será más fácil movilizar contra las dificultades, inevitables y grandes, de “ser separado de la zona euro” por la eurocracia, si el doble movimiento de rechazar el memorándum y de renegociar la deuda es rechazado por lo poderes eurócratas de todo tipo que decidieran excluir a Grecia de la zona euro. Y no lo contrario.
Junto con estos ejes se propuso un programa de nacionalización, precisando que no se trataba simplemente de cambiar el título de la propiedad, sino de cambiar la estructura de las empresas, con una efectiva participación de los asalariados en las decisiones y un control social más amplio. En este sentido, SYRIZA plantea la cuestión de la nacionalización de los bancos para convertirlos en un polo público. Marchando contra la corriente, SYRIZA propuso una serie de propuestas referentes al tema “difícil” en esta crisis de la inmigración. Estas van desde el derecho al reagrupamiento familiar a la eliminación de cualquier limitación del acceso a la salud pública y a la educación; desde la eliminación del cuerpo reaccionario de guardias fronterizas hasta la nacionalización automática luego de tres años de residencia, pasando por el derecho al voto y la elegibilidad, etcétera.
* En la actual configuración política, el KKE (PC) –que tuvo dos divisiones: una en 1968 con el KKE del interior, de tipo eurocomunista a la italiana, y otra en 1992, en el marco de la implosión de la URSS– tiene una matriz stalinista dura. Organiza a sectores obreros y estudiantiles entre otros, con un “frente de masas”: el PAME. El KKE se ha aislado de las capas intelectuales por su dogmatismo primitivo y su sectarismo. Caracteriza a SYRIZA y a sus integrantes como traidores dispuestos a capitular ante la UE. Abolir hic et nunc al capitalismo constituye su línea inmediata, reforzando su aislamiento: el hundimiento del capitalismo está en la puerta y el KKE está allí para tomar la dirección de la sociedad. Este es su mensaje. La decadencia del KKE en este período es evidente.
Sin embargo, SYRIZA y su izquierda mantienen una línea de proponer la unidad de acción que puede tener cierta audiencia, incluso entre los simpatizantes organizados del KKE, una parte de cuyos electores ya optó por SYRIZA.
* Los resultados del 17 de junio tendrán importancia. Lo más difícil para SYRIZA comenzaría si obtiene una victoria electoral. Pero, en cualquiera de los casos, la situación será extremadamente difícil para los asalariados y para la población.
El jueves 14 de junio, los dirigentes de la UE anunciaron que darían un cierto margen de maniobra al gobierno griego –que ellos esperan sea el de Samaras y sus aliados– a fin de alcanzar los objetivos del plan de rescate. Sin embargo, ninguna concesión de fondo será hecha sobre los principales objetivos. Desde el domingo a la noche, el 17 de junio, en el marco de una videoconferencia, los ministros de finanzas discutirán los resultados de las elecciones legislativas. La salida de Grecia de la zona euro es la amenaza que sobrevuela, al igual que la anulación de distintas líneas de crédito.
Pero los ministros de finanzas discutirán sobre todo las medidas a tomar para evitar un shock bancario en Europa el lunes 18 de junio. Esta es la principal preocupación para ellos, no la supervivencia de la población griega.
En caso de victoria de SYRIZA, se lanzaría un amplio operativo de cerco y de cooptación de sectores paralizados por la dificultad de las tareas. No solamente existe el riego de que algunos tomen la vía de una “negociación” del memorándum, sino que, siguiendo esta senda, el “realismo” podría tomar la delantera, con la idea de que es posible “engañar al adversario”. El punto para frenar semejante práctica residiría prioritariamente en la movilización popular y el peso en SYRIZA de aquellas y aquellos dispuestos a mantener la orientación de esta coalición, que recibió el estatus de “partido” gracias a la Corte Constitucional, con el fin de obtener, en caso de victoria sobre la ND, las 50 bancas que podrían asegurar una mayoría parlamentaria. A la movilización interna puede sumarse la solidaridad internacionalista de los diversos movimientos que luchan, bajo diversas formas, por el no pago de la deuda.
16 de junio de 2012