23/11/2024

El deporte, la nueva víctima de la inmobiliaria PRO

Por Revista Herramienta

En una  práctica que se ha transformado en norma, Mauricio Macri firmó un nuevo  decreto de necesidad y urgencia, es su DNU número 92. El  Presidente volvió a saltear el Congreso para convertir a la actual Secretaría de Deportes en una Agencia de Deporte Nacional -ADN- con autarquía y autonomía para administrar sus fondos y bienes.

Al quedar habilitada para suscribir convenios con entes privados, la ADN profundiza el camino privatizador del  deporte argentino, ya que podrá  alquilar y vender las instalaciones deportivas, estará facultada para la tercerización de empleos, podrá permitir el arancelamiento de actividades recreativas e introductorias al deporte, eliminará la Asignación Universal por Hijo Deportista y anticipará  la extinción de  la Confederación Argentina de Deportes (CAD), la entidad madre del deporte federado.

Macri considera que el  futuro del deporte en nuestro país no puede esperar a dar el imprescindible debate entre los involucrados, ni aguardar la iniciación de las sesiones del Congreso Nacional para tratar el tema, el presidente de PROpuesta Republicana sigue practicando el menefreguismo como método institucional.

Autoritariamente y con estilo  “express”, avanza en simultáneo hacia  dos objetivos basados en una misma estrategia, utilizando  la política como instrumento para la apropiación empresarial de lo público y comunitario por un lado, busca proveer suelo urbano a un sector concentrado del mercado inmobiliario para la absorción del excedente de capital acumulado producto de la especulación financiera, y al mismo tiempo, terminar de convertir el deporte argentino en generador de negocios acorde a las tendencias que impone el mainstream globalizado.

Esa es la lógica que sostiene la decisión  de crear la ADN. El  carácter  de agencia como ámbito que rige el deporte tiene un formato más afín al modelo empresario que al deportivo. En el artículo cuarto el DNU establece que : “ la agencia manejará los ingresos de recaudaciones; ventas, locaciones u otras formas de contrataciones de sus bienes muebles y servicios; lo producido de la organización de eventos; recursos obtenidos de contratos onerosos de concesión, permiso de uso, locación, derechos publicitarios y comercialización de espacios publicitarios de los bienes bajo su custodia; fondos provenientes de la explotación de bienes muebles y de los servicios arancelados; aranceles y tasas que perciba como retribución por servicios adicionales que preste; contribuciones, subsidios, cesiones, herencias, legados y donaciones de bienes muebles que reciba”. Otro artículo, el octavo, beneficiará directamente a los actuales dirigentes de los clubes de fútbol, pues la actual norma sólo les permite una  sola reelección y el DNU les autoriza a una segunda. A Angelici, presidente de Boca, se le vence el segundo  mandato este año.

Ya se conoce la lista de las primeras víctimas de la nueva ADN: tiene previsto ejecutar  la venta de 700 hectáreas de tierras fiscales entre los terrenos del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo ( CeNARD), en la Ciudad de Buenos Aires; los predios  Centro de Actividades y deportes en la Naturaleza, (CADeN 1 y 2 ), el Estadio Nacional de Béisbol, en Ezeiza; el Centro Nacional de Desarrollo Deportivo (CeNaDe) , en Esteban Echeverría; y las locaciones de la Pista Nacional de Remo, en Tigre. Es llamativo que entre la lista de privatizaciones no figura el predio de 42 hectáreas, en Ezeiza, que el Estado le cedió a la AFA hasta 2048, en tiempos del capo di tutti capi, Don Julio Grondona y que  hoy usufructúan sus herederos, Tapia, Angelici, D’ Onofrio y Moyano, entre los más notables dueños de la pelota. Teniendo en cuenta los enormes recursos que tiene la entidad que maneja el fútbol argentino, que su locación no sea tocada, es toda una señal de quienes son los favorecidos y quiénes los perdedores del deporte nacional.

Sólo en la ciudad de Buenos Aires, la gestión PRO ha privatizado más de 400 hectáreas. Toda tierra pública es considerada como un vacío urbano que se debe llenar con inversión privada.

En la CABA, el  precio del los terrenos creció, en dólares, un 900 % en un periodo de 15 años. Muchos clubes e instituciones deportivas se encuentran localizados en zonas donde se logran los más altos valores de la propiedad inmobiliaria, la desposesión de lo público y comunitario es un mecanismo que permite  multiplicar la renta urbana. El papel de los gobiernos es clave para que este procedimiento funcione, ya que además de vender, son ellos los que aprueban normativas que favorecen a los inversores, actuando siempre como facilitadores de la operatoria y, al mismo tiempo, construyendo la narrativa legitimadora, al presentar todo el proceso como algo que beneficiará a la ciudad.

La situación de precariedad de los clubes de fútbol chicos, asfixiados por impuestos, el costo de los servicios, pero sobre todo por la dinámica que impone el negocio de la pelota, que funciona como una aspiradora de recursos para quienes no logran estar a la altura de los grandes y como marca no cotizan en las ligas mayores, es también utilizado para privatizaciones tercerizadas y encubiertas. Dos ejemplos ilustran este proceder. El Estado le cedió tierras al club Ferrocarril Oeste para que este, a su vez, se lo entregue a IRSA para la construcción de un mega shopping; el segundo es el caso del Club Atlanta, donde en un proceso similar la beneficiada ha sido la empresa AEG - ARENA, asociada al multimedios La Nación, que construye  un estadio cubierto para 16.000 espectadores. En ambos casos, enfrentado a los vecinos, que se oponen a estos emprendimientos por el alto impacto socio-ambiental en sus barrios.

Para que no queden dudas sobre la relación entre el poder político y deportivo con los bienes del Estado, la misma quedó explícitamente expuesta recientemente por  el titular de River, Rodolfo D Onofrio, quien declaró sin ningún pudor al diario Ole: “tengo que convencer a Macri que me venda el terreno  para construir  el nuevo estadio de River” y agregó irónicamente “para eso se tiene que sacar la camiseta”. El terreno que pretende está ubicado detrás de la ESMA donde se presume puede haber restos de las víctimas de la represión.

El ADN del deporte-negocio

El proyecto de creación de la ADN fue consensuado entre De Urquiza –amigo de la adolescencia de Macri y cofundador con el presidente de la República de la Asociación Argentina de Pádel– y el empresario Fernando Marín,  coordinador general de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Deporte y principal asesor de Mauricio Macri en el área deportiva.

Marín, ex presidente de Racing, dejó al club de Avellaneda sumergido en deudas, sueldos impagos, cheques rebotados y hasta nuevos pedidos de quiebra. Tiempo después de su salida, el propio Marín no dudó en admitir que “Racing, como negocio, fue horrible”. En  diciembre de 2015 se hizo cargo de  Fútbol Para Todos. En abril de 2016, Marín declaró que el fútbol continuaría siendo gratuito "hasta finales de 2019". Poco más de un año después, y en sintonía con el Presidente y sus promesas de campaña, incumplió su palabra y terminó con Fútbol Para Todos. De Urquiza, además de coordinador general del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) en la actualidad aparece como contratista del Comité Olímpico Argentino (COA), dado que es el CEO de GGM Sociedad Anónima. Esta empresa, entre otras marcas (además de Pony y Asics), maneja a Signia, la encargada de vestir a los deportistas olímpicos argentinos a través de un contrato firmado con el COA.  De Urquiza declaró a Olé: “No puede ser que el deporte sólo viva del Estado, es una locura. Hay muchas empresas que nos pueden ayudar. No puedo entender eso de ‘vamos a pedirle al Estado’. ‘Papá, dame plata’. No, andá a laburar, ya tenés 21 años”.

Mauricio Macri, al igual que el  presidente de Paraguay, el impresentable Horacio Cartes, son de los pocos que han ejercido la titularidad de clubes de fútbol y luego la presidencia de un país. Él conoce de qué se trata, todo es vendible. Una  anécdota, quizás menor pero ejemplificadora, sirve de muestra de su  modo de pensar el deporte donde todo, la pasión incluida, es usado para generar dinero. Durante  su gestión boquense, como si fuera el Papa Alejandro VI, mercando bulas, vendía estrellas a los simpatizantes del club que querían ganarse un lugar en el paraíso azul y oro.

La campaña previa que devino en el DNU contó con un aliado de larga data: Gerardo Werthein –presidente del CCOA y el ENARD, órgano que también deberá modificar su estructura en cuanto se corporice el DNU. Werthein, durante su mandato en el COA iniciado en 2009, siempre confió en las empresas que representaba De Urquiza para vestir a las delegaciones nacionales. Werthein lidera un holding que tiene, entre otras sociedades, la Caja de Ahorro y Seguro, el Banco Patagonia y GNW una agropecuaria con 80.000 hectáreas y acciones en Telecom.

Para  Gerardo Werthein la creación de la AND generaría no sólo un cambio radical en el deporte sino una nueva posibilidad de negocios para continuar los emprendimientos inmobiliarios que inició al comprar en US$ 151 millones la parcela que ocupó por más de un siglo el Tiro Federal Argentino en Núñez. Allí el cambio de zonificación le permitirá realizar cinco torres de hasta 100 metros de altura.

La nueva normativa borra del mapa la existencia de la Confederación Argentina del Deporte (CAD), que está a dos años de cumplir su centenario y es uno de los pocos espacios de oposición que tiene el monolítico bloque de dirigentes que rigen los destinos del deporte nacional. De hecho, la CAD lleva actualmente adelante acciones penales por la generación de una entidad paralela, en abril de 2017, con el apoyo de Mac Allister y su segundo en el cargo, José García Maañón –quien mantuvo su lugar con el enroque por De Urquiza–, así como acusó a seis miembros del COA de desfalco. Consultado sobre el tema, Rodolfo Paverini (presidente de la CAD) fue claro: “La derogación de la personería de la CAD como autoridad superior del Deporte muestra a las claras la intención del PEN de privar a la misma de continuar litigando y de esta manera, encubrir los delitos de dirigentes deportivos que hoy se desempeñan como funcionarios públicos”

El ex jugador de la Selección de vóleibol, Marcos Milinkovic, calificó como “una locura” la iniciativa del Gobierno de “privatizar el deporte argentino”. Además, Milinkovic advirtió que, entre otras cosas, lo que se busca es “aprobar la venta de espacios públicos” y agregó: “Estoy defendiendo el lugar del deportista y la casa del deporte como lo es el CENARD, porque sé lo que significa tener nuestro lugar de entrenamiento y un lugar con tanta historia para el deporte nacional”. Por su parte el ex futbolista Claudio Morresi y ex Secretario de deportes declaró: “Lo único que busca el Gobierno con el deporte es hacer negocios con sus tierras e instalaciones”.

Desde el Observatorio Social y Económico de Clubes de Barrio y Afines (OSECBA) sostienen que "la publicación de este decreto es el paso previo a las S.A. Es la privatización de los clubes para que ingresen capitales privados y desarrollen negocios inmobiliarios. Ponen a la venta todos los terrenos del Estados ligados al deporte para convertirlo en un negocio".

Juan Manuel Herbella, ex-futbolista, docente universitario en la UBA, periodista y médico argentino declaró: “No es buen miércoles cuando el Estado denigra al Deporte como herramienta social y desintegra la Secretaría de Deportes, abriendo la puerta a mal vender activos: vía DNU y sin debate. ¿Dónde está la voz de los deportistas? ¿Y los legisladores?”.

Autoridades, docentes y estudiantes del Instituto Superior de Educación Física Nº 1 Dr. Enrique Romero Brest, que tiene 2000 alumnos, se enteraron por la plataforma digital change.org que el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, publicó un escrito donde menciona el proyecto de traslado de su edificio en Núñez al Parque Sarmiento. En una entrevista con directivos del Instituto, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, pidió disculpas por la “desprolijidad” y en una gaff memorable se refirió al Romero Brest como “una parcela” y les explicó que la razón del traslado tiene que ver con el cambio del nuevo Código de Planeamiento.

Estas operaciones confirman la justeza de los severos cuestionamientos al nuevo Código de Planeamiento, CPU, pues queda claro que su verdadero objetivo es modificar los usos de distintos predios de la ciudad, para que al privatizarlos se les garantice a los empresarios inmobiliarios la maximización de la cuota de ganancia y la apropiación de la renta que obtienen de las plusvalías urbanas.   

La privatización del deporte no es una novedad, es un camino que se viene recorriendo desde hace tiempo, básicamente por la vía de la sponsorización, tomando como referencia la mercadotecnia deportiva, donde el modelo a seguir es el sistema estadounidense donde las principales asociaciones deportivas, como son la NFL, futbol americano, la NBA, basketball, la NHL, hockey y la Major League Soccer (MLS) fútbol, son franquicias, que   en manos de compañías y empresarios, incluso cambian de sede y nombre, este  camino que replican los europeos  se derrama en todo el planeta de la mano las dos de las estructuras más poderosas del deporte mundial: el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), la  corrupta corporación que maneja el mayor negocio del espectáculo deportivo mundial, la misma  que  se ufana de tener más miembros que la ONU y de ser promotora del  deporte mercancía, que como una pelota, no precisamente  de cuero, ha crecido exponencialmente  hasta alcanzar cifras obscenas. “Show me the money”, la frase  paradigmática de la película Jerry Maguire, sintetiza cual es hoy la principal motivación del espectáculo deportivo mundial.

En el fútbol, la globalización se manifiesta de la forma más contundente, debido a la interrelación de los efectos políticos y económicos con el hecho deportivo en sí. Obtener la sede para realización de un Mundial es un premio mayor para el  gobierno que lo consigue, por tanto en la puja con otros candidatos se juegan todas las fichas, las legales y las otras, muy similares a la disputa entre las candidaturas para lograr ser la ciudad de los Juegos Olímpicos.

Vale recordar que el deporte no siempre estuvo en manos de mercaderes voraces. En otros tiempos los deportistas, los futbolistas entre ellos, estaban lejos de ser millonarios y la razón de ser de los clubes era meramente social, cultural y deportiva. Fue a partir de los 70, cuando el brasileño João Havelange tomó el trono como presidente de la FIFA, cuando el fútbol mutó y se hizo negocio. A partir del contrato inicial con Adidas, Havelange armó un sistema en acuerdo con otras grandes marcas corporativas que invirtieron millones de dólares a cambio de un patrocinio que duraría años e incluiría la Copa del Mundo y todos los demás eventos de la FIFA. Havelange fue reelegido sistemáticamente. A la FIFA comenzaron a ingresar cantidades de dinero monstruosas y el mandatario brasileño entregaba a todas las asociaciones miembros unos préstamos blandos para cambiar efectivo por votos.

Al negocio se le agregaron luego los derechos de televisión, que empezaban a ser un activo muy valioso por el avance de las tecnologías de transmisión. Entonces el patrón  modalidad FIFA  se expandió al COI ,a  la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), a la Federación Internacional de Bascketball (FIBA), la WR del rugby, a la ATP, tenis  y a todos los  que puedan ser parte del deporte espectáculo.

Joseph Blatter fue el sucesor de Havelange en la FIFA y copió su modelo de gestión, que se vio salpicado por numerosas denuncias de sobornos y corrupción generalizada, que también alcanzaron entre muchos otros al ex futbolista francés y presidente de la Unión Europea de Futbol (UEFA) Michel Platini . En 2015 ambos  fueron  suspendidos por 8 años de cualquier actividad relacionada con el fútbol.

En 2015 estalló el escándalo en  la  Conmebol por el soborno pagado por los derechos de televisación de cuatro versiones de la Copa América. La empresa Datisa había realizado pagos por  un total de 100 millones de dólares en 2013, entregando 3 millones al presidente de la Conmebol y a los presidentes de las asociaciones de Brasil y Argentina, y  1,5 millones a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de la confederación. Datisa era  una empresa formada por el Traffic Group, una de las mayores firmas de mercadeo deportivo del planeta. Su propietario es el brasileño José Hawilla,  por el Full Play Group, empresa argentina de Hugo y Mariano Jinkis y Torneos y Competencias, presidida por Alejandro Burzaco, la mano derecha de Grondona, quien fuera presidente de la AFA por 35 años y vicepresidente de la FIFA durante 26 años. Don Julio, que falleció en 2014, había recibido  además otros 15 millones para la AFA. Torneos y Competencias, de la que Clarín posee el 50 %, recibió en diciembre de 2015 del presidente Mauricio Macri,  los derechos de televisación ¿ de la Primera B Nacional, que poseía el Estado Nacional y poco tiempo después  de la Copa Argentina  En 2017, Torneos recupera los derechos de Primera División mediante los canales Premium/PPV que son: Fox Sports Premium y TNT Sports, además de los canales Básicos que son: TyC Sports, Fox Sports 2 y TNT Latam.

Por todo concepto el fútbol genera en el mundo  cerca de 400.000 millones de dólares al año. Los ingresos de la FIFA provienen de más de 900 contratos comerciales. El 60% de la renta procede de la venta de derechos de transmisión por TV y otro 40% a marketing. La paradoja es que, según los estatutos de la FIFA, esta es una “organización sin fines de lucro”.

A pesar de la narrativa que se fue construyendo y de la cual el gobierno de Cambiemos es un difusor entusiasta, la mercantilización ha traído muy pocos beneficios para el deporte. Por el contrario, muchos de los males que lo  atraviesan, como la corrupción sistémica, la pérdida de su rol social, la violencia recurrente, la quiebra de los clubes de fútbol, la desaparición de los clubes de barrio y la saturación de la cobertura mediática cargada de estereotipos sobre el éxito y la fama, entre otras cosas, son el resultado del cruce del negocio con el deporte, a lo que debe agregarse la manipulación política y cultural. Pocos gobiernos han podido eludir esta tentación, cuando  escasea el pan hay que aumentar el circo.

La privatización del deporte, y su transformación en  mera mercancía, ha dado vuelta el ideario de Pierre de Coubertin, el creador de los JJ.OO. modernos, lo importante ya no es competir, sino ganar, y ganar mucho dinero.

Febrero 2019

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