23/12/2024
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Derrotismo y dialéctica fue escrita por György Lukács en alemán a mediados de la década de 1920 en respuesta a las reseñas de Historia y conciencia de clase firmadas por Abraham Deborin y László Rudas. Se trata de una obra de aproximadamente un centenar de carillas mecanografiadas inédita en vida de su autor y de la que, hasta su descubrimiento a mediados de la década de 1990, no se tuvo noticia alguna. No hay alusión a Derrotismo y dialéctica en los documentos autobiográficos de Lukács, y solo se han hallado menciones generales en la correspondencia de la intelectualidad marxista de la época (que conocía las reseñas de Deborin y Rudas y aguardaba atentamente un supuesto descargo del autor de Historia y conciencia de clase). Dado que la presente edición ofrece una serie de ensayos que analizan en profundidad diversos aspectos de la obra, nos limitaremos aquí a señalar algunos hechos que hacen a la determinación básica de la obra y de la presente edición.
Las reseñas contra las que se dirige Lukács aparecieron en el verano septentrional de 1924 y se hallan fuertemente condicionadas por las luchas que se dieron en el V Congreso de la Internacional Comunista por el legado teórico y político de Lenin. El trabajo de Abraham Deborin, “Georg Lukács i ego kritika marksizma” (Georg Lukács y su crítica del marxismo), fue publicado en la moscovita Pod znamenem marksizma (Bajo la bandera del marxismo; 1924, números 6 y 7) y constituye la primera de las valoraciones inequívocamente negativas de Historia y conciencia de clase. Le siguieron inmediatamente dos trabajos de László Rudas, “Orthodoxer Marxismus?” (¿Marxismo ortodoxo?) y “Die Klassenwebuβtseinstheorie von Lukács” (La teoría de la conciencia de clase de Lukács) en Arbeiterliteratur (n° IX, X y XII) , revista editada por Johannes Wertheim (Viena: Verlag für Literatur und Politik; solo aparecieron doce números mensuales en 1924). El número X de Arbeiterliteratur incluyó también una versión alemana del artículo de Deborin. Son las incriminaciones de estos tres trabajos las que Lukács pretende dejar sin valor.
No se dispone de elementos para una datación precisa de la escritura de Derrotismo y dialéctica. Cuatro constataciones sugieren, sin embargo, que esta se realizó entre 1925 y 1926. Primero, la cercanía de concepto con Historia y conciencia de clase y Lenin. Segundo, que Lukács se remita en la obra a la edición de Gustav Mayer de las cartas de Ferdinand Lassalle. Si bien el tomo referido se publicó en 1923, de 1925 es el conocido ensayo de Lukács sobre la correspondencia Marx-Lassalle. Tercero, que Lukács se ampare retóricamente, con el propósito de probar el absurdo de las acusaciones de Rudas y Deborin, en la “teoría” de Grigori Zinóviev, quien en el discurso de apertura del V Congreso, en 1924, había impulsado la desacreditación del propio Lukács y Karl Korsch, y celebrado a Rudas. Hacia mediados de 1926, Zinóviev ya no detentaba poder significativo en las instancias burocráticas soviéticas, por lo que el procedimiento retórico de Lukács habría sido entonces ineficaz, si no contraproducente. Cuarto, que Siegfried Kracauer mencione, en dos cartas a Ernst Bloch de mayo y junio de 1926, un escrito –que él no ha leído y que aún no ha sido publicado– de Lukács contra Rudas y Deborin. Por el modo en que Kracauer organiza la información, es de suponer que: a. posiblemente haya sido Korsch quien le hiciera saber, durante un encuentro en Berlín en enero de ese año, sobre la existencia de este escrito; b. Bloch estaba al tanto del asunto.
Derrotismo y dialéctica se editó por primera vez en alemán y húngaro como anejo de la revista Magyar Filozófiai Szemle en 1996 (ed. de László Illés, Budapest: Áron Verlag), muy poco tiempo después de su hallazgo en los depósitos de los antiguos archivos de la Internacional Comunista y el Archivo Central del Partido, alojados ahora en el RCCHIDNI (sigla rusa para “Centro ruso para la preservación y el análisis de documentos de la historia contemporánea”). La versión está incompleta: el mecanografiado se interrumpe en la página 92. Por la lógica de la inventio y la elocutio, es sensato suponer que lo conservado corresponde con casi la totalidad del original. La primera página contiene dos elementos dignos de mención. Por un lado, una anotación en ruso hecha en lápiz, posiblemente en el contexto de la evacuación del Instituto Marx-Engels-Lenin ante el avance del ejército alemán: “K. F. Inst. Lenin. ¿Eliminar acaso? Escrito incomprensible de un quejicoso que no expresa clara y directamente su punto de vista. 31.10.1941. Podwojskij”. Por otro lado, su título en alemán: “Chvostismus und Dialektik”.
Chvostismus es la alemanización del ruso jvostizm (ХВОСТИ́ЗМ), que proviene de jvost (ХВОСТ: “cola”, “rabo”, “zaga”, “estela”). En ¿Qué hacer?, de 1902, Lenin emplea jvostizm para denominar la tendencia de los “economistas” agrupados en el periódico Rabócheie Dielo (La causa obrera), que irían “a la zaga” del movimiento obrero. Este ir “a la zaga” implica, para Lenin, un retraso respecto de la política organizativa de estos “economistas” en la medida en que solo favorecen tácticas circunscriptas al ámbito de las relaciones entre salario y capital industriales. Consecuentemente, sus resultados en la conciencia de clase van también a la zaga, dado que apenas consiguen un entendimiento tradeunionista de la realidad y no pueden colocarse a la altura de las circunstancias. Lenin critica el espontaneismo declarado de estos teóricos, pero advierte que se hallan por detrás de la activación espontánea de las masas en Rusia y fracasan por ende al querer encauzarla de modo revolucionario. La apropiación, por parte de Lukács, del término y su contenido conceptual está condicionada por la propia teoría política del filósofo húngaro, por más que uno de los factores fundamentales de esta sea la constatación de su identidad con el leninismo. El lector entenderá que Chvostismus refiere a una actitud teórico-política que es independiente de la conciencia que sus detentores tengan de sí y que se desprende de la no captación del preciso vínculo entre las categorías que Lukács concibe como “instante” (Augenblick), “conciencia de clase” y “Partido”. Por estas razones, es apropiada la decisión de usar la palabra tail (cola) por parte la edición inglesa del texto lukácsiano: A Defence of History and Class Consciousnenss: Tailism and the Dialectic (Verso, 2000). En cambio, resulta desafortunada la opción de la edición francesa: Dialectique et spontanéité: En défense de Histoire et conscience de classe (Editions de la Passion, 2001). Es que con spontaneité (espontaneidad) no solo no se consigue dar cuenta de la idea del complejo detrás de jvostizm, sino que incluso se corre el riesgo de confundir las posturas de Rudas y Deborin (a las que Lukács remite con el término Chvostismus) con la de Rosa Luxemburgo (a quien Lukács siempre consideró, por más que él mismo emprendiese una crítica contra su espontaneismo, entre los líderes teórico-políticos más destacados de la liberación de la humanidad).
En la labor de traducción y edición de Chvostismus und Dialektik, nos hemos visto ante la necesidad de optar entre dos posibles términos para Chvostismus: “derrotismo” o “seguidismo”, que es el modo en que se traduce la palabra rusa en las ediciones más importantes de las obras de Lenin en castellano (Buenos Aires: Cartago; Moscú: Progreso). Dos razones nos han llevado a elegir “derrotismo”. Por un lado, es fortuita la conexión entre lo evocado por el término “seguidismo” y los contenidos conceptuales del jvostizm leniniano y el Chvostismus lukácsiano. Por el otro, “derrotismo” parece ilustrar con cierta concreción el pesimismo y el desaliento que resultaría del desconocimiento de la posibilidad objetiva del instante revolucionario. Por usar el argumento de Lukács, derrotistas son Rudas y Deborin, quienes excluyen de la historia “todo instante de decisión” y, en cambio, la conciben como “una evolución que conduce de una manera mecánicamente fatalista de un estadio de desarrollo de la sociedad a otro”. Cuando la procesualidad es sustraída así de todo factor práctico, la realización de la Revolución se degrada a una tarea infinita: en Derrotismo y dialéctica, Lukács anticipa la crítica que Walter Benjamin haría del fundamento neokantiano de la socialdemocracia en las anotaciones de las “Tesis sobre el concepto de la historia”. Los que argumentan la necesidad de colocar a la humanidad en una “sala de espera” del proceso revolucionario, para que se aguarde con serenidad la llegada de este, son derrotistas.
Se buscaron, para la traducción de las citas, las ediciones existentes en español. Cuando esto no fue posible, se tradujo directamente del idioma original o, en su defecto, del texto de Lukács. En los casos en que se tiene más de una versión castellana, se eligió aquella que más se adecua a determinados criterios de traducción. Las traducciones citadas fueron modificadas en función de su grado de adecuación a nuestros criterios. Estas modificaciones se hicieron con el doble objeto de evitar equívocos y ofrecer una traducción lo más cercana posible al espíritu del original.
Además de las notas del propio autor y algunos comentarios de los editores a pie de página, el lector encontrará a lo largo del texto números romanos entre corchetes (verbi gratia: [LIX]). Se trata de remisiones a pasajes de Deborin y Rudas que se hallan a continuación del texto de Lukács. Estos pasajes resultan imprescindibles para entender cabalmente el blanco del ataque de Lukács en cada caso, o, al menos, el contexto más amplio de los pasajes que discute explícitamente.
La presente edición ofrece seis ensayos de especialistas en el pensamiento de Lukács que abordan aspectos de Derrotismo y dialéctica. El primero de ellos, de Antonino Infranca, resume las argumentaciones de las reseñas de Deborin y Rudas y propone entenderlas como formas embrionarias de determinados procedimientos teóricos que resultaron fatalmente decisivos en la ideología estalinista. A continuación, se presentan dos estudios históricos que tratan acerca del desarrollo del Partido Comunista húngaro. Por una parte, Gábor Gángó investiga la política cultural de los comunistas durante la breve República de los Consejos húngara. Allí, Gángó destaca el rol de Lukács en tanto Comisario Popular de Instrucción Pública y examina el alcance de una concepción fuerte de cultura, que, en tanto “clave para una vida no alienada”, se arrogaba el fin confeso de la creación del “hombre nuevo”. Por otra parte, Miklós Mesterházi desarrolla una historia del Partido Comunista húngaro durante la década de 1920. En este sentido, se ofrece una clave política para comprender el valor de Derrotismo y dialéctica en el marco de las luchas e intrigas intestinas del Partido y sus relaciones con la Internacional Comunista. Además, Mesterházi sostiene que la obra de Lukács no es simplemente una repetición de los argumentos expuestos en Historia y conciencia de clase, sino que asume, como elemento novedoso, el problema de la contracción de la ola revolucionaria europea. En cuarto lugar, Michael Löwy da cuenta, por un lado, de las supuestas falencias de Derrotismo y dialéctica. Entre ellas, menciona la poca talla intelectual de los rivales (Rudas y Deborin), y un cierto “sesgo autoritario” en la concepción de la subjetividad revolucionaria, además del hecho de que no haya alusión alguna a la cosificación –el concepto clave de Historia y conciencia de clase–. Pero también remite, por otro lado, al aspecto en el que Derrotismo y dialéctica es, para él, sobresaliente: la potente “batalla” que se libra allí, sobre la base de concepciones leninianas, “contra la degradación positivista del marxismo”. El ensayo de Ronaldo Vielmi Fortes rastrea el vínculo entre la subjetividad y la Revolución en, por un lado, Historia y conciencia de clase y Derrotismo y dialéctica y, por el otro, el prólogo a la edición de 1967 y su última gran obra, Para una ontología del ser social. Vielmi Fortes sostiene que existiría una discontinuidad entre su obra de juventud y de madurez. La mayor importancia dada por el viejo Lukács a la esfera de la economía, así como, centralmente, la relevancia asignada al trabajo en tanto complejo, son postuladas como las principales deficiencias de los trabajos tempranos, superados, pues, en la fase tardía de su producción. Finalmente, Nicolas Tertulian estudia Derrotismo y dialéctica a partir del desarrollo de la categoría de praxis en Lukács y la emergencia de su preocupación por las determinaciones de la vida cotidiana.
El trabajo de traducción y edición contó con la inestimable ayuda de nuestro director de investigación en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Buenos Aires, Miguel Vedda, quien es, además, un reconocido especialista en Lukács y traductor y editor de sus obras. Queremos dejar testimonio aquí, en segundo lugar, de nuestra gratitud con los seis autores que, generosamente, nos cedieron las contribuciones que se presentan en este libro. Asimismo, debemos hacer mención de tres colegas: María Belén Castano y Agustina Fracchia colaboraron con traducciones de dos de los ensayos; María Belforte, por su parte, resolvió cuestiones de terminología filosófica. Nuestro sincero agradecimiento a todas estas personas, que hicieron posible que este proyecto llegara a buen término.
Francisco García Chicote y Martín Ignacio Koval
Buenos Aires,
julio de 2015