03/07/2024

La Red Internacional Judía Antisionista (IJAN): un espacio de organización contra el sionismo. Entrevista a Liliana Córdova Kaczerginski

Publicado en DossierGuerra y genocidio en Palestina: colonialismo y resistencias en tensión

La Red Internacional Judía Antisionista  (IJAN por sus siglas en inglés) define en su página web que está “comprometida con el derecho al retorno de los refugiados palestinos y con el fin de la colonización israelí de la Palestina histórica. Apoyan la plena autodeterminación palestina y el derecho a resistir la ocupación”. Agrega que “el Estado de Israel traiciona las largas historias de luchas judías por la liberación y la tradición de participaciones en luchas colectivas por la liberación en el sentido más amplio”. También se considera “parte del movimiento internacional contra el militarismo y la represión sionista”. No consideran el antisionismo como una identidad cultural o religiosa, sino como una propuesta política, y por lo tanto válida para ser promovida por un conjunto totalmente diverso de identidades. 

Liliana Córdova Kaczerginski nos respondió algunas preguntas sobre las características y la política que lleva adelante esta organización. También avanzó sobre conceptos como la “judeidad” y la cultura palestino  – judía. Liliana es una de las fundadoras de IJAN, ex integrante de Matzpen (organización fundada en Israel en 1962 como organización anticapitalista y antisionista). Hoy es residente en Madrid, vivió en Israel durante 14 años hasta 1983. Es impulsora del movimiento internacional que reclama el cumplimiento de los derechos humanos y el derecho internacional en Palestina mediante el BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones). 

¿Cuáles son los antecedentes de la IJAN y cómo llegaron a la decisión de fundarla? 

El núcleo fundador de IJA viene de varias corrientes, sobre todo de Estados Unidos y del Reino Unido, muy comprometidas con las cuestiones antiimperialistas, anticapitalistas y antirracistas. Después hay un núcleo que tiene una trayectoria de judaísmo antisionista, que es una tradición que existe desde que nació el sionismo. Desde mitad del siglo XX, son corrientes que tienen planteos de izquierda, de una izquierda rupturista, que son  anticapitalistas, antiimperialistas, anticolonialistas, antirracistas (ese es nuestro caso). Conocen bien la realidad del sionismo: vivieron ahí, o siguen viviendo, o lo conocieron en escuelas sionistas. De esa forma se ha creado, desde los años 60, un antisionismo marxista, con una tradición vinculada al combate de los oprimidos.

¿Qué repercusión tiene el antisionismo en la comunidad judía?

Prtimero hablemos de Estados, donde efectivamente había un germen de incomodidad con el proyecto sionista, un sector juvenil muy antirracista, sobre todo a partir del contacto con afroamericanos, y entendían muy bien lo que sufrían. Se generó 

un tipo de complicidad con la lucha de afroamericanos y también con otras comunidades discriminadas en Estados Unidos, pero sobre todo con afroamericanos. En el Reino Unido se dio entre gente judía que estaba combatiendo contra el apartheid, pero en general eran personas que estaban fuera de la comunidad judía. En EEUU estaban dentro de la comunidad judía, pero siendo críticos del sionismo, con una bandera antisionista, se alejaron mucho de la mayoría de la comunidad. Desde hace unos cinco años, ser antisionista es parte de lo que significa ser judío en Estados Unidos. Sigue siendo una minoría, pero no es una minoría completamente apartada y marginal. Cuando creamos la IJAN, en 2008, era una minoría marginal. Pero ya estaban en ruptura con la cuestión sionista dentro de la comunidad, como parte del cuestionamiento a la óptica de supremacía blanca en Estados Unidos. No llegó a rupturas dentro de las familias. 

¿Qué lugar ocupa la religión en la organización?

Dentro de nuestra organización no hay gente muy religiosa. En Estados Unidos hay gente tradicionalista, que mantiene las fiestas, algunos cumplen con el shabat, se festejan más las fiestas tradicionales, pero muy folklórico, a la manera yanki. Pero fuera de Estados Unidos, somos mayoría los laicos, ateos, y hay pocos que se identifican con la tradición judía. 

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¿Cuál es la definición que tienen sobre el concepto de judaísmo?

La judeidad, la identidad judía, hasta principios del siglo XIX era sinónimo de religión judía. A partir de 1880 comienzan a existir los judíos seculares, laicos, sobre todo en Alemania, por supuesto en Austria y en Francia, aunque eran muy pocos. En otros lugares, en Europa del Este, eran muchísimos menos. A principios del siglo XX empezamos a ver muchos más judíos laicos, sobre todo los que se contactan con las corrientes marxistas, socialistas, comunistas, anarquistas. En Alemania, Austria, Francia habría un 30% de gente laica y en Europa del Este un 20%. La mayoría de la comunidad seguía siendo religiosa. ¿Qué son estos judíos laicos? Es gente que se considera  judía porque sus padres lo son, o por el amor al idish, la lengua de los judíos de Europa Oriental, que es toda una cultura, otra manera de ser judíos. También eran parte de una minoría que sufría el racismo y la discriminación. Ser parte del movimiento socialista los hacía reinvidicar las luchas sociales y al mismo tiempo cuestionar la opresión sobre la comunidad. 

También estaban los sionistas, que al principio también eran en su enorme mayoría laicos, y que pertenecían a las corrientes nacionalistas europeas que reivindicaban una ciudadanía con la visión de que a un pueblo le correspondía un Estado. Entonces consideraban que los judíos eran un pueblo (en el sentido de una Nación), aunque estuvieran dispersos. Por eso es que había que reunirlos en un mismo Estado con este concepto de Estado Nación. 

Hoy en día una parte de quienes se consideran judíos lo son por cuestiones religiosas, y están quienes se consideran judíos porque sus padres y abuelos lo eran, por respeto o por continuar la tradición familiar. Algunos lo son porque les gusta la cultura judía, que les parece muy interesante, muy humanista, y que tiene que ser conservada. Es fácil entender el enfoque sionista. Para ellos Israel es el renacimiento del pueblo judío, y defender a Israel es esencial en nuestra “vida de judíos”. Hay quienes simplemente son judíos porque la sociedad los ve judíos: si te llamás Cohen, Levy o Goldstein todo el mundo sabe que sos judío, te ven como tal. 

En el mundo árabe o islámico, los judíos siempre fueron considerados como una comunidad religiosa. La modernidad, la ilustración europea, no ocurrieron en ese contexto. Son comunidades que en su gran mayoría quedaron marcadas por su trasfondo religioso. 

¿Qué aspectos comunes o compartidos (culturales o sociales) es posible señalar entre palestinos y judíos?

Los judíos que vienen de comunidades donde se habla árabe tienen mucho más en común con los palestinos que un judío de Polonia. Entonces sí tienen por lo menos costumbres que no son idénticas, un judío irakí o Yemení, no es exactamente la misma comida, tampoco el mismo vestuario, pero más o menos. El mundo árabe,  aunque sea diferente geográficamente, tiene bastante en común. Como los castellanos diversos, que se entienden finalmente con algunas diferencias. En la historia hay un enfoque parecido en las relaciones de familia. En el judaísmo oriental existía la poligamia, mientras que en el europeo fue eliminada ya en el 1200, en el siglo XIII. Entonces hay conceptos de familia, formas de casamiento, similares al mundo árabe e islámico. 

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Desde un punto de vista de la geografía humana, ¿sería correcto hablar de palestinos judíos y palestinos musulmanes?

Y sí, hay palestinos judíos y palestinos musulmanes, por supuesto. Hasta 1948, sobre  todo antes que empiecen las migraciones sionistas masivas, los judíos que vivían ahí eran judíos palestinos, que hablaban árabe en la calle, y que entre ellos hablaban ladino o idish, o turco, o lo que fuere. Pero todos hablaban árabe porque era lo que se hablaba en la calle. Para lo que fuera se necesitaba el árabe. Y claro que también hay palestinos cristianos, judíos, drusos, armenios. 

¿Qué tipo de vínculo tienen (si es que lo tienen) con Neturei Karta o Satmar? ¿Cuál es su mirada sobre su propuesta de “desmantelamiento pacífico” del Estado sionista?

Algunas veces tratamos de tener algún tipo de contacto con Satmar, y especialmente con Neturei Karta. Ellos vienen a las manifestaciones y hacen su trabajo pro palestino. Pero es difícil compatibilizar posiciones, porque nuestros movimientos en general somos alternativos, con gente LGTB o no binaria, muchas mujeres, y ellos son muy conservadores. Nos respetan y los respetamos, pero es una relación que no puede desarrollarse mucho, hay cosas que no pasan.

Y sobre el “desmantelamiento pacífico”, ¿Por qué no? ¡Con tal que se desmantele! 

La resistencia palestina es un conglomerado diverso y complejo (incluso con fuertes enfrentamientos entre sí) pero el genocidio la unificó, al menos en declaraciones. ¿Hay declaraciones conjuntas entre organizaciones palestinas, tanto árabes como judías, que condenen el genocidio contra el pueblo palestino?

Con las milicias que están llevando adelante el combate en tierra palestina es bastante difícil ponerse en contacto. Antes en los movimientos había dos o tres personalidades judías que estaban en Al Fatah, en el Frente Popular. Eran poquísimas personas. Me refiero a realmente cinco, seis, siete. Había contactos de gente antisionista con el Frente Popular, con el Frente Democrático, con Al Fatah. Hay dificultades materiales para comunicarse.

Pero grupos judíos que condenan al genocidio hay muchos. En América Latina, en el Abya Yala, son muchos menos, son grupos pequeños. 

Las movilizaciones internacionales contra el genocidio o acciones como la Flota de la Libertad son parte de la confrontación con el sionismo que se compara con las movilizaciones contra la guerra de Vietnam. ¿Qué reacciones ven en las comunidades judías frente al genocidio?

Hay que ver dónde están las comunidades judías más importantes. En Estados Unidos es la comunidad más grande. No hay cifras muy precisas, pero se supone que hay el mismo número de judíos en Palestina que en Estados Unidos. Hay una parte importante de judíos y judías que se manifiestan contra el genocidio y el sionismo. Hay grupos directamente antisionistas y sectores críticos que no son antisionistas. 

La segunda comunidad fuera de Israel, después de EEUU, es la francesa. Serán unos 600.000, no se sabe tampoco el número exacto. Ahí tenés una gran mayoría de gente laica. Hay gente muy sionista, un poco sionista, gente crítica con el sionismo. Pero los antisionistas son minoría. Y también está la gente de ascendencia judía, pero que no ejerce ningún tipo de proximidad hacia la cosa judía, son franceses como cualquier otro y no se identifica para nada con la cuestión judía. Después está la comunidad del Reino Unido que son unos 500.000,  ahí hay muchos que no se identifican con la cosa judía.  Hay sionistas, hay sionistas rabiosos, y hay también antisionistas y críticos. 

Después está Argentina. Justamente en Argentina los que son militantes contra el régimen sionista no son muchos. Hay muchos argentinos que son de familias judías, pero no se dedican al tema palestino, y hay otros que son rabiosos sionistas, muy agresivos. En España son muy poquitos los judíos. El lobby sionista también existe, pero es muy débil. Está la comunidad italiana y otras muy pequeñas, como la holandesa, la belga. Y la de Europa del Este que ya es otro cantar. Muchísimos se fueron a Israel. Y todavía sigue habiendo en Polonia, y sobre todo en Hungría, en Chequia, en Rusia. Pero generalmente ahí no son sionistas. Si miran a Israel es para querer estar en el mundo capitalista desarrollado. 

Por el 1° de mayo sindicatos de Gaza hicieron llamados a la solidaridad internacional con el pueblo palestino. ¿Conocen corrientes sindicales israelíes que pudieran ser concurrentes en ese mismo sentido?

Los sindicatos israelíes son completamente afines a la narrativa sionista, al proyecto sionista, a la doctrina sionista. Incluso en 1920, cuando se constituyó el sindicato más importante judío en Palestina, fue completamente basado en el apartheid. Prohibió incluir obreros palestinos y, al contrario, discriminó todo lo que era producción, comercio árabe. O sea, empezó a hacer ya una sociedad completamente en apartheid, de limpieza étnica. Y tenían una rama de defensa de los obreros, una rama para las industrias cooperativas y bancos propios. Todo lo que era economía se agrupaba en el sindicato, en Histadrut. Y los otros sindicatos que se crearon después, ninguno era mejor. Por el contrario, algunos incluso eran más neoliberales. 

Las movilizaciones contra el innombrable Primer Ministro de Israel, ¿pueden lograr una deriva positiva respecto al racismo antipalestino y sus consecuencias para la sociedad israelí?

Lo que puede hacer mella en la sociedad israelí es la cuestión de los rehenes.  Las familias evidentemente tienen miedo que no los encuentren con vida. También la cantidad de muertos israelíes, soldados sobre todo, en el campo de batalla. Que debe andar por los 700, que es mucho. Y  muchas familias  no quieren que sus hijos vayan a los lugares peligrosos, como ahora en Rafah, por ejemplo, por el miedo a que no vuelvan. Eso puede empezar a hacer mella dentro de la sociedad israelí, por una cuestión afectiva.  Y que digan: Bueno, ¡basta!, esta guerra no se ve para donde va y queremos a los nuestros con vida. 

En el caso de Vietnam eso también fue un factor importante, porque empezaron a llegar ataúdes desde Vietnam y eso la gente lo veía. Lo que pasó después, en otras guerras, como la guerra contra Irak, no dejaron que los periodistas y los fotógrafos estén ahí para dar un testimonio de la cantidad de muertos.

Ahora es importante ver que la sociedad israelí es una sociedad muy pequeña, son un poco más de 6 millones de habitantes, menos de lo que hay en el Gran Buenos Aires. Es una sociedad muy pequeña y tener esa cantidad de muertos es mucho.

Tienen la imposibilidad de terminar con Hamás, y muchos problemas en el norte, donde ahora Israel está casi vacío por las incursiones de la milicia libanesa, de Hezbollah. Todo lo que es la zona alrededor de Gaza, a donde mucha gente no volvió después de los incidentes, y los muertos y heridos, los problemas mentales, etcétera. Todo esto puede inducir (no se sabe cuándo) a que una parte de la sociedad israelí pida el cese de las hostilidades . 

Pero hay que entender que la sociedad en general está muy a la derecha, es muy belicista y muy racista.

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