08/12/2024
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Estado de excepción
en Argentina y Brasil
Una perspectiva a partir de la teoría crítica
Miguel Vedda, Renato Franco, Antônio Álvaro Soares Zuin (compiladores)
Ediciones Herramienta, Buenos Aires, Argentina, 2020. 400 páginas. ISBN 978-987-1505-67-8
Este libro es resultado de la cooperación entre investigadores argentinos y brasileños. Con el prisma metodológico de la teoría crítica radical –capaz de relacionar lo que la realidad social tiende a separar–, los trabajos aquí reunidos buscan esclarecer aspectos decisivos de la experiencia social, política y cultural de América Latina. Se proponen identificar en el presente los modos de incidencia de la experiencia totalitaria verificada en el pasado reciente de la región, que aún hoy se muestra como fuerza activa, capaz de configurar la experiencia social y política tanto de Argentina como Brasil. El horizonte del libro es establecer una crítica radical –con el consiguiente esclarecimiento– de las formas de estado de excepción que fueron o son predominantes en ambos países.
Presentación de Estado de excepción:
I
En el momento histórico experimentado por Argentina y Brasil –tal vez por toda América Latina–, nos parece significativa la aparición de este libro, muy apropiadamente titulado Estado de excepción en Argentina y Brasil: Una perspectiva a partir de las Teoría Crítica, publicado simultáneamente en los dos países. De hecho, esta hora exige coraje civil, siempre presupuesto cuando es necesario –como ahora–; exige pensar con radicalidad y verdadero ímpetu crítico; coraje, en fin, para que el pensamiento logre con precisión romper los consensos establecidos, ya que por el conformismo, ya sea por la imposición intimidatoria de movimientos ideológicos o políticos súbditos de la interrupción autoritaria de experiencias democráticas en la historia política de ambos países; movimientos que abrigan hasta hoy a los herederos embrutecidos de la saña extremista del período dictatorial experimentado en la región Sur del continente americano; especialmente en Brasil, pero no exclusivamente en él. Movimientos ávidos de extirpar o eliminar –en nombre de una supuesta “Modernidad neoliberal”– todo lo que podría contribuir a transformar, aunque más no sea modestamente, la arcaica estructura social vigente en la mayoría de los países latinoamericanos; destrucción que acostumbra a redundar, en todos los lugares, en la expansión de la miseria, de la indigencia cultural, en el truncamiento de la efectivización de la ciudadanía y, sobre todo, en un horizonte histórico achatado y corto, ante todo para las capas sociales económicamente más vulnerables.
Estado de exceçãona Argentina e no Brasil: uma perspectiva a partir da Teoria Críticaes el resultado de la cooperación productiva entre investigadores argentinos –de diversos modos relacionados con la producción teórica, crítica y editorial de la revista Herramienta– y brasileños –miembros o colaboradores de los Grupos de Estudios e Investigaciones “Teoria Crítica e Educação y “Teoria Crítica; tecnologia, cultura e formação”, que reúnen a investigadores de varias universidades públicas brasileñas. Para sus compiladores, el objetivo es nítido: adoptando un prisma metodológico provisto por la tradición del pensamiento que, desde el siglo XIX, estableció una teoría crítica radical de la sociedad –capaz de relacionar aquello que, por la fuerza de las cosas, la realidad social tiende a separar (modo de resistir al ofuscamiento general, también imperante en la producción de conocimiento), los trabajos aquí reunidos se proponen esclarecer cuestiones o aspectos decisivos de la experiencia social, política y cultural de América Latina, particularmente en los dos países mencionados. Para decirlo con más precisión: se proponen identificar en el presente los modos de incidencia de la experiencia totalitaria verificada en el pasado reciente de la región, que aún hoy se muestra como fuerza activa, capaz de configurar la experiencia social y política tanto de Argentina como Brasil. En esa perspectiva, el horizonte del libro es establecer una crítica radical –con el consiguiente esclarecimiento– de las formas de estado de excepción que fueron (¿o todavía son?) predominantes tanto en un país como en el otro. En fin, se trata de verificar cómo la experiencia totalitaria aún tiene repercusiones en los diversos aspectos de la vida social, en la organización de la actividad económica, en la política y en la vida cotidiana; también en las manifestaciones artísticas o culturales, así como en las formas de producción de las subjetividades. Semejante movimiento crítico exige además el examen de las relaciones entre las diversas experiencias locales y el movimiento del capital internacional implicando por tanto el desvelamiento de los modos de inserción de la región en el mercado mundial, es decir, en la actual división internacional del trabajo y de la producción; procedimiento que no deja de ser un modo de esclarecer, en un movimiento de doble dirección, tanto la región como la propia dinámica del capitalismo global.
II
Es conveniente además recordar que, después de la destrucción de las Torres Gemelas en EE.UU. en septiembre de 2001, los EE.UU. crearon una gigantesca máquina de guerra de alcance global, que rige en todos los lugares la vida cotidiana y, al mismo tiempo, avala la producción y la invención incesantes de nuevas armas, cada vez más letales –desde luego, para la gloria del complejo industrial-militar, ahora enormemente expandido–. Como justificación, los EE.UU. alardean sobre la necesidad de garantizar la seguridad de los pueblos y de los países “democráticos”; también la conquista de la paz o del equilibrio mundiales; para todo esto, hacen uso de su poder global de convencimiento, debidamente planificado por una de las ramificaciones de su maquinaria de guerra, compuesta por los varios sectores de la industria cultural.
Entretanto, un observador situado en otro ángulo de visión podría, no solo no dejar convencerse por semejante retórica, sino además indagar si no sería esta la ocasión de pensar exactamente en la dirección opuesta: pero precisamente indagando si no sería plausible que constatemos que es la existencia de la máquina de guerra permanente la responsable de sembrar la inseguridad de los pueblos y de los individuos. En definitiva, la diseminación constante de su necesidad, a fin de promover la seguridad global, ¿no implicaría previamente la necesidad de suscitar, en todas partes, la inseguridad –real o imaginaria–? Giorgio Agamben registró algo muy semejante al afirmar:
La seguridad como paradigma de gobierno no nace para instaurar el orden, sino para gobernar el desorden. Es en ese sentido que la seguridad, juntamente con el estado de excepción, es el paradigma fundamental de la política mundial […]. Me parece evidente que es ese el principio que guía […] la política exterior norteamericana, pero no solo a ella. Se trata de crear zonas de desorden permanente […] que permitan intervenciones constantes orientadas en la dirección que se juzgue útil. Es decir, los EE.UU: son hoy una gigantesca máquina de producción y gestión de desorden.[i]
Semejante afirmación seguramente introduce un aspecto nuevo al señalar, como paradigma fundamental de la política actual, al estado de excepción; no deja, además, de sugerir que el miedo y la inseguridad estimulan la búsqueda de soluciones políticas autoritarias, de modo que el presente pueda estar nuevamente abriendo las puertas del infierno: a través de ellas puede reaparecer el fascismo, con su cortejo de horrores.
III
A fin de no extender demasiado esta presentación, corresponde aún destacar que el libro incluye ensayos teóricos focalizados en el análisis del estado de excepción; entre ellos cabe destacar el notable estudio de Jeanne-Marie Gagnebin, titulado precisamente “Estado de excepción: entre catástrofe y necropolítica”–, así como los trabajos de Alberto Bonnet, Martín Cortés, Silvia Schwarzböck y Miguel Vedda; siguen a estos un conjunto de estudios sobre Argentina y Brasil, entre los cuales se hallan los ensayos de Wolfgang Leo Maar, Renato Franco & Débora Cristina de Carvalho, Bruno Pucci, María Belforte, Francisco García Chicote y Luiz Roberto Gomes; a continuación, aparecen dos ensayos que evalúan la pertinencia –o no– de la fecundidad de la teoría crítica para el examen de la realidad latinoamericana: los de Santiago Roggerone y Luis Ignacio García. Finalmente, los tres últimos –de Ari Fernando Maia, Belarmino César Guimarães da Costa y Vânia Gomes Zuin&Antônio Álvaro SoaresZuin– examinan aspectos de las nuevas tecnologías de comunicación implicadas en la industria cultural global a fin de destacar sus impactos en la vida democrática.
Por último, es preciso destacar que la elaboración del libro objetiva –o alimenta la esperanza– de que los análisis desarrollados en él puedan despertar en los lectores el reconocimiento de semejanzas y diferencias entre los dos países, con vistas a viabilizar el posible delineamiento de alternativas comunes y de nuevas y productivas formas cde cooperación intelectual y política entre argentinos y brasileños.
IV
El trabajo de edición de este libro comenzó a finales de 2019. En aquel momento, nada hacía pensar que la humanidad pronto habría de enfrentarse con un flagelo que la obligaría a evidenciar tanto sus capacidades como sus limitaciones. La expansión del COVID-19, al mismo tiempo, puso aún más al descubierto la dinámica destructora de capitalismo, al exacerbar en todo el planeta la contradicción entre el imperativo de proteger la vida humana y unas demandas de acumulación del capital que, en la era del neoliberalismo, alcanzaron niveles de barbarie inauditos, expandiéndose en una espiral fuera de control. La antinomia salud versus economía, formulada de manera absurda y recurrente durante los últimos meses, muestra por sí solo hasta qué punto el sistema bajo el cual vivimos se encuentra cada vez más despojado de cualquier impulso civilizador. Las actuales circunstancias han contribuido a destacar que el irracionalismo volvió incorporarse en el orden del día social y político como una cuestión que pone a prueba nuestras capacidades de pensamiento y resistencia. En el momento en que terminamos de escribir este prefacio, a fines de junio de 2020, EE.UU., la potencia mundialdeclinante pero aún hegemónica, más de 125.000 personas han muerto ya por coronavirus y más de 40 millones han perdido sus empleos, revelando de manera patente la trivialidad de la afirmación, repetida insistentemente por la administración Trump, de que de lo que se trata es, ante todo, de proteger la economía. En un Brasil gobernado –si es en algún sentido pertinente emplear este término– por un presidente que supera día tras día los límites de la imbecilidad, el número oficial de muertos es ya superior a 58.000, y todo hace pensar que, tristemente, esta cifra habrá de incrementarse aún de manera exponencial durante las próximas semanas. En Argentina, los poderes económicos y las fuerzas políticas más retrógradas, apoyados por los medios de des(información) hegemónicos, invitan a boicotear una cuarentena respetada por sectores muy amplios de la población, invocando para ello teorías de la conspiración, fantasmagorías totalitarias y argumentos anticientíficos dignos, en su ciega banalidad, del terraplanismo o de las doctrinas espiritistas. Nada podría poner de manifiesto mejor que estos hechos la complicidad entre, por un lado el sesgo característico del capitalismo neoliberal y de las nuevas derechas –con sus demandas de racionalización económica radical– y, por otro, una ideología que expresa como letanías religiosas su devoción por creencias míticas.
Después del COVID-19, ya nada será igual. Al margen de una catástrofe tanto sanitaria como económica cuya dimensión no estamos en condiciones de prever, la humanidad que emerja de una pandemia de características totalmente particulares y de un alcance nunca antes conocido tendrá que volver a someter a discusión asuntos que han cobrado una intensa vigencia: la importancia y la función del Estado y de las instituciones públicas frente a las políticas de ajuste promovidas una y otra vez por los programas de neoliberalización económica; la necesidad de resistir al oscurantismo ideológico a través de una educación para la emancipación; la trascendencia de analizar la fisonomía de las nuevas derechas y las formas de presentarles resistencia; el significado de los movimientos sociales y de las formas de autoorganización popular como medios para consolidar una sociabilidad contrapuesta a los ideales individualistas y consumistas promovidos por el orden económico vigente; la profundidad de la catástrofe ecológica y de los paradigmas productivistas y extractivistas; el papel de la industria cultural, las nuevas tecnologías, las redes sociales y los medios de comunicación de masas como instrumentos para la mistificación de masas. De cara a todas estas cuestiones, y dadas sus características esenciales, una Teoría Crítica intelectualmente seria y políticamente comprometida tiene que constituirse en un punto de referencia y una base metodológica fundamental. De ahí que el estado de excepción global instaurado por la pandemia no haya hecho más que convencernos, a los compiladores de este volumen, de la actualidad de los artículos que aquí estamos presentando.
Los compiladores
[i]Agamben, Giorgio, “A política da profanação”. En: Folha de São Paulo, 18/9/2005, suplemento “Mais”. Trad. de Miguel Vedda.
De la contratapa del libro (Temas y autores de Estado de excepción)
Estado de excepción: entre catástrofe y necropolítica: Jeanne Marie Gagnebin -- Forma y forma estado en la teoría crítica: Alberto Bonnet -- ¿Por qué, todavía hoy, el marxismo?:· Martín Cortés -- La vida de derecha. Estética explícita y estado de excepción: Silvia Schwarzböck -- Narraciones del horror en la era neoliberal: Miguel Vedda-- Para una teoría crítica de la sociedad brasileña: Wolfgang Leo Maar -- Teoría crítica y pensamiento dialéctico en Brasil: Renato Franco y Débora Cristina de Carvalho -- Elaboración del pasado en Brasil en tiempos de neoliberalismo: Bruno Pucci -- Falsa conciencia y desamparo existencial en estratos medios urbanos argentinos: María Belforte -- Forma autobiográfica, forma evasiva de la clase media argentina: Francisco García Chicote -- Autoritarismo y educación en Brasil: Luis Roberto Gomes -- Teoría crítica de la sociedad y realidad latinoamericana: Santiago Roggerone -- Anacronismo, violencia e interrupción: Luis Ignacio García -- Cultura digital: memoria, violencia estética y regresión: Belarmino Cesar Guimarães da Costa -- Big Data, Big Tech y el colapso de la democracia: Ari Fernando Maia -- Internet de las cosas y apropiación autoritaria de la memoria: Vânia Gomes Zuin y Antônio Álvaro SoaresZuin.